Poesía salvadoreña: Mauricio Vallejo Márquez

Leemos poesía salvadoreña. Leemos algunos textos de Mauricio Vallejo Márquez (San Salvador, 1979). Escribe crónica, ensayo, cuento, novela y poesía. Algunos de sus libros son Nueve soy (2016) y Experiencia y literatura (2017). Desde 2010 es editor y coordinador del Suplemento Cultural Tres mil de Diario Co Latino.

 

 

 

 

Mauricio Vallejo Márquez​​ (San Salvador, 1979) escribe crónica, ensayo, cuento, novela y poesía. Su obra se ha publicado en Latinoamérica (Argentina, Colombia, México, Venezuela y Nicaragua) y España (Revista Cuadernos Hispanoamericanos), y traducida en Europa (Rumania, Francia e Italia) y Asia (Irán y Japón).​​ Es editor y coordinador del Suplemento Cultural Tres mil de Diario Co Latino desde marzo de 2010 hasta este día en 2023. También es Licenciado en Ciencias Jurídicas y Maestro en Docencia Universitaria.

Ha publicado los libros​​ Tiempo en la Marea​​ (1999);​​ Cantar bajo el vidrio​​ (2001),​​ El último Salmo​​ (2007),​​ Cuentos de Ocio​​ (2007)​​ y​​ (2008),​​ ​​ La decisión, la venganza y otros cuentos​​ (2013),​​ ​​ Bitácora​​ (2013),​​ Nueve soy​​ (2016)​​ y​​ Experiencia y literatura​​ (2017).​​ 

 

 

 

 

 

 

Lléname

 

Lléname como llena la muerte a la vida

Cúbreme con tu aliento y tu voz

Hasta que esté lleno de tu esencia

Y lleno ya no exista espacio en mí

Que no esté colmado de tu nombre.

 

Lléname para que no exista piel

Que nunca pueda llamarse nuestra

Mientras seamos uno sin tiempo ni medida

Cubriendo de ti cada palabra y cada cifra

Para formar la palabra que dicta el día.

 

Y entonces lleno de ti amanezca

Colmado de piel ajena y propia

Siendo siempre nosotros, los mismos

Que colman su tiempo en una palabra labrada.

 

 

 

 

 

 

Pienso en ti

 

Pienso en ti y eso llena mis horas

En medio del tedio de los mismos pasos y colores

Al escuchar tu vos las sombras se ocultan

Y surge tu rostro.

Cada tanto regresa y me llena el pecho

Lo pone alto y erguimos la frente

Porque te pienso en los caminos

En la espera y cada tanto

Y quisiera decirte tantas cosas

Que se pierden con las horas

Por ser tan únicas

Y se resumen porque pienso en ti

Y eso basta.

 

 

 

 

 

 

Vamos a dejarnos caer

 

Vamos a dejarnos caer

Una vez al menos

Para que esta llama

Procure quedarse así

Para siempre.

 

Vamos a caernos bien,

Lo suficiente para creer

Que no hay forma​​ 

De pararse

De volar

De salir.

 

Vamos a dejarnos caer

Sin más razón que caer

De sentirnos en caída

Y creer que la lluvia crece

Y que nunca escampa.

 

Vamos a dejarnos caer.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuéntame las horas

 

Cuéntame las horas

Cuando esté lejos

Para que en cada descuento

Me acerque

  ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ Y así al vernos.

No cuentes las horas

Cuando estemos juntos

Para que el tiempo permanezca

Y seamos eternos.

 

 

 

 

 

 

Corazón

 

Mi corazón

gira en un sordo latido

En calles de ceniza y granito,

En la cabeza del viento.

 

Sus manos llenas de pesares

Buscan entre el ayer​​ 

un alma, unos ojos y el tiempo.

 

Mi corazón

En la cabeza del viento

Desea elevar el alma por los cielos

Como una cometa.

 

 

 

 

 

 

 

Medio corazón

 

Los corazones se rompen,

Se quiebran y se paren,

Se mueren y se parten.

Ya he vivido tanto

Con sólo medio corazón

Y tantos

Han vivido más que yo.

 

Los corazones se van

Se prenden y se espantan

Se demoran

Y se tornan.

 

Mi medio corazón se escabulle

Entre mis dedos,

No dice más palabras como el agua.

Es una luz de sol

sobre los papeles blancos.

 

Medio corazón,

Sin mirar atrás

Apresta el viento,

Aquí estoy.

 

 

 

 

 

 

 

 

Búsqueda

 

Tu sonrisa

Postra la luna.

 

 

 

 

 

 

Esos días

 

Odio las mañanas

en que el corazón se agita

deseando huir por mi boca.

Intento detenerlo

pero es obstinado y no se deja,

logra que las palabras se tornen huecas

y mis ojos asesinos.

Amenaza con salirse

—​​ Calma corazón, reposa suave—​​ 

pero se agita

y discutimos en silencio

hasta que logro convencerlo

entonces dice:

—​​ Será mañana, será mañana—​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Diástole

 

Mi corazón rota en un sordo latido

En calles de granito y ceniza,

En la cabeza del viento.

Sus manos de pesares buscan entre el ayer: un alma,

Unos ojos, la inmortalidad.

Desea elevar el alma por los cielos

Como una cometa.

 

 

 ​​ ​​ ​​ ​​​​ .

 

 

 

 

Entrega


Mi corazón no cae cansado por la carga
que no quiere llevar​​ 

y lleva.
Lo quiero dejar en cualquier parte​​ 

e irme de la mano con Dios,
como un niño, tranquilito.

Pero, mi corazón lo entrego,​​ 

porque…
qué otra casa puedo hacer,

sino darlo.

 

 

 

 

 

 

Amantes

 

Es la noche

la mano del tiempo,

el cielo es un guante negro

cuando baja la escalinata

donde a la sombra se cobijan

los novios

y se acarician

bordando juntos

besos y gemidos.

 

 

 

 

 ​​ ​​​​ 

 

 

Verte

 

Eres como la música

profunda,

valiosa

y llena en tu sonrisa.

 

Cuando te figuro entre palabras

cae hondo en mi corazón

un amor tan fiero

qué libro cada vez​​ 

al verte.

 

 

 

 

 

 

Te espero

 

Tu voz arrulla el tiempo

y espero que mengue tu silencio

evocando al fin tu palabra

llena de leche y de miel

como mi eterna tierra prometida

te espero como promesa y delito

lleno de susurros.

 

 

 

 

 

 

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