Presentamos dos poemas de Efe Duyan (Estambul, 1981). Poeta, traductor y arquitecto. Es autor de tres libros de poesía Takas (2006), Tek Şiirlik Aşklar (2012) y Sıkça Sorulan Sorular (2016). Poemas suyos han sido traducidos al francés, italiano, chino, griego, entre otras lenguas. Colabora con el Offline Istanbul Poetry Festival y distintos festivales de poesía en el mundo. Las traducciones son de Adalberto García López.
Las palabras de un trabajador que se encontró a su hijo en la barricada de soldados
mi garganta se ha secado
pero no parece callarse
mi garganta está irritada
por llevar pancartas en bandejas de plata
mi garganta es un aterrado funámbulo
que no sabe que es posible equilibrarse en la cuerda
sólo al avanzar
hacia la barricada de soldados
mi garganta está asustada
mientras que los cascos de los soldados
están ondeando por nuestro viento
mi garganta está ciega
¿no es aquel mi hijo
escondido en un uniforme
apuntándome con su rifle?
mi garganta está compitiendo con mis piernas
bravuconas como una pandilla de niños
mientras salta sobre la barricada
con mi garganta extendida
abrazo a mi hijo
mi garganta está hecha un nudo
guarda para ella misma la alegría
mi garganta está herida
la sangre de otras cinco personas
está derramándose
mehmet y osman de cevizli cigarette factory
a mehmet le creció un mehmet agitado
cuando se convirtió en padre
mehmet ya era dueño de otro mehmet serio
cuando contrajo matrimonio
también contrató a un mehmet escéptico
por necesidad
todos los mehmet están en buen estado
a su lado se encontraba osman que tiene a varios osmans
que mehmet no conocía
¿hubo algún mehmet sacrificado?
–mehmet lo desconocía –
pero cuando una pistola apuntó a su grupo de amigos
él no dudó
el osman secreto de osman con su identificación de policía en su bolsillo
sostuvo la mano de un trabajador de tabaco por primera vez
–el mehmet muerto de mehmet –
con la tristeza de que su esposa perdiera su mehmet
un mehmet terco caminó por la plaza taksim
rompió sus últimos remordimientos
cuando osman presentó su renuncia
era hermoso resistirse a la muerte
incluso después de haber muerto