Leemos a la la poeta argentina Irene Gruss (1950-2018). Publicó La luz en la ventana, 1982; El mundo incompleto, 1987; La calma, 1991; Sobre el asma, 1995; Solo de contralto, 1998, En el brillo de uno en el vidrio de uno, 2000, La dicha, 2004 y la nouvelle Una letra familiar, 2007. Integró las redacciones de las revistas literarias “El escarabajo de oro”, “El ornitorrinco”, “El juguete rabioso”. Dictó de manera constante talleres de poesía.
Conté con los dedos de mi mano
las veces que tuve, no las que amé.
Las yemas de los dedos
se quedaron mirándome, las líneas
de la mano rieron (¿amé
lo que tuve? ¿Quise decir
quiero un poco
de esto o de aquello,
gané, perdí semejante
generosidad?).
Ahora que me aferro
a lo que tengo -como a un poco
de nada-,
veo líneas que una burla desecha,
y lenta, tiernamente abro
el puño, dejo caer
la arena, vuelvo a tomarla.
Zona
No escuches. Tus hijos lloran
pero no escuches. Por
un momento
no creas más que en
lo apacible y
bueno
de estar sola,
todo quieto y
sola.