Alí Calderón
Estamos con el maestro Ernesto Cardenal, uno de los poetas más importantes en la lengua española de hoy. Es un poeta que ha vivido su tiempo intensamente, comprometido también no sólo con el pueblo y la lucha de liberación nacional en distintos países sino con la poesía, con la literatura. Un hombre de acción y un hombre de letras. Maestro, estamos muy contentos de que nos acompañe en este Primer Encuentro Iberoamericano de Poesía Ciudad de México 2006.
Ernesto Cardenal
Gracias, muchas gracias, Alí.
Alí Calderón
Desde su experiencia, conociendo la literatura, viajando por todo el continente ¿piensa que hay rasgos comunes en la literatura latinoamericana de hoy, en la poesía contemporánea? ¿Puede hablarse de una latinoamericanidad de la poesía?
Ernesto Cardenal
Creo que cada vez hay un destino más latinoamericano. Realmente estamos cumpliendo ya el ideal de Bolívar de hacer una sola nación. Los latinoamericanos somos latinoamericanos realmente. Cuando yo era joven no era así, teníamos más nacionalidades, más barreras, más fronteras. Y éstas se van borrando. Los escritores y los poetas han ayudado muchísimo a eso, somos muy institucionales, muy latinoamericanos.
Alí Calderón
¿Usted cree que ahora la lengua unifica más que la nacionalidad?
Ernesto Cardenal
Más la lengua, principalmente. La lengua es la cultura, las tradiciones, la historia, todo eso nos une, la lengua madre.
Alí Calderón
Y desde su experiencia, conociendo la literatura de Latinoamérica ¿considera que hay algo novedoso en la poesía actual?
Ernesto Cardenal
Esa pregunta es más bien difícil para mí. Hay algo novedoso y algo que no es novedoso, hay algo también que es como repetición en la poesía latinoamericana. Creo que debemos ser también autocríticos, no hacer autoelogio. Yo creo que debemos aprender de otras lenguas, de otras literaturas; en poesía, principalmente, de la de Estados Unidos que me parece la mejor del mundo.
Alí Calderón
¿Cuál sería la respuesta de la poesía latinoamericana ante la época que vivimos, la globalización? O puesto de otra manera ¿cuál será la función de la poesía en la sociedad?
Ernesto Cardenal
La que ha sido siempre. La poesía es la lengua. El hombre comenzó hablando con la poesía. La poesía es el lenguaje, digamos, más elaborado o el lenguaje más concentrado, más sintetizado. Lo que se dice en muchas palabras en la conversación ordinaria o en la prosa ordinaria, en la poesía en muy pocas palabras comunica. Unas pocas líneas de Safo dicen todo un mundo.
Alí Calderón
En este inicio de siglo ¿usted cree que hay algo nuevo en la sensibilidad del hombre? Usted como artista, como antena de la sociedad ¿cree que hay algo nuevo en la sensibilidad?
Ernesto Cardenal
Yo creo que sí, cada vez hay más interés por nuestro planeta, por nuestro futuro planetario. Las nuevas generaciones cada vez están apareciendo con esa preocupación, mucho más que antes, mucho más, por ejemplo, que en el tiempo de mi juventud. Entonces no había problemas ecológicos, tampoco entonces preocupación por la crisis ecológica del planeta. Cada vez hay más conciencia. Cada vez hay más crisis, pero también más conciencia de la crisis y cada vez más gente conciente que está apareciendo. Creo que son leyes de la evolución.
Alí Calderón
Y entrando un poco al tema del estilo de su obra ¿cómo aprecia que ha evolucionado la poesía de Ernesto Cardenal desde Epigramas, de principios de los años sesenta, hasta Cántico Cósmico, por ejemplo?
Ernesto Cardenal
Creo que es la misma, no ha evolucionado. Únicamente he cambiado de tiempo, no de estilo. Mi estilo, más o menos, ha sido siempre el mismo. Un estilo sencillo, directo, sensible y con diferentes temas. En mi juventud poemas de amor, a las muchachas, después amor a Dios cuando yo tuve una conversión religiosa y Dios se me reveló como la belleza de las muchachas y del mundo.
Alí Calderón
¿La muchacha de las muchachas?
