Poesía venezolana: María Alejandra Rojas

Iniciamos un dossier de poesía venezolana preparado por Giordana García Sojo. Leemos aquí algunos textos de la poeta narradora, guionista, actriz y tarotista María Alejandra Rojas (Caracas, 1980). Su libro más reciente es Colocarme a la vez mis dos ojos (Fundarte, 2020). Actualmente vive en Málaga.

 

 

 

 

 

 

 

María Alejandra Rojas​​ (Caracas, 1980). Es licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Poeta, narradora, guionista, actriz y tarotista. Ha sido editora y correctora en diversas editoriales. Ganadora del primer lugar del Concurso Literario Ucevista 2006 mención poesía; ganadora del primer lugar del Concurso Fundarte 2007 mención cuentos con su libro​​ De volar;​​ ganadora del certamen de la Villa del Cine 2009 con su guion de largometraje de ficción​​ Por un gallo;​​ mención especial en Cada loco con su tema (México, 2010); ganadora del Premio Nacional Salvador Garmendia 2011 con su libro​​ Todas las noches parece y otros relatos, merecedora del primer lugar en la Bienal Cecilio Acosta 2017 con su libro​​ A todos los he amado. Su última publicación​​ Colocarme a la vez mis dos ojos, Fundarte, 2020, es un poemario digital en formato Ebook. Ha impartido talleres de literatura particulares y clases como docente en universidades latinoamericanas, ha sido parte del jurado en concursos literarios, representante en Ferias de Libro de países como Ecuador, República Dominicana, Irán, Grecia y Turquía. Tuvo una participación especial en la Cátedra José Antonio Ramos Sucre en Salamanca, España.​​ ​​ Actualmente vive en Málaga, trabaja en un volumen de relatos de horror y un guion cinematográfico con temática afro. Ha sido merecedora de la beca en la Residencia Artística en la​​ Stiftung Künstlerdorf Schöppingen, Renania del Norte, Alemania en 2021, asimismo ganó la Residencia Artística en la Saari Residence de la Kone Saatio en Finlandia en 2022. ​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

 

Estoy hablando de la tarde en que morí frente a la iglesia

 

Estoy hablando de la tarde en que morí frente a la iglesia​​ 

te estoy hablando desde antes de volver​​ 

y tú miras oscuramente dentro de esa copa​​ 

 

He decidido tostar esta rebanada de pan humanamente​​ 

mientras los espíritus pesados y azules

se pasean por tu casa​​ 

 

Preguntas quedamente por​​ la​​ batalla y​​ por tus​​ honras​​ 

niegas recordarme​​ 

justificas los movimientos nerviosos de tu pierna​​ 

 

Nadie puede estar más vivo​​ 

en este momento​​ 

  que es la muerte

 

Nadie sabrá​​ 

tú no sabrás​​ 

yo seré una nueva persona que has visto​​ 

y a la vez un cadáver sepultado​​ 

por allá en el camposanto

 

Te estoy hablando de la escalera​​ 

de la casa donde vivías​​ 

de tus afanes​​ 

estoy hablando muy cerca de ti​​ 

y tú miras obstinadamente esa puerta​​ 

donde tras ella duermes

 

Entonces​​ decido ir a tu habitación​​ 

caminar dentro de tu sueño

He removido las hojas que barriste en el patio​​ 

he tocado tu cabello​​ 

te he mencionado una fecha​​ 

he trepado hasta la silla aquella​​ 

te he dicho lo mismo que dije en ese entonces​​ 

te obligué a meterte en el lago​​ 

y cuando viste tus manos

   despertaste

 

Estoy sentada ya sobre mi propia casa​​ 

en mí​​ 

en mi propio sitio

abotono mi camisa para volar

y tú te espantas

 

 

 

 

 

 

 

 

El túnel más abyecto

 

