Presentamos ocho poemas del autor búlgaro Vladimir Sabourín (Santiago de Cuba, 1967), pertenecientes a su más reciente libro Muchacha Blanca (2020). Poeta y crítico búlgaro de origen cubano-francés, iniciador del movimiento literario búlgaro Nueva Poesía Social (Нова социална поезия) y autor de su manifiesto fundador. Vladimir Sabourín es traductor de poesía del alemán, español, ruso y portugués al búlgaro. Las versiones de los poemas de Sabourín están a cargo de Marco Vidal González (Sanlúcar de Barrameda, 1995), que es graduado en Lenguas Modernas y sus Literaturas con Mención en Lenguas Eslavas por la Universidad de Granada.
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Trotsky emprende el camino hacia México en un buque petrolero noruego vacío,
(19 de diciembre de 1937)
Soñé cómo el buque se pudría en las aguas firmes
El domingo por la tarde habiendo entrado profundamente en el río
En algún lugar por aquí el enorme barco oxidado cerrando el paso con la proa
El nudo vial con su torso la estación de tren su timón
Alcanzaba los bloques de pisos situados más allá de
Las vías del que algún día fue un barrio obrero empuja
Las aguas del mar el orgulloso y alocado océano el imperio
Del destino lux perpetua la sombra cónica
(Trotsky emprende el camino hacia México en un buque petrolero vacío)
Enciende el trópico cercano calienta el gran
Oso polar causa las mareas altas y bajas inspira a las
Aguas los símbolos celestiales abre el año con el potente golpe de su cuerno
Sopla calienta besa exprime transforma en vino aumenta
Los humores fecunda los peces en distintos instantes de eternidad
El interminable conoide pueblos enteros caen del tiempo
Y la memoria saca a todos del cementerio del silencio
Mastica ceniza tal como pan llena las ostras
***
Primero dejó la poesía
por la ciencia
Luego dejó la ciencia
por la administración
Ahora felizmente administra
La falta
OBREROS
La mina de oro es un hormiguero
Cuya parte superior es barrida
Arrastrada por una extraordinaria e invisible
Ola potente que deja un tajo
Un corte limpio que da lugar a una vista
Hacia las terrazas subterráneas sin que se observe
El pánico habitual y el ajetreo después de que se haya movido
Una piedra y la vida despojada bajo ella se de a la fuga
Los obreros no huyen aunque hayan perdido
La cúpula la bóveda sobre sus cabezas ellos no están petrificados
Acostados en una postura inconvenciblemente cómoda
Tal como los que han sido arrasados por la lava en Pompeya
Desamparados ellos no se echan a correr ni se petrifican
En medio de esa repentina catástrofe una
Disciplina sin Dios ni amo frustra
La huida salvadora y la petrificación.
Ellos están trabajando.
Continuamos
Como un soldado alemán en stalingrado
Como una limpiadora filóloga
Como un anciano demente cuando cae la noche
Como un emigrante en un camión frigorífico
Como el fondo de una presa reseca
Como toussaint louverture en una cárcel francesa
Como un fugitivo corriendo sobre una placa de hielo cada vez más fina
Como cadáveres humanos abandonados hechos exposición
Como un niño congelado en las ruedas de un avión
Continuamos
***
Los gatos sin vender
En el escaparate de la tienda de animales
Permanecéis tal como en el vestíbulo del infierno los piadosos sin bautizar
Los sabios los filósofos los poetas los familiares del faraón
Meses tras meses en una jaula cada vez más pequeña debajo de los perros
Y encima de la rueda de los hámsters
Ya no invitáis a las caricias ni a la exaltación
De los niños de los potenciales compradores del niño
Que hay en cada consumidor malamente y con un aspecto incomerciable
Con la mirada fijada en los transeúntes que van pasando
Enormes en sus jaulas sin vender
El desecho vivo el misterio en la belleza que ya es imposible de vender
De aquello que dejó de ser una mercancía
***
Mi abuelo en mí
Mi padre decía
Tu abuelo era incapaz
De expresar sus sentimientos
Estos putos gabachos
Perdidos en el desierto
De la jovialidad cubana
Estos putos gabachos
Escapados por los pelos
De la masacre de los blancos
De la mayor rebelión de los esclavos
Estos putos gabachos
Con su terrible y divino Marqués
Y la incapacidad de expresar sus sentimientos
En esta lengua.
Recuerdo de la patria
Imagínate un mundo de tierra seca
Cubierta de cadáveres de escarabajos de mayo en pleno febrero
Barrida por calurosas nevascas de polvo
Sobre ella el graznido de las gaviotas extendiéndose mientras
Sobrevuelan un enorme e invisible vertedero
El extranjero
A Marieta
Yo soy aquella gotita de alquitrán
En vuestro tonel de miel, aquel que da náuseas
Vuestra única esperanza
De quitaros el mal sabor de boca.