Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad. Es una selección que reúne voces de poetas venezolanos nacidos a partir de 1990. La muestra nos invita a reflexionar acerca de las diversas identidades que se presentan en la poesía actual venezolana. La escogencia del título rinde homenaje a dos voces que dejaron una huella fundamental en el panorama más reciente de la vida literaria del país: César Panza, con su verso Si el río abriese los ojos qué viera, y Caneo Arguinzones cuando dice que Haber retrocedido al abismo ha convertido la continuidad / en una festiva alabanza. César nos devuelve la pregunta de la identidad sin pretender abrirnos los ojos, sino buscando que habitemos con él la pregunta; defiende lo auténtico mientras nos habla de la impermanencia. Caneo plantea una vivencia corporal que enfrenta a la muerte, pero que, en un detenerse, busca la continuidad de la vida como una “festiva alabanza”. Estos autores y referentes, por siempre jóvenes, son voces desenfadadas, discontinuas, navegantes de lo incierto en el río identitario, vitales, como las que presentamos a continuación.
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Sofía Crespo Madrid (Valencia, 1995) es poeta, filóloga y traductora. Es Traductora y Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde obtuvo una beca de colaboración (2017-2018) en el Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana para estudiar la obra de Rafael Cadenas. Publicó Tuétano (Fundación La Poeteca, 2018), Tuétano/Marrow (Ojos de Sol, 2020) en edición bilingüe y Ayes del destierro (Libero, 2021). Tradujo del portugués Todo tocar es una canción de Carla Carbatti (Libero, 2022), También nosotras guardamos piedras y Nadie de Luiza Romão (Libero, 2024) con la ayuda del Programa de Apoio à Tradução – Fundação Biblioteca Nacional de Brasil. Editó en la revista Canibalismos (2015-2017) y es parte de Escritores Cordillera.
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I
¿Quién, si yo gritara,
me oiría desde las cortes judiciales?
Por el canto recorrí
los caminos de la fiebre
entre las fosas de las carpetas
el modelo siete veinte cero noventa cero treinta y cinco
en la oficina donde se tramita la solicitud de la solicitud
sobre el cuaderno explayado
país de procedencia
Ninguno
con copia compulsada de mis obsesiones
yo quisiera
un antecedente ahora mismo
un rastro
de las venas que quise dejar
frente a la puerta cerrada
del boletín oficial del estado
Ningún ministerio me impidió asistir
al prodigio del amor
ese espasmo breve
aunque en el buzón tardaba tu mano
la que no llegaba nunca
para empujarme hacia la vida.
II (Tristia)
Estudié la ciencia
de la despedida
sobre el remanso del sol
repetí el adiós
hasta desgarrar
el método
con resultados jamás idénticos.
Abrí el cielo
en la hora precisa
aparté de la separación
la mirada honda.
Las paredes nos excedieron
veloces
atrás quedaba la ternura
que dejamos
no tocaban las orillas sus olas.
Lloré como Ovidio sobre este manuscrito
yo di tu nombre a todas las cosas.
V
Febrero
no promete nada ni agiliza expedientes
colgamos
inermes
de las ramas
detrás del pudor
de los árboles que todo lo saben
Ya no hay propósitos novedosos
en la sucesión de los días
frente a este río
que no nos sirve de charco
sobre las súplicas de quienes caminan
Aquí los cisnes buscan dónde ahogarse
en la comodidad de su sentencia
el río muere y pasa porque si no no es río
y nosotras
¿callaremos ahora para morir después?
VIII (La anti Lázaro)
No te levantes de la tumba
ni abordes la piragua
en el trayecto opuesto
nunca
se regresa al mismo sueño
Espérame
no te levantes
yo no necesito ataúdes ni zapatos
aquí abajo se pierde
la cartografía
en el baile que da aliento a los temblores
Ni se te ocurra
muerto
ni se te ocurra
¿acaso no recuerdas las afrontas de la burocracia?
¿el puño la náusea de paroxetina?
Espérame
no quiero perderme en una selva
sino ser la selva
dar mi cuerpo a las moscas
escarabajos de la noche
mientras aguardo el beso tibio
de las larvas
Sigue durmiendo
muerto
sigue durmiendo
la vida es una herida impredecible
semejante a los parásitos
bebo del fuego
aunque me extinga
XIV
Yo
que de niñe pensaba
que la vida era larga
ingenua ante las esquinas de las despedidas
forzadas por las fronteras
las amigas imaginarias del odio
Sé ahora de algunas
las más mías
las que recorrí por caminos invisibles
contra los senderos de la ansiedad del siglo
las que me empujaron hacia la tierra
para enraizarme en la risa
Llegamos
más abajo
contra el silencio administrativo
a favor del baile
del roce
de la fricción
y descubrimos
el deseo que repta hacia el centro
el amor no resucita porque es ahora y siempre y no puede ser después
somos un río que busca
el origen de su sed
está aquí
en nuestro canto.
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Pamela Rahn / Luis José Glod / Milagro Meleán / Carlos Katán / Jesús García