Ernesto Cardenal
La muchacha de las muchachas como dice un místico laico colombiano y, después, eso me llevó también al amor al pueblo y a la revolución. Han sido distintas etapas de mi vida pero, más bien, distintos temas.
Alí Calderón
Y un poco en esta combinación de religiosidad y de poesía ¿qué le parece fundamental de la época de aprendizaje con Thomas Merton, por ejemplo?
Ernesto Cardenal
Él fue quien me dio la formación religiosa porque la que yo tenía era la del católico tradicional: devoto y al mismo tiempo infiel a lo que se me enseñaba como preceptos religiosos. Y después, con Merton, yo tuve, digamos, un nuevo cristianismo y aprendí también a ser contemplativo. Enseñándome, él, al ser contemplativo, no tenía por qué separarse del mundo ni aislarse ni despreocuparse de los problemas de su tiempo y de su pueblo. El ser contemplativo era simplemente ser uno más, llevando una vida ordinaria, y eso había que vivirlo de una forma natural.
Alí Calderón
¿Qué hay en la poesía de Dios? O ¿de qué manera puede relacionarse Dios con la poesía?
Ernesto Cardenal
Puede relacionarse y puede no relacionarse porque yo creo que lo mismo es creer en Dios que no creer en Dios. Creo que lo contrario a la fe en Dios no es el ateísmo sino el idolatrismo. En nuestro tiempo, no como la antigüedad, la idolatría es el vicio y la corrupción real y la capacidad del dinero y yo creo esto no vino a fundar una religión. Y si se funda una religión se debe construir la religión del amor al prójimo y yo creo que el cristianismo consiste en amar al prójimo, creyendo o no creyendo en Dios, siendo ateo o no ateo.
[Ciudad de México, 2006]
***
Para escribir poesía. Una poética de Ernesto Cardenal
* Los versos no deben ser rimados (…) tampoco es bueno el ritmo regular.
* Hay que preferir lo más concreto a lo más vago. Decir árbol es más vago, o abstracto, que decir guayacán (…) La buena poesía se suele hacer con cosas bien concretas.
* A la poesía le da mucha gracia la inclusión de nombres propios: nombres de ríos, de ciudades, de caseríos. Y nombres de personas.
* La poesía, más que a base de ideas, debe ser a base de cosas que entran por los sentidos (…) Las más importantes de las imágenes son las visuales; la mayor parte de las cosas nos entran por la vista.
* Hay que escribir como se habla.
* Evitar lo que se llama lugares comunes, o frases hechas, o expresiones gastadas…
*Tratar de condensar lo más posible el lenguaje (…) Uno debe economizar las palabras como si estuviera escribiendo un telegrama…
***
Pedrarias Dávila
El Muy Magnifico Señor Pedrarias Dávila
Furor Domini!!!
fue el primer «promotor del progreso» en Nicaragua
y el primer Dictador
introdujo los chanchos en Nicaragua, si es cierto
«cauallos e yeguas vacas e ovejas
e puercos e otros ganados…»
(pero ganado de él)
y el primer «promotor del comercio» en Nicaragua
(de indios y negros)
a Panamá y al Perú
(en los barcos de él)
«indios y negros y otros ganados»
«para que los pobladores destas panes se remedien
y la dicha Panam asimismo»
dice la propaganda de Pedrarias
«una yegua rucia vieja—
«otra yegua rucia de tres años—
«otra potranca su hija—
«el negro juan, el negro francisquillo—
«ysabel la esclava herrada en la cara—
«perico y su niño que es esclava y herrado en la cara—
«Marica la esclava—
«ysabel la de guatemala es esclava y esta preñada—
Martinillo de mateare—
«Catalinilla que está parida—
«juanillo, juan negro el viejo—
«los cuales se venden a los precios siguientes—
la potranca rucia trezientos pesos (CCC° p° s)
la potranca su hija dozientos pesos (CC° p° s)
francisquillo quatrozientos cincuenta pesos (CCCC°L p° s)
etc.
…los cuales dichos negros e bestias
a de vender a los dichos precios…
… fiados para el peru por vn año e hipotecados
los negros c las bestias…
…los quales a de vender en los precios siguientes…
¡ysabel de guatemala, martinillo de mateare, francisquillo,
catalinilla, marica!
