Poesía mexicana: Antonio Lau Piña

Dentro del dossier de joven poesía mexicana que prepara Eyson Morales Raymundo, leemos una muestra del poeta Antonio Lau Piña (Guamúchil, 1997). Maestro en Sociología Política. Tijuanense por adopción. Es director editorial de la revista El Morador del Umbral. Autor de los poemarios Poemalos con Formalina (2020, ediciones Awita de Chale), Emesis (2021, Metaletras editorial) y Un lugar donde arder (2022, Granuja editorial). Ha colaborado con poesía en diversas revistas online e impresas.

 

 

 

 

Barco de papel

Pienso por primera vez
que no pertenezco a ninguna parte,
que ninguna parte me pertenece.
Jorge Teiller

Llevo años
viviendo
con delirios de escape
yendo de aquí
hacia allá
esperando encontrar
algo
que no sea
mi reflejo
ni nada que me recuerde
a los charcos que se hacían
en los baches de Tijuana
cuando llovía
            uno nunca sabe
            que tan profundos
            realmente son,
me pone nostálgico
pensar
como es que durante la última inundación
se taparon las alcantarillas
            como siempre sucede
provocando que el agua se acumulara
por las avenidas
creando un violento rio
que a su paso se llevó:
autos, árboles, perros, gatos,
al sol, señales de stop,
y a mis amigos,
a todos ellos,
cada uno de nosotros
fue arrastrado
como hojas otoñales
por el cauce
directo
al naufragio.

Por eso hice mi propio barco de papel
para colarme por la primera alcantarilla abierta
que encontrase
            sin tripulación ni alimentos a bordo
y escapar de nuevo
como lo he hecho durante años
a cualquier sitio en donde poco valga
lo que sea que vivimos
en el pasado.

 

 

 

Demasiados fantasmas por aquí

In this terrifying world,
all we have are the connections we make.
Bojack Horseman

A veces me pregunto
a dónde es que fueron
todos esos amigos que perdí
en el camino,
qué es lo que hacen de sus vidas,
si son felices
o si, en cambio,
siguen luchando contra los mismos demonios
de hace algunos años,
si de verdad todo ese cariño
que nos mostramos en algún momento
dejo cicatrices lo suficientemente hondas
como para que se vean a simple vista
en relieve
para hacernos recordar
todo aquello que se nos escapó
o las tardes que parecían no tener fin
cuando éramos más jóvenes
y delgados y guapos y encantadores.

Me pregunto que será de todos ellos
si seguirán cargando su pasado
en su presente
sin esperar ya nada más de su futuro
más que desaparecer
de la faz de la tierra
como lo hicieron ya un par de veces
anteriormente,
como lo hice yo,
como lo haremos todos
al final.

 

 

 

Numb

Toda la tristeza
del mundo
cabe
en un
estómago.

 

 

 

La cosa está así

Nos hacemos videollamada
desde ciudades que no son para nosotros,
nos decimos todo lo que salido mal
últimamente,
     pretender que todo va salir bien
     es más fácil que aceptar la derrota.

Resulta que Vincent se irá a Arizona
para estar con su mujer,
dice que la extraña
y que le haría bien
un nuevo cambio de aires.

Carlos sigue en lo suyo
en un negocio que no tiene ni pies ni cabeza
porque alguien le dijo alguna vez
que Estados Unidos
es la tierra de las oportunidades perdidas.

Mientras tanto yo estoy acá
en una ciudad de muerte
en la que no hay nada que hacer
a pesar de su inmensidad,
la bandeja de mi correo
se llena con mensajes que dicen
not selected” de postulaciones
infinitas de trabajos que no quiero.

Alguien me dijo cuándo me mudé para acá:
“vas a la ciudad del fracaso”,
no lo entendí del todo entonces,
ahora lo hago,

cada vez está más cerca el final inminente
en la que todos nuestros fracasos
se juntarán en el final del mundo
y reconocerán sus rostros
con un poco de vergüenza
y lastima
por todo lo que perdimos y sacrificamos
en el camino
para llegar a ningún lado en específico.

 

 

 

Franny said: “If you’re a poet, you do something beautiful.”

Me gustaría escribir un poema
que no hable sobre tristeza, pastillas o alcohol,
un tipo diferente de poema,
un poema donde pueda ser todas esas cosas que nunca seré,
donde el tiempo no pase a través de mi cuerpo.

Un poema que funcione como una casa
y pueda esconderme dentro de ella
ignorando los golpes en mi puerta
durmiendo en el sofá con la TV encendida toda la noche
escuchando el dialogo de una linda película
                  una película de amor si es posible
soñando que estoy en ella
teniendo alguna clase de final feliz.

Me gustaría escribir un poema
que no lidie
con el miedo al abandono,
deudas, enfermedades mentales,
amores que nunca funcionaron,
arrepentimientos, miedo,
y ese tipo de cosas sobre las que
los poetas suelen escribir.

Me gustaría ser otro tipo de poeta,
un poeta que puede escribir sobre cosas hermosas,
como mañanas lluviosas y amistades duraderas.

Algún día seré un poeta que no escribe
sobre cosas clichés,
y esperaré por ese día
sentado en mi balcón
para no cansarme
de esperar de pie.

 

 

 

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