Poesía colombiana: Ayran Riascos Mondragón

En el marco del dossier "Otros lugares, otras voces: Muestra de poesía colombiana", preparado por Martha Cecilia Ortiz Quijano y Edinson Aladino, leemos al poeta trans caleño Ayran Riascos Mondragón (1993). Su primer libro es El que camina (2021).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ayran Riascos Mondragón (Cali, 1993) es un poeta trans caleño, licenciado en lenguas extranjeras y formulador de proyectos en la Universidad del Valle. Ha sido conferencista y poeta invitado del Festival Internacional de Poesía de Cali en sus ediciones XX, XXI y XIII. Ganador primer puesto categoría adultos del XV Concurso de Poesía Inédita de Cali. En noviembre de 2021, publica su primer libro “El que camina”, gracias a la Convocatoria Nacional de Estímulos 2021 del Ministerio de Cultura. Sus poemas han sido publicados en antologías como Poesía Joven del Valle del Cauca (2022).

 

 

 

 

 

 

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Cuna de mandarina

 

En mi próxima vida

deseo que mi espíritu levite

bajo un árbol de mandarinas,

justo en la época de la cosecha.

 

Deseo que una de ellas caiga del árbol

y que un viejo sabio

que pase por ahí todos los días

se entere de mi presencia.

 

El anciano

tomará en su mano a la más bella de las mandarinas

y comerá solo la mitad,

ofrendará el resto al elemental

y yo cumpliré mi sueño

nacer oruga en el cuenco

en el centro de una mandarina.

 

 

 

 

 

 

 

 

No sé qué decir

 

Imagina que tu padre decidiera un día morir para ti

y no para otros,

que un día cualquiera,

dejara a su criatura abandonada al sol.

Imagina que decidiera olvidar tu cumpleaños

pronunciar tu nombre,

escapar de la rutina

de alimentarte.

 

Imagina olvidar la tranquilidad en su mano,

y ser invencible ante el monstruo del armario,

olvidar de repente el apego primitivo,

el olor de su pecho

el ADN compartido.

 

Qué vacío, dirán algunos

qué alivio, exclamarán otros,

pero yo, el hijo sin padre,

no sé qué decir.

No sé qué decir.

 

 

 

 

 

 

 

 

Alberto

 

Naces Alberto,

y a los cinco años tu padre te obliga

a matar tu primer conejo

al verte llorar te susurra,

sé fuerte, los hombres no lloran.

 

Te enamoras por primera vez,

y por amor te quedarías con ella,

pero tienes que ir a la guerra porque eres hombre,

eres el que defiende el fuerte nacional.

 

Vuelves con pena y sin una pierna,

el gobierno te llama héroe,

y luego te olvida,

pero el dolor nunca se va,

y la tarde se vuelve noche,

en la soledad que no se llora,

cuando se es hombre.

 

 

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