¡Dulces nombres en las ridos documentos comerciales
de la COLECCION SOMOZA! Dulces nombres
que Pedrarias jugaba al ajedrez,
El conde de Puñonrostro quiso silenciar a Herrera:
don Francisco Arias Dávila Bobadilla Conde de Puñonrostro
del Consejo de Guerra de Vuestra Magestad, digo:
que habiendo vista las Décadas de la Historia de las Indias
que Antonio de Herrera coronista de Vuestra Magestad
tiene escriptas, en lo que trata de Pedrarias Dávila mi abuelo
…se enmienden los pliegos que de esto tratan
antes que la Historia se publique…
Contesta Herrera:
NON DEBE EL CORONISTA DEJAR FASCER SU OFICIO
¡Y los ladridos de los perros de Pedrarias!
¡El Muy Magnifico Señor Don Pedrarias Dávila!
Los indios mataban a sus hijos para que no fueran esclavos
o las mujeres malparían para no parirlos o no cohabitaban
para no concebirlos. Y se acostaban cansados, sin cenar.
Y después aquel año en que no sembraron los indios
(una Huelga General) y los cristianos les quitaron el maíz:
iban con cruces en las manos los indios pidiendo por Dios
maíz.
Y si uno no sabía el camino
(de León a las minas)
no necesitaba guía ni preguntar el camino:
seguía los esqueletos de los indios muertos:
Iban encadenados y mirando los caminos cantaban llorando:
«Por aquellos caminos íbamos
a servir a León
y volvíamos,
Ahora vamos sin esperanzas
De volver»
(por no abrir la cadena
cortarle
la cabeza
para sacarle la cadena)
Y los perros. Los perros de Pedrarias,
El indio tenía un palo
y le echaban primero los perros cachorros
(para enseñarles montería),
Cuando las tenía vencidos con el palo
soltaban los lebreles y los alanos de Pedrarias,
Los indios preguntaron al Demonio
(¿a los brujos? ¿a las brujas? ¿a la Vieja del Volcán?)
cómo se veían libres de los españoles
y el Demonio les contestó:
Que él podía libertarlos de los españoles
«hacienda que los dos mares se juntaran
(¿el Canal de Nicaragua?)
pero entonces perecerían los españoles
(¿el Canal Norteamericano en Nicaragua?)
juntamente con los indios»
el pueblo bendice al rey
por haber mandado que el dicho Pedrarias
vaya a Castilla
y no este mas en estas partes
porque como es hombre de ochenta años e tullido
e muy abarisioso
no piensa sino en acrecentar su hazienda ...
esta muy viejo y tullido casi siempre en la cama
y no puede andar sino es en vna silla sentado
que vuestra magestad le devia dar equivalente provecho
y descanso
y proveer de rremedio a esta gob ernaçion
Y ya tenía noventa años y no moría nunca
ni iba a Castilla. Estaba tullido y enfermo
y gobernaba con mano de hierro (monopolios
robos sobornos prisiones espionaje elecciones fraudulentas...)
y no moría -Se metía en un ataúd todos los años y hacía que le cantaran el Oficio de Requiem.
Murió de 90 años.
Fue enterrado en La Merced junto a Hernández de Córdoba.
En la Catedral enterrada de un enterrado León
o hundido bajo el agua ¿León dónde está?
Hay ladrillos, ruinas rojas, en la ori1la.
Los pescadores dicen que han visto torres bajo el agua
en las tardes serenas.
Y han oído campanas.
Campanas tocando solas movidas por las olas.
La capital de Nicaragua está allí espectral
bajo el agua. Un borroso sueño ... Un conquistador degollado.
Pedrarias enterrado con todas sus banderas.
Después un Asesinato y un terremoto...
Un gobernador tirano y sus dos hijos
(dos hermanos tiranos).
Y salta una mojarra.
El Lago de León Viejo es el Lago de Managua.
¿Hay un nuevo León Viejo?
El mismo Momotombo retumba todavía.
Y los ladridos de los perros de Pedrarias ...
