Leemos el proyecto post- nerudiano de la poeta Valentina Galindez (Buenos Aires, 1999). Ha formado parte de la antología poética Mujeres publicada de manera autogestiva en su pueblo natal, General Belgrano. Actualmente es estudiante avanzada de la carrera Artes de la Escritura (UNA). Ha dictado un taller de poesía, además de participar en distintos ciclos poéticos.
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1
cuerpo de hombre, negras espinas, muslos negros, te pareces al cielo en tu actitud de calma
mi cuerpo de preguntas suspendidas te reposa hace sentar a la hija del fondo del Atlántico
fui nunca como campo abierto, hasta que llegaste. De mí venían las mariposas, y en mí el día se retiraba débil.
para matarme te dejé moldearte como una flor,
como lirio en mi jardín, como jacarandá en mi entrada. pero cae el tiempo de la paz,
y te odio.
cuerpo de escama, de fango, de crema agria y floja.
¡ah, los recipientes del pecho! ¡ah, los ojos de ensueños!
¡ah, las erectas ramas! ¡ah, tu voz ávida y presente! cuerpo de hombre tuyo, huiré en tu rechazo
mi seca boca, mi limitado deseo, el seguro sendero que socavo.
luminosos ríos nos recorren, donde los labios beben sin miedo y el cansancio sigue como siempre
y la finita línea de una ausencia.
8
¡ah! Escandalosa
la esperanzada palabra de ecos la que todo lo tuvo
y todo lo perdió
se sostiene la fuerza última en la primera amarra
Escandalosa,
abre tus lindos ojos
ahí es donde el día respira
se han despertado en sus senos mariposas de luz
entre esta multitud pude que no estés sola
sale el sol y se esconden las gotas
aunque el viento de montaña despierte la rapiña
hay veces que podemos cruzar el río
y mojarnos los pies.
10
al encontrar el amanecer
ya no ver por un par de cejas
que se enturbian.
cual diamante se revela
un pedazo de vuelo en mis labios
dejar de recordarte
con las manos agarrotadas de esa soledad que ya
no conocés
entonces, ¿a dónde fuiste?
¿entre qué alegrías?
¿callando qué palabras?
¿por qué vendrá
todo el dolor de golpe al sentir el amor
tan cercano?
cae la hoja
que se voltea en el orgasmo refugiada se refriega
sobre mis piernas
nunca, nunca te acerques hacia donde el oscuro
entrega las navajas.
15
me gusta cuando hablás porque estás presente escuchás desde lejos
pero mi voz no te toca parece que un deseo te abre la mirada
como cada cosa puede llenarse de tu alma
soltaste las cosas y eres alma
la palabra mía no te alcanza
es un brillo quién habla dejo que me ciegue
su arrullo
dejame decir entre silencios
tu noche es luminosa desde un pasado
no calles como si estuvieras riendo en otro lado
una caricia entre pupilas
basta para creer que no es cierto.