Poesía colombiana: Ana María Bustamante

Leemos poesía colombiana. Leemos algunos textos de Ana María Bustamante (Medellín, 1991). Poeta, fotógrafa, socióloga y Magíster en Sociología. Fue ganadora del Premio Latinoamericano de poesía Ciro Mendía (2020) con su libro Nieve (Valparaíso Ediciones, 2022); del Premio Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio con su libro Antes de ser silencio (Sílaba Editores, 2019); del IX Concurso Nacional de Poesía Héctor Trejos Reyes (2016). Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, italiano y árabe, y aparecen en antologías y medios físicos y virtuales de países como Colombia, México, Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Chile, España, Italia, entre otros. Sus fotografías han aparecido en exposiciones de países como Polonia y Colombia. Actualmente es profesora e investigadora universitaria y editora de la revista Telúrica del colectivo “Nuevas Voces”.

 

 

 

Nieve, Valparaíso Ediciones, 2022. Premio Latinoamericano de Poesía Ciro Mendía 2020.

 

 

 

Ausencia

 

No hay idioma más sincero
que el frío
su ardor acaricia los huesos
como a la vida:

eso es lo que llamo ausencia

una voz temblando en la carne
un murmullo
un recuerdo estrechándose
a lo que duele

como el mundo se estrecha
cada noche
al silencio.

 

 

 

 

Siluetas

 
Hace días que imagino
el campo de plumas
que será la vida
luego de esta existencia de luces
sombras, siluetas.

Desde entonces pienso
que toda distancia
desaparece
fluye, se apaga
en la complicidad de estar lejos
de construir nuestros cuerpos
sin rostros

nuestras sombras
sin voces

y de pronto
en un rojo chispazo de vida
aparecen nuestros ojos palpitando
a la espera del soñado arbusto de flores
o del luminoso jardín
que alguna vez en silencio
nos prometieron.

 

 

 

 

El sueño de la nieve

 
Siempre en la boca
el fuego ha de nacer

nos quemará los labios
como si cada palabra
dijera lo imposible
y mereciera el rojo destino
de la llama

el lenguaje se hará ceniza
no habrá testigos
que hablen
el incierto ardor de la sangre

y nuevamente
como ha sucedido desde el primer nombre
que apareció en la tierra
surgirá el sueño de la nieve
que es el mismo del olvido.

 

 

 

 

Árbol de fuego

 
No voy a rendirme ante mi rostro
voy a encender la hoguera

a construir los pequeños troncos
que han de arder
mientras mis palabras
pequeños y volanderos trozos de espuma
enfrentarán el incierto destino
del exilio

pero la sangre
casa infinita de mi sombra
se teñirá de azul como la angustia

se vestirá de lluvia
de paraíso vivo

se encenderá en el fuego
que no podrá extinguir
el dulce torbellino de mi historia.

 

 

 

 

Todo lenguaje es adiós

 
Todo se ha detenido
bajo la nieve

dicen que el frío
ha sepultado los cuerpos,
que en las noches
algo más que el cielo
se ennegrece,
la pupila se apaga
cuando florece el incendio
que es la vida

y entonces
este lenguaje cae
como el hielo:

es la despedida

como sucedió alguna vez
con mi lenguaje
es ahora mi cuerpo
el que se entrega a la noche
y ya no tiemblo
ya no grito.

 

 

 

 

Antes de ser silencio, Sílaba Ediciones, 2019. Premio Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio 2019.

 

I

Soy el silencio que sobrevive

tan lejos,
donde la boca del mundo desaparece
y queda solo una sombra,

un fluir inmenso de agua
donde la soledad se yergue.

En la ceguera de mi nombre
emprendo el viaje.

 

 

II

Vengo al encuentro con lo antiguo,
al hondo renacer de esta ceniza.

A poblar el silencio,
el cansancio,
torpemente,
con mis huesos fundidos.

A nacer, viajera
en el indefinible milagro del alba.

A eso he venido.

 

 

 

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