NON DEBE EL CORONISTA DEJAR FASCER SU OFICIO
***
Doña Beatriz la sin ventura
Partió otra vez de Guatemala Pedro de Alvarado
con su flora, a descubrir nuevas tierras,
hacia China
y California…
Con yistosos estandartes, banderas de cuadra,
flámulas, grímpolas y gallardetes!
Pero al llegar a Jalisco estaban los indios alzados,
Porque Vázquez de Coronado se había ido a la Cibola
y Oñate había quedado con poca gente en Guadalajara.
Los caxcanes y sus valles estaban sublevados,
las sierras de Tepec, el valle de Xuchipila,
el valle de Nochistlán y el valle de Teocaltipiche,
toda la indiada estaba sublevada en las sierras.
Y bajaron, y mataron a los españoles en un eclipse.
Y Alvarado resolvió a socorrer Guadalajara
(pacificar la tierra en 4 días
y embarcarse otra vez)
Hizo compañía con el Virrey . . . (la Compañía de la Cibola)
Mitad y mitad en lo que se descubriera en la Cibola . …
Los indios estaban en las sierras, entre rocas.
Rocas cortadas, donde sólo suben los gatos.
Chichimecas robustos,
y grandes flecheros.
Arrojaban flechas y varas tostadas,
Y los comían.
Alvarado tuvo que retirarse (no fue tan fácil como creía)
por tierra pantanosa
llena de cardones y magueyes.
Los caballos atascándose.
Los hombres quedando pegados en el lodo.
Él se apeó del caballo,
peleando a pie
con espada y rodela.
Muchos se quedaron pegados en los pantanos
sin poderse mover.
Y después ya iban subiendo la cuesta, los indios ya no venían,
pero Baltazar Montoya espoleaba el caballo cansado
creyendo que todavía venían. El caballo resbalándose
y Alvarado atrás a pie:
sosegaos Montoya
SOSEGAOS MONTOYA.
Seguía espoleándolo y el caballo fue rodando
cuesta abajo arrastrando con él al Adelantado.
Crujieron sus armas y su pecho bajo el caballo.
Y fueron rodando Alvarado y caballo hasta el arroyo.
Lo recogieron y tenía las armas y el pecho quebrados.
Le preguntaron qué le dolía y dijo «el alma».
Lo llevaron con cuidado en tapextle hasta Atenguillo.
Quería ir aprisa en tapextle para confesar los pecados.
Se confesó sollozando bajo. Unos pinos,
y murió abrazando el crucifijo,
y diciendo: «tengo enferma el alma.»
La Armada de la Especiería
la dejó en testamento a Doña Beatriz de la Cueva.
Y a 350 leguas de distancia
exclamó a esas horas Doña Beatriz:
¡Haya buen siglo el Adelantado!
Y el día antes llovió sangre en Toluca.
Doña Beatriz mandó pintar todo el palacio de negro.
Por dentro y por fuera, salones, patios, cocinas,
corredores, caballerizas, ranchos, excusados,
y hasta los tejados,
todo pintado de negro,
y con cortinas negras,
porque el Adelantado había muerto en Muchitiltic
que quiere decir «Todo Negro»
porque desde Muchitiltic hasta Iztlán
tanto la tierra como las piedras, todo es negro.
Y la Catedral estaba también cubierta de paños negros
y toda la ciudad enlutada
celebrando las honras del Adelantado.
Y Doña Beatriz estaba encerrada en un aposento muy
oscuro,
de paredes negras, sin querer ver la luz,
ni la luz de una ventana, ni la luz de una vela,
con una falda negra, y cubierta con una toca negra,
y sólo era llorar y llorar, y gemir, y hablar sola
y dar grandes voces y gritos.
Y no comía ni bebía ni dormía
ni quería que nadie la consolase,
y decía
que ya Dios no la podía hazer mas mal
del que la avia hecho.
Decía:
¿Por ventura tiene Dios mas mal que hazerme
despues de averme quitado al Adelantado, mi Señor?
Y decía que se llamaba Doña Beatriz la Sin Ventura.
Y se reunió el Cabildo para elegir Gobernador
y eligió a Doña Beatriz de la Cueva, Gobernadora.
