Leemos poesía ecuatoriana. Leemos a Nelly Córdova (San Gabriel, Ecuador, 1942). Escritora, crítica, conferencista, académica, educadora, gestora y activista cultural. Ha ejercido la cátedra de Letras. Su obra ha sido traducida al alemán, inglés, portugués, kichwa. Fue Presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores SEDE (2001-2003). Ha sido merecedora de varios méritos y condecoraciones otorgadas por distintas entidades de educación y cultura nacionales y de varios países. Ha escrito obras académicas y Literatura infanto-juvenil. Entre sus principales obras, en poesía, están: Dionisias tengo sed (2022); Tiempo de lobos (2019); Pronobis (2014); La encarnada (2009); Lengua profana (2008); Penúltimo laberinto (2007); Abismos en los ojos de Eva (1988); Estatuas fugitivas (1988); Origen (poesía en español y quichua, 1993); Cinco regresos y un siempre (1980); Tierravenada (3 poetas latinoamericanas, 2009). Integra Antologías nacionales e internacionales. Ha representado a Ecuador en Congresos y Encuentros Internacionales de Literatura, Poesía y Cultura. Ha sido galardonada con el Laurel Trilce de Oro en Poesía por César Vallejo y su Tierra (Santiago de Chuco – Perú); Dama latinoamericana de la poesía, Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias; Miembro emérito del Parlamento Mundial para la Seguridad y la Paz (Lima – Perú): Embajadora universal de la cultura, nombramiento otorgado en (Tarija – Bolivia); Homenaje Provincia de El Carchi a su obra poética; Doctorado Honoris Causa, mérito a su trayectoria académico-literaria, Universidad San Martin (Tarapotó – Perú). Otras membresías, nombramientos honoríficos, preseas y distinciones.
Nelly Córdova es una poeta absolutamente distinta a las de su generación, a sus predecesoras y, me atrevo a afirmar esto de manera contundente, yo diría, inclusive a las que llegan luego de su obra.
Su poesía no es intimista ni está girando dentro del yo, ni de la descripción del paisaje, ni del problema social, ni del problema del cuerpo, ni de la nación filosófica, mítica, hegeliana. Es una extraña introspección por una voz que se lee femenina desde la fuerza y el dolor, dentro de una visión crítica en los cauces gigantes del tema de género.
Xavier Oquendo Troncoso
Carta de la vigilia (enero 1998)
Quienes
hubieren sido humanos de espíritu
más que de carne y hueso han de multiplicar su gen en las estrellas
y serán infinitos
y quienes en el valle de sangre y de ternuras
hubieren sido justos habitarán el crisol del universo
por siempre han de permanecer el cantar y el amor
después que pase el último final de todo tiempo
y todo corazón que haya aprendido y enseñado a amar y a evolucionar
será en la luz de Dios y ha de fluir eterno
ojos de todo abismo han de flotar en él
y con Él vibrarán en la nueva conciencia
y escribirán la historia del espíritu vivo por los siglos
(Abismos en los ojos de Eva, 1988)
oh ceguera mundana oculta
por ti se han perdido lo humano
el ser original y la tierra
la insondable creación del misterio
-el todo- y su existir
la faz natural del planeta se ahoga en océanos vulnerables
qué impotencia dejar que invada lo oculto y sin luz
gobierne a esta humanidad no humana
padece el tiempo alteración de siquis
mutantes carnales y de toda especie emergen
qué hacer y decir si amos de tiniebla nos capturan …
nos hacen de ellos su presa y su empresa
qué síndromes aquejan a este mundo sobreviviente del espanto
(Mutantes ocultos, 2006)
Vienes en otra piel
ya no tienes por cuerpo el verdeclaro cosido
con agujas de agua
ni el páramo en tu espalda
ahora tienes razón de otra manera
amores de otro nombre
la paz de una mentira más barata
el ritmo tropical en tu cintura
bandejas con sirvientas desechables
zapatos que no pisan el aire ni los ruidos
y ese miedo de mirar hacia los sauces
en el tumbado alfombras que combinan
con tu piel y el muslo del durazno
espejos de marfil hasta en el piso
donde espectros se miran tus entrañas
ya no hay frío ni granizo en la luz
(Cinco regresos y un siempre, 1985)
El regreso
regresaste curado de otra sed
no hay para qué ahora ni nunca
extender la lengua hacia la lluvia a beber nieve
-a llenar de aire mojado día y noche el pozuelo olor a pinotienes
todo
se dice que hasta tienes un dios a tu servicio
llaves de todo brillo
palomas mensajeras en tus libros
ni porque tienes todo
-el amor por la gracia conque ordenas a tus vientos
arderá o se apagará a tu modono
amanecerás brotado en el umbral de mi memoria
(Cinco regresos y un siempre, 1985)
18
vocerío de mujeres cebras trompas de dragón
desgranan mieses cóleras en ciudades cautivas
cálices de flores vírgenes mojan calles y portones
encierran a músicos que no regresan
ternísimos aromas
colinas de añejo tiempo queso amasado y miel
la llamaron ángela dioní
con su nombre esta mujer trashuma por desiertos
ira humana y en celo cíclopes añejos la persiguen
madurados caminos
formando círculos de besos ríos profundos
leñadores pianos y flautas madre tierra caliente
a ella se arriman cuerpos y ojos de toda estirpe
y aparecen volcanes entre rostros de nieve
(Dionisias tengo sed, 2022)
21
para nuestro mal
nos vuelven enemigos de nosotros mismos
se engañan
un ideal nos unió
salió a luz nuestra cabeza
brilló de nuevo el íntegro sol de verano
suena el canto aprendido de la selva
pandemia rueda a pedazos por pantanos
(Dionisias tengo sed, 2022)