Poesía de Honduras: Victoria Galeano

En el marco del dossier de poesía hondureña que prepara Murvin Andino, leemos a la poeta Victoria Galeano (2001). Egresada de la carrera de Letras con orientación en Lingüística. Es narradora y poeta. Miembro del Colectivo Letras Hondureñas (CLEH) y del taller Nacional Juvenil de Poesía Ronda Juvenil de Poetas. Los poemas aquí presentados pertenecen al libro Mujer de las letras, aún inédito.

 

 

 

 

Mujer de las letras

Hoy me he casado.
He realizado un pacto de amor,
he marcado en mi piel
que soy mujer de las letras.

Yo existo y estoy compuesta por el abecedario,
escribí en el vientre de mi madre,
escribí al nacer,
escribí al crecer,
escribo hoy
y seguro que escribiré aún estando muerta.

El hombre que quiera estar conmigo
debe saber que primero
van las letras y luego él.

Luché mucho tiempo con las palabras
y ahora se han vuelto en mis confidentes,
respiro y exhalo letras,
como y bebo letras;
camino y me veo elegante
porque estoy hecha de alófonos.

Mis suspiros,
mis risas y versos
son fonemas
porque yo…
soy la mujer de las letras.

 

 

 

Red Entomológica

La felicidad como una mariposa: bella y libre, pero difícil de atrapar. 

No hay que saber cómo es para anhelarla, no hay que tenerla primero para extrañarla.

No diré que carezco de felicidad, pero por los momentos la anhelo y extraño; la atrapo con mi red entomológica, sin embargo, la felicidad con su delicadeza tiende a destruir mi red, haciendo de un juego el intentar alcanzarla de nuevo. 

A veces quisiera que alguien me ayude a raptarla, a secuestrarla y mantenerla en un sótano por el resto de mis años en esta vida llena de materialismo y egoísmo.

Vení, y seamos.

Seamos y que otros también sean lo que tienen que ser, porque por algo se nos ha otorgado la vida.

Tenemos suerte que la red entomológica no solo atrape mariposas, sino otra clase de insectos que se hacen pasar por mis sentimientos.

Por veces quisiera que la misma persona por quien hago metamorfosis para convertirme en su felicidad personalizada, hiciera lo mismo por mí.

Pero vení, y seamos. 

Si no somos del uno para el otro, lo seremos para alguien más.

Si no fuimos para ser de ambos, fuimos para ser de otros que son para nosotros.

Volá y convertite en la felicidad misma. Pintá tus alas como querás, pues la felicidad tiene un miligramo de ignorancia y fue creada por un valeverguista.

Salí de tu capullo y estirá esas alas, que nadie más lo hará por vos; y así como las mariposas, dedicate a la vida con elegancia.

Y mientras te dedicás a ser sofisticado, yo me esfuerzo en inspirarme para lograr escribir algo que me agrade; y si mi esfuerzo resulta, lograré atrapar a una mariposa con mi red entomológica. Y ojalá mi red sea lo suficientemente resistente para atrapar a otro bicho llamado autoestima.

 

 

 

 

Conclusiones de una crisis

¿Quién dijo miedo?
No diré que me enorgullece
pero soy una cobarde valiente.
Una chispoleta decente
Aaahh…
y una dama demente.

Siempre en búsqueda
de a saber qué…
de preguntas con respuestas inexistentes quizás,
o también de temores,
de amores,
sin importar que estos
son la razón de mis dolores.

Pero quién soy yo
para abstenerme a las tentaciones del destino,
que me ofrece ideas, herramientas
para este oficio que algunos llaman don,
y el que se niegue a ello es un cretino.

¿Quién dijo miedo?
Probablemente aquel
que no habla con palabras
sino con indirectas,
así que disculpen a mí,
puedo ser mucho
pero para esas jugarretas
ando indispuesta.

Por eso me corto el cabello,
por eso ando tatuajes en mi pellejo,
por eso pierdo mi mirada en un destello,
por eso acepto ahora mi reflejo.

Así soy,
así nací,
así crecí,
así morí,
diré cuando me juzguen en el limbo.

Pero estoy segura
que mis únicos pecados serán
la mera procrastinación
y mi vicio al romance:
mi más grande perdición.

¿Quién dijo miedo?
Para callarle la boca.
Estoy flotando en el vacío de mis pensamientos
y el que atente con mi calma
le aviento una roca.

Sí…
por momentos tengo miedo también
pero me doy mis días sabáticos.
Suficiente tengo con este vaivén
de llantos asmáticos,
de obligaciones por hacer,
de metas por cumplir,
de este futuro, sin saber
si algún día lo lograré conseguir.

¿Quién dijo miedo?
¿Quién dijo miedo?
Cállense,
relájense.
Paso a paso,
día a día.
Yo ya aprendí,
no hago caso
al mañana incierto:
una innecesaria agonía.

 

 

 

Mis adjetivos

El sustantivo soy yo,
que como cualquier otra oración
necesita que a la par
estén escritas sus cualidades.

Mis adjetivos son:
hondureña,
centroamericana,
latina y, sobre todo
americana;
porque nací en el mismo continente,
y a diferencia del norte,
mi cultura me hace darle
una pizca más de sal
y especias a la salsa.

Mis adjetivos son:
original,
pintoresca,
extravagante y
bohemia.
Mi madre dijo
que a los bohemios hay que temerles,
entonces guarden precaución
cuando me vean pasar.

El sustantivo soy yo
y la vida mi oración compuesta.
¿Cuándo empezarán ustedes
a definir sus adjetivos?

 

 

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