Yesca para el fuego, de Paola Valverde Alier

Presentamos una selección poética de Yesca para el fuego (Ediciones Perro Azul, 2024), el más reciente libro de la poeta costarricense Paola Valverde Alier.

 

 

 

La poesía de Paola Valverde se adentra en el bosque como un ritual de sanación. Sus versos nos urgen a regresar a nuestras raíces para encontrar la cura para nuestras heridas presentes y lograr la eternidad en lo efímero. En​​ Yesca para el fuego, Valverde traza una danza poética destinada a resucitar al padre, donde Eliseo se convierte en un Odiseo, y los lectores esperamos su regreso a Ítaca, anhelando la reconciliación sin saber que somos nosotros quienes nos tendremos también que ir de Ítaca.​​ Este libro es un viaje a través del tiempo y el espacio, un conjuro literario que nos sumerge en la introspección y el redescubrimiento. Cada poema es un paso hacia la redención y la gratitud, una plegaria para aquellos que se han ido pero aún palpitan en cada rincón del bosque:​​ “Vi la noche/ y añoré un corazón artificial / para no morirme tanto/con tu muerte”. Con una sensibilidad que toca lo sublime, Valverde nos ofrece una ceremonia.​​ Yesca para el fuego​​ es más que un libro de poesía; es un acto de resistencia y es un homenaje a los lazos que nos unen más allá de la vida y la muerte.

David Cruz

 

 

 

LLAMAMIENTO

DE ELISEO

 

III

 

Esta herida supura agua,

agua con sangre,​​ 

agua turbia,

agua de glucosa,​​ 

sodio y morfina.

 

Agua encadenada al suero.​​ 

Agua para mitigar la sed.

 

Esta agua que purifica y limpia

entró a mi pecho para rebalsarme.​​ 

 

A mí también se me hinchan los párpados.​​ 

A mí también se me ahogan las palabras.

 

Nadie grita pero el agua duele.​​ 

 

Duele cuando rompe la represa

y las casas caen

y los puentes caen

y las rocas arrastran​​ 

a los pájaros cantores.​​ 

 

Duele cuando la presión no es suficiente

y los bosques se incineran​​ 

junto a los niños.​​ 

 

Alguien vendrá a curar las aguas de este río.

 

Y ya no correrá sangre

ni veneno, ni morfina.​​ 

 

Porque la vida y la muerte​​ 

le pertenecen al agua.

 

Porque ella facilita y arrebata

los colores del pez.​​ 

 

 

 

DE RODILLAS

ANTE EL SOL

 

V

 

Peiné las colas de tus potros

la tarde en que describiste​​ 

el mar que inundó los pulmones​​ 

de tu abuelo Eliseo.​​ 

 

Ellos relinchaban​​ 

y yo no quería escucharlos.​​ 

 

Una semana más tarde​​ 

el agua nos volvió a aplastar.​​ 

 

Tu piel se desprendió de la ventana​​ 

y el sol ardiente​​ 

dejó de calentar tus huesos.​​ 

 

El día de tu muerte respondiste mi llamada

y mi madre, mi gran piedra lunar,

despertó llorando.​​ 

 

El hálito que surca tu morada​​ 

es el mismo de tu último respiro.​​ 

 

En una tarde lluviosa​​ 

peiné las colas de tus potros.

 

Vi la noche​​ 

y añoré un corazón artificial

para no morirme tanto​​ 

con tu muerte.

 

VII

 

Las madres no parimos con el cuerpo,

seleccionamos la leña cuando aún es verde, ​​ 

atamos nuestros rezos a la copa de un cedro

y, cobijadas por su sombra,

esperamos la lumbre del amanecer.

 

El milagro ocurre en un tiempo impreciso

donde acumulamos pequeños altares

piedras transparentes

cartas escritas con el puño tembloroso.

 

Somos lágrima y tinta.

Asomamos la cabeza ante los espacios vacíos:

la casa siempre vacía,

la luna creciente​​ en el pecho,

la vela inmóvil en el centro del salón.

