El poeta ecuatoriano Xavier Oquendo (1972) ha iniciado en Círculo de Poesía un serial de entrevistas a distintos autores latinoamericanos. En esta oportunidad conversa con el también poeta ecuatoriano Íván Oñate (1948), que está de visita en México para presentar su último libro, “La nada sagrada”.
Xavier Oquendo 1. ¿Cuáles son los tres títulos de la literatura universal a los que se acerca constantemente a releerlos?
Iván Oñate. Para mí es muy importante la relectura, quizás mucho más que la primera lectura. Cuando me encuentro releyendo un texto o buscándolo para ese fin, es porque fue muy importante para la composición de mi sangre, más que para mi propia vida. En ese sentido, podría citar tres autores: Borges, Cortázar, Cioran.
2. ¿Qué haría por obtener un ejemplar de la primera edición de algún libro famoso de la literatura y Cuál sería ese título?
En esto soy bastante primitivo. Más que la forma de los libros, me interesa el contenido de los mismos. Ciertamente, sé apreciar una buena edición: su diseño, el papel, etc. Pero no haría mayor esfuerzo por obtener la primera edición de ningún libro. Para mí es mucho más importante que un libro haya llegado a formar parte de mi existencia que de mi biblioteca.
3. ¿En qué libro ha encontrado su definición de “Vida”?
Más importante que la definición de vida (que por cierto es muy fría y desconsoladora en los libros de biología), considero la definición de existencia. Esta definición la compartí en mi juventud, con el libro “Rayuela” de Julio Cortázar.
4. ¿Qué historia de amor de la literatura le hubiera gustado vivir?
Como la poesía (aquí sobra el como), el amor y su historia nos es dada. No nos es permitido elegir. En buena hora, he vivido a plenitud lo que me ha tocado en suerte. De joven me enamoré del amor de Horacio Oliveira y la Maga.
5. ¿Qué obra de la literatura le gustaría ver en el cine?
De la literatura me gusta vivir su lenguaje. Sopesar la energía de las palabras, de las frases. Por cierto que me gustan los buenos argumentos, pero mucho más el cómo están escritos.
6. ¿Con qué autor de la literatura le hubiera gustado conversar y compartir en una velada bohemia?
Regularmente los autores de carne y hueso, me causan cierta desazón, cierta incertidumbre. Como humanos que somos tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes y, por lo general, no coincidimos textualmente con el texto. Es mejor tenerlos defendidos contra la desilusión y el desencanto. Pero, claro, me hubiese gustado mucho compartir un trago o tomar mate con Julio Cortázar. Recuerdo que un amigo recientemente fallecido, Josep Camps, un cura catalán que devolvió su lenguaje escrito a Cataluña, me comentó alguna vez que acababa de ver a Cortázar en París y sentí profunda envidia de ese hecho. Acusé a Dios de traidor, por no haberme permitido vivir esa experiencia.
7. ¿A qué autor de la literatura universal considera injustamente olvidado?
Empezaré con una convicción Borgeana, más que con una cita: lo único que existe es el olvido. Unos llegaremos más pronto a él, a otros les tarda en llegar, pero a todos, absolutamente a todos nos llegará algún día.
8. ¿A qué autor de la literatura universal considera sobre valorado por la crítica y el tiempo?
No recuerdo si lo dijo Lotman o Bajtín: es el texto el que elige a sus lectores, a sus críticos. En todo caso, si existe error, será pasajeramente humano, no del tiempo.
9. ¿Qué personaje de la literatura le hubiera gustado que exista, efectivamente?
Ninguno, por que ellos viven en su debido contexto. Para qué traerlos a este lado de la realidad y exponerlos a que se achicharren como vampiros bajo el sol. Para qué someterlos a la labor destructiva del tiempo, es mejor dejarlos donde están. Ellos nos sobrevivirán. Ellos fueron los elegidos para perdurar, nosotros no.
10. ¿En qué personaje de la literatura se ha visto reflejado en virtudes y defectos?
Esto ha ido cambiando con la edad, con el espejo diría más bien.
11. ¿Cuáles son las cinco palabras que utiliza con obsesión en su literatura?
Según la semiótica y el sicoanálisis Lacaniano, las repeticiones y redundancias sirven para rastrear estructuras profundas que se esconden en nuestro inconciente. Por eso es mejor dejarlo así, inconcientes.
12. ¿Con qué está comprometida su literatura?
Con la poesía. Intento encontrarla, heredarla, buscarla, tomarla, robarla y trabajarla en cada instante de mi vida. En todos los actos que suman y resuman mi existencia. En mi lectura o mi escritura. En mi depresión o en mi alegría, que no me falte la bendita o dolorosa poesía.
13. ¿Cómo sería su vida sin la literatura?
No podría explicarme, no sería posible. Si hubiese podido dejar de escribir, lo hubiese hecho. Que no quede la menor duda.