Poesía china: Duo Duo

Leemos al mayor poeta chino de nuestro tiempo, Duo Duo. En 2016 recibió el Premio Nuevo Siglo de Oro, distinción que otorga Círculo de Poesía.En 2010 mereció el Premio Internacional Neustadt de Literatura. Valparaíso México publicó el volumen Promesas. Poesía escogida en la traducción de Ming Di y Sergio Eduardo Cruz.

 

 

 

 

 

 

 

Mañana

 

Es de mañana, o es cualquier hora, o es de mañana.

Despiertas y sueñas que despiertas, y temes despertar

y entonces dices que tienes miedo de las cuerdas, miedo de las mujeres

con rostro de pájaro, y entonces sueñas

con tu padre

hablando idiomas de pájaro, bebiendo leche de ave.

Sueñas con tu padre en su juventud, con él

que en su juventud, no en un sueño,

te parió, y sueñas el sueño que soñaba tu padre.

Sueñas lo que te decía tu padre, que esto es un sueño que soñó un hombre muerto.

 

No crees, aunque te esfuerzas en creer

que esto es un sueño, solo un sueño, un sueño tuyo:
fue una vez el manillar de una bicicleta manteniendo su forma constreñida por la mano.

Ahora, gotea del vientre de tu padre.

Una vez fue un hijo que se negaba a ser parido.

Ahora es tú

que regresas arrastrándote hacia el manillar. Has soñado

todos los detalles como si fueran los dientes

que tu padre abandonó sobre la tierra, brillando

y riéndose de ti.

Así que no eres la muerte,

sino una faceta de la muerte: has soñado el sueño de tu muerte.

 

 

 

 

 

 

Atrás de las pestañas relampagueantes de un caballo

 

El sol emerge desde el este, iluminando

los dientes frontales de un caballo

y, dentro de sus ojos, a mis lágrimas.

 

Desde sus cavidades nasales, me escucho

disparar a los quince años , entre campos que ardían.

 

El caballo dobla su cabeza melancólica

entre la paja que se quiebra.

 

A medio enterrar, un caballo hace

que se vaya abriendo la maleza.

 

Bajo el rostro, medio muriendo y medio inclinándome,

para escuchar las lágrimas del caballo

que gotean dentro del bosque.

 

Arriba del caballo, mariposas

y un campo dorado están observando.

 

Hola. Encuentro al caballo, y su frente me toca,

me toca, y me toca por siempre.

 

Clac, clac. El caballo avanza

en busca de mi propia vida terrenal.

 

 

 

 

 

 

 

 

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