Van a quitarme de las manos por la fuerza y por engaños​​ 

las monedas que trabajé​​ 

también van a volver a empujarme​​ 

aunque yo​​ 

dependiendo de mí​​ 

lloraré tendida entre mis vergüenzas o proferiré halagos para mis enemigos​​ 

decir que he temido es decir que no he soñado​​ 

estamos viendo a través de la ventana​​ 

cómo quedé sin el piso que debía proveerme​​ 

cómo quedé sin hijos​​  sin utensilios​​ 

cómo quedé sin color

una temporada​​ 

 

van a quitarme de las manos las cosas que sospechan que no merezco

las cosas que sospechan que deben poseer ellos​​ 

también volverán a ver sonreídamente mi cadáver​​ 

asistirán a un entierro de ensueño​​ 

finalmente he muerto​​ 

aunque yo​​ 

dependiendo de mi vida mortuoria​​ 

reviviré​​ en el​​ verde del monte​​ 

o descansaré sosegadamente de una existencia de peces vivida​​ 

lo intenso vivido lo ocre vivido en el escenario​​ 

estamos viendo con nostalgia​​ 

la muerte temprana de mi padre​​ 

sus manos de caracol​​ 

mis carcajadas irrumpiendo en los momentos más amargos​​ 

aquellas delgadas depresiones​​ 

aquellas sutiles fijaciones de beber de una botella​​ 

 

van a quitarme de las manos por la fuerza mis viajes de adentro​​ 

las hojas que sospechan que me robé y no esperé ver caer de los árboles

aunque yo​​ 

dependiendo de mi locura​​ 

limpiaré mi rostro con ambas manos​​ 

comeré fruta si desean verme morder sobre la sangre que mana de la jugosa carne​​ 

están viendo a través de la cortina​​ 

lo que sospechan era la mascarada de mi vida​​ 

están disfrutando cuando exhibo mórbidamente mi ego y mi miseria

 

lo que nadie ha calculado es lo poco que me pesa todo eso​​ 

haberme quedado sin nada​​ 

haberme metido en el túnel más abyecto​​ 

haberme deshecho​​ 

haber mendigado las cosas vitales​​ 

 

lo que nadie ha podido calcular es lo poco que me pesa esto​​ 

haber sido todas estas sombras​​ 

porque nadie me podrá quitar el verbo​​ 

nadie me podrá ver entregando las palabras​​ 

cómo se entregan los tesoros​​ en una guerra perdida​​ 

tengo la imagen el verso el murmullo suave​​ 

de los que habitan en mi mar​​ 

de los que habitan desde que nací en mi mar ​​ 

de este​​ insondable​​ y negro cuerpo​​ 

que es mi mar​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

Yendo a dormir cuando llega ese murmullo

 

Estoy yendo a dormir cuando llega ese murmullo​​ 

cuando crujen las tablas del malecón​​ 

cuando cruje mi cuerpo despacio​​ 

cuando crujen​​ por dentro yo​​ y​​ mi gato​​ 

cuando​​ revolotean​​ las gotas​​ dulces​​ del rocío​​ 

a veces me encuentro​​ 

 

estoy allí en el medio del océano​​ 

tratando de dormir​​ 

cuando a mi alrededor​​ 

una agitada marea de nubes​​ 

los peces que son tú​​ 

las algas que saludan como tú​​ 

tus dedos que señalan las rizadas olas​​ 

me dices feliz salta/salta hasta acá​​ 

y​​ ríes confiado​​ porque nado​​ 

hasta el tiempo en que estaremos

 

 

 

 

 

 

 

 

Caminé dentro de la luvia

 

Caminé dentro de la lluvia​​ 

de una lluvia copiosa y blanca​​ 

me adentré en sus granizos telones​​ 

en su ensordecedor​​ pliegue

en sus personas bajo los paraguas​​ 

en sus personas como pájaros​​ 

inmóviles​​ 

en los asientos del tren​​ 

 

Caminé dentro de la lluvia​​ 

dentro de sus ojos duros

desde las ventanillas cerradas​​ 

me perseguiste feroz​​ 

 

Era meterme entre las montañas​​ 

ver a la gente refugiándose​​ 

reír de que tocaban​​ 

una y otra vez la bocina​​ 

yo aparecía en aquella esquina​​ 

con los zapatos salpicados por el barro​​ 

llueve​​ 

yo no me subí al espíritu también

sabía que si yo te aullaba tú me aullarías​​ 

que si yo te miraba tú me mirarías​​ 

que si acentuar​​ 

hoy es un día que deseo estar viva​​ 

 

viva con las estelas que deja la luna​​ 

en las nubes a su paso​​ 

con la honestidad​​ 

de nuestra vida sencilla creando peces​​ 

bajo el oleaje​​ 

  en los días abisales​​ 

y yo de qué me río​​ 

tapándome la boca con una mano​​ 

la misma mano que usa los anillos ​​ 

yo que me río y no volveré a verte​​ 

porque de a poco tengo valor​​ 

para meterme bajo la lluvia​​ 

 

