Leemos un texto del poeta mexicano Rafael Vargas (Ciudad de México, 1954), perteneciente a Piedra en el aire (1984). Ha escrito poemarios como Doce modos (1976), Conversaciones (1979), Pacífico (1988), Signos de paso (1995), Pienso en el poema (2000), Escrito en Ecuador (2006) y la antología Señuelos contra el olvido (2013), entre otros. Traduce y escribe ensayo.
Luna llena
Como esta luna eres
Nada te oculta nada te opaca
Tu rostro ocupa el horizonte
Y la ciudad la lluvia
Los rostros desconocidos
Operan bajo tu halo como marea sonámbula
Eres más alta que el sol
De tus ojos descienden el día y la noche
Tus manos conducen el carro de las estaciones
Y tiñen el follaje y el abrigo de las aves
Eres el paso entre montañas
A tus pies se deposita en reposo una selva
Abrevadero de centellas y nombres inexplorados
Cascadas de ecos que pierden al viajero
Eres la fronda la sombra la roca el rostro del sueño
Música del origen cuyo rumor asalta los sentidos
Eres la sangre
Pero no alimentas a la muerte
lejos de ti pasan las horas con sus engranajes oxidados
En grandes campos de humo y aliento humano
En tu cuerpo se restituye el mundo gana su forma
Constelación que las hormigas observan con asombro
Tú consientes conoces concedes los dones
La vida es la joya memoriosa que adorna tu pecho
Eres tierra viento agua llama luna llena
La tibia bruma que invade la habitación de la bestia
Que a solas rumia su nostalgia
