Apareció en 2020, publicado por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el libro de homenaje Entre literatura y filosofía: Evodio Escalante. Es un libro compilado por Freja Cervantes, Carlos Oliva Mendoza y Sergio Ugalde y en el que también participan Marco Antonio Campos, José María Espinasa, Lilia Solórzano Esqueda, Mauricio González Suárez, Salvador Rocha, Alejandro Higashi, Carla Zurián, Brenda Ríos, etc. El libro piensa la actividad intelectual de Evodio Escalante. Leemos algunos aquí algunos fragmentos y un par de poemas de Escalante.
- Era 1975. Escalante nació como poeta y creí entonces que sólo iba a ser poeta. En 1979, sin embargo, nos sorprendió a todos como ensayista con un libro hondamente maduro (José Revueltas: una literatura del lado moridor) (…) Con cierta frecuencia, Escalante ha dado vida, con sus artículos impetuosos y sus polémicas incendiarias, a un mundo, un mundillo y un inframundo literarios, que gusta de enmelares en los elogios o regodearse en el fango de los insultos y las descalificaciones. Marco Antonio Campos.
- … su aproximación a la filosofía tampoco les gusta a los filólogos y lingüistas, y él sin embargo tampoco se ha dejado expulsar de esos ámbitos reflexivos sin plantar cara. Basta recordar su polémica con Antonio Alatorre. Así que se ha dicho que definir lo que hace Evodio es bastante difícil. Yo creo que no: incursiona en la filosofía, en la historia literaria, en la lingüística, en la crítica de arte, entre otras cosas. José María Espinasa.
- En los años ochenta impulsó en Sábado de unomásuno una sección que se llamó “desolladero”. Yo lo vi entonces y lo veo ahora como un gesto desesperado en busca de polémica que sin embargo desembocó en una guerra de insultos que anticipaban lo que sucedería en las entonces inexistentes redes del mundo virtual. La ausencia de diálogo provoca un enconamiento y una subida de tono a la vez. A Evodio los académicos lo miran de soslayo –es poeta y periodista y además broncudo– y no pocos escritores tildan sus textos, con la intención de quitárselos de encima, de académicos. No niego que algo de culpa tiene el propio Evodio, pero pienso que él desearía tener interlocutores, dialogar con otros críticos, pues el papel de francotirador puede ser simpático pero no cómodo. José María Espinasa.
- Ciertamente, domina el biografismo en la poesía de Evodio Escalante, pero no el biografismo confesional e ingenuo de la mala poesía, sino una suerte de perspectivismo, donde el enfoque desde el cual se percibe la realidad es el del sujeto, pero a la escala hiperbólica de un sujeto consciente de la fugacidad de su presente. Alejandro Higashi.
- Colocada a la mitad de camino entre los textos literarios y el lector, la crítica –cualquiera que sea su gama de valores– no funciona nada más como un puente y una vía de acceso, es también, y muy a menudo, un cerco y una técnica de exclusión: una operación ideológica que acota el campo de lo leíble y determina los usos (y los sentidos posibles) de una obra. Evodio Escalante.
Crápula
He visitado los más turbios hoteles
Y he ido a la cama con hombres, con mujeres.
Con perros, con gallinas
Y hasta quizá con niños
En la ardorosa claridad, en la noche aturdida,
Soliviantado por las penas, el tiempo apresurado,
El no saber qué cosa,
El alcohol, el dinero,
Por la estéril estrella
Y por la vida, en fin, soliviantado
Por la lumbre,
Por el deseo marchito de la rosa vencida,
He penetrado en turbias, oscuras cavidades,
He cavado sin fin,
He dividido en dos las porquerizas,
He cerrado los ojos entre perdido y ciego,
He avanzado sin tacto y sin remedio
En la ciudad estercolada,
Y he salido del círculo fangoso, sin esperanza,
Más bien llevado por el cuerpo
Y contra el propio cuerpo si era necesario
Todo por obtener un respiro
Y escribir el poema.
Al Poeta infatuado
Presumes en verso los pechos de tu Musa
Que estimas de Arte Mayor.
Te admira –siempre en verso– la flexión de su cintura,
El remate torneado de sus piernas
Y la prístina miel que corre por sus muslos
Cuando dices que le haces el amor.
Piensas que al divulgarlo en tus poemas
Imcrementas hasta lo insoportable
La envidia de tus críticos.
Lo que ignoras
Es que cuando te vas de gira a la provincia
A leer tus versitos,
Alguien que no hace versos
Cubre las cavidades de tu Musa
Con un gusto que no podrías imaginar.