pero me llevo la mano a la boca​​ 

ocultando mi sonrisa​​ 

ocultando que te llevaba​​ 

ocultando que esperaba con mi traje siendo rojo​​ 

​​ pasarte​​ 

pero nada pudimos hacer​​ 

yo reír empapada por la tormenta​​ 

tu​​ seguir hacia tu morada

seco porque caería la noche​​ 

 

todos nos habríamos cubierto con las cobijas​​ 

amanecería luego​​ 

solo hubo el resplandor de saber​​ 

que terminan de caer los dados​​ 

y es parte de la trama

que vuelvan a ser lanzados

 

 

 

 

 

 

 

 

Ninguno comprendió de piel

 

de pronto pensé en arrancarme las uñas​​ 

y gritaba para saberlo​​ 

 

así la nebulosa y húmeda luna palidecía​​ 

mientras los humanos y sus formas​​ 

me usaban de fondo para​​ valerse​​ frente a la mañana

 

volví a ese sitio​​ 

me confundía para ver la luz quemarse y verlo de llamas

 

así ayer un llanto leve

volví a recordar​​ 

 

así de turbio era madrugarse​​ 

que no quise ver​​ 

tu sombra yéndose antes que tú​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin haberlo modo

 

Anoche soñé con mi infancia​​ 

secreta nebulosa me alejé​​ 

nube sobre ella me posé​​ 

tal vez tuve invisible​​ 

las piernas de mi padre​​ 

tal vez me fui árbol casi copa​​ 

anoche soñé con la infancia​​ 

que a paso leve crecía​​ 

sin haberlo modo​​ 

yo niña​​ divisé

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta historia de verte asomado en el lago

 

Esta historia de verte asomado en el lago​​ 

de verte inclinado​​ 

descubriendo tu​​ ilusión​​ en el agua​​ 

de ver tu expresión al encontrarte​​ 

en ese claro reflejo​​ 

 

esta es la historia de tu brillo​​ 

que salta en expansión​​ 

del otro lado quedo yo​​ 

ensordecida por​​ la onda de tu​​ peso

 

esta es la historia de tu risa​​ 

un sarcasmo en el cielo abierto​​ 

un escalofrío que llamaron cofre que se ha abierto

 

 

 

 

 

 

 

 

Ver nuevamente la ensoñación

 

Ver nuevamente la ensoñación​​ 

pero como se tiene una nube se tiene una llama​​ 

que nos consume​​ 

pero como se tiene un lecho se tiene el árbol​​ 

que miraste fijamente en la carretera​​ 

era verde la noche era verde​​ 

negro el sendero​​ 

por donde yo huía de ti​​ 

era verde y negro era verde y negro​​ 

era que yo tenía que huir de ti​​ 

pero tan siquiera me nacían cosas​​ 

mis pasos que sonaban​​ 

a una​​ cueva​​ lejana

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sonaban como un cascabel

 

Queremos despertar por la mañana​​ 

la cobija es suave tu piel es suave​​ 

​​  la noche de los muertos ha sido suave

anoche dormité oyendo los latidos de la habitación​​ 

que​​ soplaban​​ como un cascabel​​ 

anuncias que demolerás las paredes​​ 

has levantado tantos muros​​ 

has visto con nostalgia y has dicho​​ 

esta casa la hice yo​​ 

afuera​​ 

tanto el sofá como las palmas​​ 

se estremecen bajo tus gritos.​​ 

Yo me agaché a recoger un fósforo​​ 

que se cayó de la mesa​​ 

fue cerca del suelo cuando tercamente vi​​ 

que la fiesta era inacabable​​ 

tú cercándome​​ 

llevándome a cortos y graciosos pasos​​ 

tú bailándome​​ 

te aferrabas​​ a cada dedo de mi mano.

 

Queremos despertar por la mañana​​ 

tu muslo es tibio tus ojos despertando​​ 

mi cabeza escondiéndose en tu pecho​​ 

afuera bate el oleaje contra las piedras del malecón​​ 

un policía se ha lanzado al vacío desde el viaducto​​ 

las maestras de la escuela fuman en un baño a escondidas ​​ 

y la tierra es pellizcada por las hormigas​​ 

mientras la vida se ondula en el agua del estanque de los patos y los gansos​​ 

que cría tu mamá.

 

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