Poesía ecuatoriana: Fabián Guerrero Obando

Recientemente El Ángel Editor publicó Frágil como es del poeta ecuatoriano Fabián Guerrero Obando (Quito, 1959). Es maestro de Escritura Creativa y Lingüística Textual en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador. Ha sido invitado a varios encuentros de escritores y poetas, dentro y fuera del Ecuador. Consta en antologías nacionales y extranjeras. Parte de su poesía ha sido traducida al inglés, alemán, francés, griego e italiano. Dirige las revistas Digresionesy La Revista. Ensayos suyos han aparecido en diversos diarios y revistas nacionales e internacionales. Ha publicado las obras Me separo me persigo (1995), Facticio ficticio (1998), Nexos Casuales (2001), El Viaje (2003), Las partes (2006), Zanja (2009), La víspera (2011), Cuándo el amor (2013), El radiante guiño del insomne (2014), Ninguna Cosa Nacida (2016), Invernada (2017), Ardid (2018), Como la vida (2019), Formas de la pérdida (2020), El día que fuimos (2021) y Frágil como es (2022).

 

 

 

I

Parece un pájaro muerto
Lo que yace en el umbral de la puerta.

Roja la cabeza o lo que queda de ella.

Rojo sobre rojo
Sobre el suelo rojo.

Nos llenamos de viento
Y el vuelo del pájaro se alza en la memoria.

Ni rayos ni truenos
Solo un destello.

 

 

 

II

Ronca
Cansada
Esa voz,
Tose.
Después
Se oye un borboteo
Uno solo
Que suena triste.
Y casi con encanto
Suena otro
Y otro a la vez.

 

 

 

III

No es la lluvia,
Sino el acto de escurrir.
Allí abajo
Aislado
Como charco en la flor.

 

 

 

IV

La vejez:
Crisálida que se vuelve mariposa
Y levanta el vuelo
En plena noche.

Hacia adentro.

Simple arruga
O ala rota
Jugando al escondite.

 

 

 

V

El día es más real a esta hora.
Utiliza un disfraz y se hace pasar por pajarito,
Pero ya no es más que un árbol caído
Del que todos hacen leña.

Carcoma que roe la madera
Sobre la hora.

 

 

 

VI

Todo ha desaparecido:
Aquella montaña púrpura
Y los fantasmas del lugar.

Quedan los ecos del viento
Raspando la ventana.

 

 

 

VII

Sobrevivir
E incluso llegar a viejo.
Tropezar en los umbrales
Y golpearse la cabeza con el techo.

Levantarla brevemente
Y volver a golpearla.

¿Es un golpe renuente
0 una simple resonancia?

 

 

 

 

VIII

Haber ganado alguna vez.
Algo alguna vez.
Pudo ser.
Y, no obstante,
Ya no recordarlo.

Queda el movimiento de negar con la cabeza
La presunción de futuro.

¿O es solo una cabeza torcida
torciéndose más?

 

 

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