 

Tenemos la esperanza de toparnos​​ 

en alguno de esos rincones​​ 

con la pata rota de un dinosaurio.

No sabremos reparar​​ 

su extremidad prehistórica​​ 

o costurar las entrañas​​ 

de un oso de felpa,

pero sí podremos extender la manta

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ de la medianoche

para ver sobre nosotras la promesa​​ 

de una lluvia de estrellas.

 

La única certeza en el camino de una madre​​ 

es la fertilidad del corazón:

hemos visto unas manitas​​ 

encarnarse a las nuestras

sin importar si son semilla de otro vientre

o en el nuestro se forja su primer latido.

 

Es el arte de sembrar y cosechar.

 

Las madres no parimos con el cuerpo.

Lo nuestro es poner la vida​​ 

ante este fuego.

Lo nuestro es besar la visión.

 

 

 

CARTAS A PAPÁ

 

II

 

Recurro a este sueño para contarte​​ 

que los dinosaurios pastan​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ en la sala de mi casa

y un dragón gigante​​ 

se ha escapado por la ventana.

Es verde, tiene alas,

vuela encima de tus ciudades favoritas.

 

Así comienza el cuento que trazaste, papá:

un niño entra por esa puerta​​ 

con un peluche bajo el brazo.​​ 

 

Algunas noches sopla los cometas,

otras, baja a bañarse al mar.​​ 

 

Juntos, dragón y niño,

viajaron al fondo de las ostras

para extraer al pez que nadó en mí.

 

Entonces un diminuto tripulante

se infló en mi vientre

con la fuerza de islas magnéticas

provenientes de la estrella desgarradora.

 

Tu promesa tomó sentido

y pude regalarle un hermano a mi hijo.​​ 

 

VII

 

El niño grita​​ 

y el bebé canta​​ 

un enredo de palabras.​​ 

 

Los perros ladran​​ 

de manera sostenida,

entonan su coro​​ 

para esta noche púrpura.

 

Han caído los juguetes sobre el asfalto

y a nadie le importa.

Lo sé, porque escucho carcajadas​​ 

sobre bicicletas​​ 

que se alejan colina abajo.

 

Existe una grieta​​ 

entre mi corazón y esta casa.

El sigilo pierde el equilibrio y me roza

con sus manos traviesas.​​ 

 

Han caído los juguetes sobre el asfalto

y nada importa.

 

 

 

 

 

Paola Valverde Alier (San José, Costa Rica, 1984)​​ Poeta y gestora cultural. Por 4 años dictó el taller literario del centro penal C.A.I. La Reforma (2002-2006). A finales de 2010 Editorial La Cartonera Tuanis de Costa Rica publicó su libro de poesía La quinta esquina del cuadrilátero, reeditado por Editorial Arlekin (Costa Rica, 2013), Editorial Lápices de Luna (España, 2016) y Cartonera Tica (Costa Rica, 2019). En 2015 Ediciones Perro Azul (Costa Rica, 2015) publicó​​ Bartender​​ y obtuvo la Mención de Honor en el Premio Nacional de Poesía Aquileo J. Echeverría de Costa Rica. En 2017 publicó Las direcciones estelares (Amargord, España) y las antologías​​ Nocaut (Trabalis, Puerto Rico) (La Chifurnia, El Salvador), De qué color es el verde (Poe, Guatemala). En 2019, dentro del marco de la Feria del Libro de Costa Rica, fue directora de los encuentros “Canto a la Semilla” y “Fuego Cruzado”, organizados por la UNESCO y la Cooperación Española.

En 2019, su libro​​ El Entrenador de Palomas​​ ganó la Selección Anual de poesía de la EUNED (Costa Rica, 2019). En 2019 publicó​​ Cuando florecen​​ los cactus​​ (Amargord, España). Y en el año 2024 publica​​ Yesca para el fuego​​ con Ediciones Perro Azul.

 

 

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