Y fueron los Señores Alcaldes y Regidores
a su aposento, donde estaba encerrada,
y le dijeron que la elegían y nombraban
en nombre de Su Majestad, Gobernadora,
Y ella aceptó la Gobernación,
y juró sobre la cruz de la vara de la Gobernación
y firmo en el libro del Cabildo:
La sin ventura
D.a Beatriz
y después tachó su nombre con una raya de tinta,
con una raya gruesa de tinca, más larga que el nombre,
para que sólo se leyera:
La sin ventura
Y el cielo de Guatemala se nubló
y se fue llenando de nubarrones
con relámpagos y rayos,
y el jueves 8 de septiembre comenzó a llover,
y llovió ese día,
y el otro,
y el otro,
mientras el Volcán de Fuego vomitaba llamas.
Y el domingo, dos horas después de medianoche
hubo una tormenta de rayos en el Volcán de Agua
y después fue el primer temblor, con retumbos
como si muchas carrozas corrieran bajo la tierra,
debajo de Guatemala, y después más temblores
y más retumbos, y el Volcán de Agua saltaba
como si quisiera arrancarse de la tierra, y ya el agua
venía bajando del volcán, despeñándose
y arrastrando árboles y piedras del tamaño de carabelas
y aquel río de tierra y agua y árboles y piedras
fue corriendo hacia la casa del Adelantado Pedro del Alvarado
llevándose las paredes y los tejados de las casas,
saliendo por las ventanas,
y echando de las ventanas a los hombres,
mientras el Volcán de Fuego retumbaba
y arrojaba ríos de fuego
Despedía como rayos y cometas ardientes.
Y el agua ya subía a la recámara de Doña Beatriz.
Ella salió de la recámara envuelta en una colcha,
y llamó a sus doncellas, y corrió con ellas al Oratorio.
Y el agua ¡iba subiendo la escalera de piedra
llegaba
al primer descanso,
seguía subiendo de grada en grada,
llegaba al segundo descanso,
y llegaba al piso del Oratorio.
Doña Beatriz estaba sobre el altar con sus doncellas
abrazada a una imagen de Cristo crucificado
y abrazando a la hijita del Adelantado, y el agua negra
subió la primera grada del altar,
la segunda grada,
cubrió el altar,
les llegaba a las rodillas,
comenzó a salir por las ventanas,
tembló otra vez la tierra
y las paredes del Oratorio se desplomaron
sobre Doña Beatriz la Sin Ventura y sus doncellas.
Y el río de piedra y cieno corrió de calle en calle
y de barrio en barrio, derrumbando las casas,
arrastrando las casas con sus gentes,
llevando las casas a otros sitios de la ciudad.
La noche estaba oscurísima, no se veían los rostros,
y seguían los grandes truenos,
seguían los relámpagos,
y se velan pasar por las calles
a la luz de los relámpagos,
las piedras enormes florando en la corriente como corchos
revueltas con muertos, muebles, caballos ahogados y
portales,
El viento hacía crujir los árboles
y se oía el rugido de las fieras, el ruido del agua,
el estruendo de las piedras que bajaban rodando,
el mugido de las vacas, los gritos
de las mujeres y los niños, de calle en calle
y de barrio en barrio.
Y algunos vieron como demonios en el aire dando gritos
y una vaca negra con sólo un cuerno
en la puerta del palacio de la Sin Ventura,
Sólo su aposento quedó intacto en el palacio
pero Doña Beatriz había salido de su aposento
y cuando llegaron estaba la cama todavía caliente.
Murieron Alonso Velazco y su mujer y sus hijos
y no se halló nadie en la casa ni muerto ni vivo
y de la casa no quedaron ni los cimientos.
De la casa de Martín Sánchez
no se volvió a ver ninguno.
Murió Francisco Flores, el manco,
Murió Blas Fernández, el ciego.
Murió Robles, el sastre, y su mujer,
Murió la mujer de Francisco López,
y la de Alonso Martín y sus nietas,
murieron los hijos de Juan Páez.
Al amanecer el Volcán de Agua estaba descabezado,
La ciudad llena de lodo y piedras y árboles y muertos.
No se distinguían las plazas, las calles, los barrios,
a los sitios de las casas.
Todavía llovía un poco.
Se hizo la procesión de los muertos cantando las letanías
y el obispo ordenó quitar el luto de las iglesias
y que se suspendieran las exequias del Adelantado.