Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad. Es una selección que reúne voces de poetas venezolanos nacidos a partir de 1990. La muestra nos invita a reflexionar acerca de las diversas identidades que se presentan en la poesía actual venezolana. La escogencia del título rinde homenaje a dos voces que dejaron una huella fundamental en el panorama más reciente de la vida literaria del país: César Panza, con su verso Si el río abriese los ojos qué viera, y Caneo Arguinzones cuando dice que Haber retrocedido al abismo ha convertido la continuidad / en una festiva alabanza. César nos devuelve la pregunta de la identidad sin pretender abrirnos los ojos, sino buscando que habitemos con él la pregunta; defiende lo auténtico mientras nos habla de la impermanencia. Caneo plantea una vivencia corporal que enfrenta a la muerte, pero que, en un detenerse, busca la continuidad de la vida como una “festiva alabanza”. Estos autores y referentes, por siempre jóvenes, son voces desenfadadas, discontinuas, navegantes de lo incierto en el río identitario, vitales, como las que presentamos a continuación.
***
Luis José Glod (San Cristóbal, 1994) además de escritor es realizador audiovisual. Autor de los poemarios Sobre El ojo azul (LP5, 2020), Fábula tropical (Buscadores de libros, 2020) y de los textos dramáticos Camelias para Malcolm (Fundarte, 2020) y Las Sortijas (Petalurgia, 2021). Como realizador ha dirigido los cortometrajes Nuestra carne (2023) e Indetectable (2024). Su trabajo ha sido reconocido en diversos concursos de escritura y festivales de cine nacionales e internacionales.
***
Paseo familiar
Dos mujeres y dos hombres.
Las mujeres con las mujeres.
Los hombres con los hombres.
Húmedxs.
Impávidxs.
Caminaron contra el bosque
con las lenguas polinizadas,
fueron orquídeas
escondidas de los ojos avispas.
El agua condenó sus cuerpos,
los hizo antojo,
como si la brisa
no provocara suficiente
las ganas arrastraron
los vestigios
del pudor.
No hubo juicio en
la mirada de la naturaleza,
los árboles no escucharon
estridencia en el choque
de dos manzanas de Adán,
ni en el pizzicato
de dos guitarras
que se abrazan
en una sola canción,
el amor puede ser un sonido
una planta
o una raíz circular,
no existe el sentimiento exacto.
Mojadxs.
Ávidxs.
Las mujeres y los hombres.
Los hombres con los hombres.
Las mujeres con las mujeres.
Bajaron derrumbadxs el despeñadero,
no lograron ahogarse,
se compusieron,
flotaron los labios.
Poema perteneciente al proyecto Cuchara cuchillo y tenedor [deseo y disidencias] Encuentro de creadorxs venezolanxs en torno a lo erótico (2024)
Mancitos al borde de un ataque de nervios
Por la noche, ellos aclaran sus barrancos, sobre el mueble,
después al cuarto y culean. varias veces.
después balcón vino marihuana cigarro.
lo último es una película, en la cama.
así ÉL piensa menos de lo que se piensa
cuando se está en silencio.
si no soporta la distancia hasta el vacío,
se sostiene por un rato
de una historia contada muchas veces.
¿A cuántos hombres has tenido que olvidar?
– dice EL MAN DE LA PELÍCULA.
y Él escucha como si lo hubiese dicho EL OTRO.
¿A cuántos hombres has tenido que olvidar?
Él vuelve a pensar cómo se piensa cuando El otro calla.
y no responde porque no tiene con qué.
la pregunta lo desangra.
¿A cuántos hombres has tenido que olvidar?
Él vuelve a pensar cómo se piensa cuando se está solo.
y El otro nunca escucha, desaparece, en la pantalla.
no tiene razón para detallar a Él. Él no le quita los ojos.
si lo mira, piensa menos de lo que se piensa
cuando no hay nada.
LA ACTRIZ le miente a El man de la película, en la pantalla.
le miente como se miente
cuando el pecho está hinchado de todo.
y a Él le arde un sentimiento en la lengua,
porque las mentiras causan estomatitis.
pero no dice nada,
ya El man de la película lo ha dicho todo.
y Él tiembla. tiembla como se tiembla
cuando se guardan las palabras.
y piensa en los hombres
que ha tenido que olvidar.
y mira a El otro. y palpita.
palpita como se palpita
cuando se descubre algo.
La actriz se desmaya, en la pantalla.
hay un corte.
nadie habla.
ni Él, ni El man, ni La actriz, ni El otro.
Todos callan como se calla
cuando alguien siente que agotó el silencio.
* Mención honorífica del 2do Concurso de Poesía Diversa 2024.
A T y a los otros
Quizá los años pasen y vivas la misma historia.
Quizá te sientes en una banca de otra plaza prometiendo otras o quizá las mismas cosas.
Quizá le hables de la cultura árabe. Del oro. Del sauna. De los cuartos oscuros. Recuerdes a Caracas hundida en riquezas. Confieses sobre el agua y la soledad mientras tu vista se revienta de luz vacía.
Quizá camines otra vez San Cristóbal con otro cuerpo de visiones ecuánimes. La plaza Murachi. El viaducto. Y te encuentres allí, cumpliendo la promesa que le hiciste a otro. Reflejada en esa sombra que no controlas.
Quizá te canses de su pecho de puñales. De que te observe. Y te escriba. Y te inyecte películas de Almodóvar sin comprender que también eres otro.
Quizá no sea el único y borres sus ojos de tus arañas vasculares. El poema de tu brazo. Las noventa escaleras.
Quizá cruces la frontera y te ahogues en el mismo territorio sin saber que el mar es vagabundo.
Quizá te cortes la lengua y sea él quién lo confiese. Que se atreva a escupirte la sangre porqué el V.I.H. siempre termina siendo un tema.
Quizá abras la misma aplicación y encuentres a otro.
Quizá desaparezcas como el humo de aquellos cigarros que les quemaron la garganta. Y te quedes sin voz. Y no puedas explicarle sobre tu aislamiento. Y él te odie. Y tú lo entiendas.
Quizá no lo entiendas. Quizá le mientas y te mientas diciendo que lo quieres.
Quizá no lo quieras. Quizá todo se trató de otra caminata nocturna que sirvió para evadir la enfermedad y los apagones. Lo recordarás en la penumbra. Echando el mismo cuento que escuchaste de otra boca. Aunque quizá lo olvides. Y luego pierdas la locura y caigas en cuenta que todos nos llamamos como el otro. Que no nos parecemos. Que quizá somos el mismo.
* Tercer lugar en la 7ma edición del Concurso Nacional de poesía jóven Rafael Cadenas
***