Monteverdi, poemas de Lucas Margarit

Presentamos seis poemas del poeta argentino Lucas Margarit, pertenecientes a su libro inédito titulado Monteverdi.

 

 

 

 

Lucas Margarit es poeta, profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires. Publicó los libros de poesía, Círculos y piedras, Lazlo y Alvis, El libro de los elementos, Bernat Metge, elis o teoría de la distancia, Telesio. Brevissimo tratado sobre el asombro y Vestigios de lo que se puede ver. Entre sus títulos de ensayos, Samuel Beckett. Las huellas en el vacío, Leer a Shakespeare: notas sobre la ambigüedad y El monólogo mudo. En torno a la obra de Samuel Beckett. Ha traducido y editado obras de William Shakespeare, Sir Philip Sidney, Margaret Cavendish, Henry Neville, W. H. Auden, Samuel Beckett, entre otros autores. Con el grupo de investigación que dirige en la UBA publicó tres tomos de textos utópicos ingleses (dos volúmenes con textos del siglo XVII y un tercero con Utopías del siglo XVIII) y Poéticas Inglesas del Renacimiento. Es miembro de la Samuel Beckett Society y de la Asociación Argentina de Teatro Comparado. Sus poemas han sido traducidos al inglés, al portugués, al catalán, al italiano y en este momento al noruego.

 

 

 

Carta a Claudio Monteverdi desde Cremona

 

No gires la cabeza, Claudio,

cuando aquellos que te miran

hablan de sangre y silencio.

 

Vuelve una vez más a casa e inventa

el canto del ave y de su imagen.

 

Vuelve a casa como quien

coloca monedas sobre el camino

y trae tu cansancio ahora que crees morir.

 

Vuelve a casa, nadie traerá tus muertos hasta esta fosa

en este destierro que llamabas en silencio “distancia”.

 

Vuelve a casa, cabizbajo como un monje joven

que llora bajo un ciprés.

 

Así observamos la voluntad de decir “amén” con otras palabras.

Claudio, ahora vuelve y recupera la infancia y las cartas de tu padre.

 

 

 

Fragmentos de un diario

 

“en un viejo libro encontré voces y reconocí

la imagen de Narciso que se miró en las pupilas entreabiertas de Ofelia

cuando pasaba frente a él flotando como un irupé.

Así transformó el agua en vacío y Ofelia miró entre la arena

el cuerpo hundido de Narciso.

Historia tomada del El libro de los elementos que incluyo en un madrigal

que dedico a los muertos por la peste.

Estoy lejos de Mantua

cierro los ojos y escribo: Narciso transformado en su muerte.”

 

 

 

de una carta de Giovanni Rovetta

 

Es cierto que dentro de mi alma cabe un bosque y no la hormiga

una montaña y no los ojos de un pájaro que ha muerto. 

En mi alma cabe un jardín lleno de gusanos y orugas que cantan 

y un río que se nutre de cascadas. 

En mi alma está sólo lo que no se permite crecer.

 

 

 

en el margen de un tratado sobre el laúd de Hans Gerle, 1552

 

Ahora que has llorado

deberías comprender

el movimiento del viento en el molino,

su detención, su ruido y su silencio.

el sonido del agua que conduce a todos los exilios

 

 

 

Gabinete de curiosidades de Claudio Monteverdi

 

Guardo entre las cajas de vidrio de la recámara oscura:

 

un autómata que canta

una carta de Barbara Strozzi donde renuncia a la intemperie

 

debajo de una ventana

y sobre el piso de piedra

una caja de cuero guardaba una lista de objetos

en papeles oscuros: “cosas para escuchar”

 

en un frasco antiguo la voz de Séneca cuando moría

y a su lado un tratado de alquimia,

más abajo, esqueletos que guardaban el viento de la montaña

 

 

 

En el borde interior de una pintura de Dirk Bouts

 

…el color de las manos de un ángel que observa,

-allí, en el límite del bosque con el lago-

un pesebre de paja y arena, de agua y de hierba.

Ve en el fondo del paisaje

las huellas de los que huyen,

la desolación y el espesor de una hiedra

con las raíces muertas,

la desolación y la aridez de lo que cree resucitar…

 

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