Breve muestra de poesía de Eslovenia

Presentamos una muestra de poesía eslovena contemporánea preparada por Mariluz Suárez Herrera. Aquí aparecen poemas de autores de diferentes generaciones, entre ellos Tomaž Šalamun, referencia de la poesía de aquel país, recientemente desaparecido. En esta muestra hay también poemas de Svetlana Makarovic, Milan Dekleva, Brane Mozetic, Jure Potokar.

 

 

 

 

 

 

 

Poesía eslovena contemporánea

 

La muestra de la poesía eslovenia actual, que ahora presentamos, es sólo eso: una muestra. Además, por obvias razones de espacio, breve; demasiado breve. Sin embargo, los autores incluidos, que pueden ser asimilados a tres o cuatro generaciones -más allá del a veces dudoso término “generación”-, son lo bastante calificados como para obtener merecida atención y difusión.

La historia de Eslovenia es, como sabemos, parte de la dramática historia de la conflictiva zona balcánica. El nuevo Estado formado después de la II Guerra Mundial y el posterior desgajamiento de Yugoslavia, signaron hondamente los contenidos sociopolíticos y, por supuesto, artísticos y literarios de la Eslovenia de hoy.

Luego de los años iniciales de posguerra y en medio de cambios revolucionarios -expresados en poesía con lenguajes directos, de compromiso, comunicativos, aunque hubo alguna reacción de corte intimista-, en los años 60 se origina la llamada “literatura del absurdo”. En ella se manifiesta -bajo la buscada influencia del arte y la cultura occidental- la falta de sentido del ser humano y del mundo; lo que importa a los poetas es la verdad interior, no la que se pueda percibir en lo externo. Estos poetas -Zajc, Strnisa, Taufer, Makarovic, Kovic y otros- son considerados como los “anunciadores del modernismo”, que no es ajeno, por otra parte, a la tradición oral eslovena, así como a una sintaxis poética original, no utilizada anteriormente. Pero sería Tomaz Salamun el liberador total de los procedimientos metafóricos; es el primero “que se aventura a intervenir en el canon literario esloveno y derribarlo”. Su producción ha sido clasificada “bajo el modernismo” como la orientación literaria más importante del siglo XX, que incluye la aceptación de que “la poesía y la literatura están sometidas (también) al absurdo”.

A esta neovanguardia sigue la llamada “generación poética media o intermedia”, conformada por autores nacidos en los 50 (Dekleva, Novak, Jesih, quien escribe sonetos), que entretejen “lo vulgar y lo sublime, lo popular y lo hermético” y aun suspenden “la barrera traumática entre lengua culta y lengua conversacional”. Trabajar con lo imprevisible y lo imposible de la creatividad artística es esencial en esta tendencia.

Finalmente, la promoción de poetas más jóvenes y ya establecidos, apoyados en el posmodernismo, intenta renovadas búsquedas formales (palimpsesto, pastiche, cita, collage, anáfora, reiteración temática, verso narrativo, atenuación del yo lírico, etc.) por medio de poéticas de tono y modalidad marcadamente individuales (“auto-poétiques”). Desde el punto de vista temático, nada parece ajeno a estos poetas; en eso también, quizá, se reconocen en una tradición relativamente extensa en el tiempo, pero que se ofrece -en un país de sólo dos millones de habitantes- como una indudable ratificación histórica de identidad espiritual.

 

Mariluz Suárez Herrera

 

 

 

 

 

Svetlana Makarovic

 

La mañana

 

Caminas cuidadosamente entre los trozos del sueño.

Las estrellas, grandes, pálidas y dulces,

Están desvaneciéndose en el húmedo amanecer.
Tímidamente sorbes plata

De la copa de la madrugada.
Las caras grises de la noche gris

ciegas fijan su mirada en lo gris.

Muriéndose,

Apoyadas en tus hombros.

 

Anda con cuidado.

A algo amargo huelen

las hierbas de la mañana.

 

 

 

 

 

 

Tomaž Šalamun

 

 

Me cansé…

 

Me cansé de la imagen de mi tribu

y emigré.
Con largos clavos

me sueldo los miembros del cuerpo nuevo.

De trapos viejos serán las entrañas.

La pútrida capa de la carroña

será la capa de mi soledad.

Me extraigo el ojo desde lo profundo del pantano.

Con las planchas carcomidas del asco

levantaré mi barraca.
Mi mundo será un mundo de bordes agudos

cruel y eterno

 

 

 

 

 

 

Dios

 

Yo

exijo

amor

incondicional

y

libertad

absoluta.

Por eso

soy

terrible

 

 

 

 

 

 

Milan Dekleva

 

 

Anaximandro presiente

 

Confundido, con un presentimiento en la sangre, me despierto,

semilla muda, vacía. Doble.

Busco el alma, el cuerpo está vacío,

durante el sueño alguien me hurtó el recuerdo.

El miedo se instaló en la cavidad de la cabeza.

Un miedo extraño, porque el mundo está aquí. Presente.

Aquí hay luz, las cosas resplandece. El sol

levanta su propio peso, el peso de la hierba.
Miro. Huelo, palpo una gracia terrible.

Oigo la algarabía de los niños en el amparo de la casa.

¿Y entondes qué? Si el tiempo repiquetea la misma medida

para todos. ¿quizás…? Me parece que sí:
los demás existen, sólo yo soy

 

 

 

 

 

 

Jure Potokar

 

 

Eres infinito

 

Eres infinito en el vacío que llena

tu alma, mudo e incomprensible como un punto

en el horizonte. a veces, a causa de tu mirada
fija, tiemblan enjambres de estrellas y entonces

comprendes que estás parado en el borde donde confluyen

el cielo y la tierra. como en un mapa

medieval. Eres lo suficientemente pequeño para creer

en el orden cósmico y lo suficientemente grande para anhelar

el secreto de las estrellas que llamas soledad.

 

 

 

 

 

 

Brane Mozetic

 

Tu olor se incrusta…

 

Tu olor se incrusta en mi piel – mi mujer

y mis hijos ya no me reconocen

y mi perro me muestra los dientes

todos los objetos se escurren de entre mis dedos

y las palabras se dirigen cada una a su lado

las montañas pierden sus picos, los mares su humedad

en las catedrales se esfuma el olor a incienso

y en las calles, y en las calles estas miradas –

me dirijo hacia el secreto claro del bosque

donde lo vetusto extiende sus brazos

donde arrecian las fuerzas eternas, desarraigan

árboles, despedazan la tierra

me entrego a lo desconocido – pero el fuego del brujo

no se inflama, las ramillas no despiden fragancia

la palabra se da vuelta, pero el polvo no se

vuelve cristal, ni agua pura

 

 

 

 

 

Ales Debeljak

 

 

Sin anestesia

 

Las casas están vacías. No contienen nada. Como si fueran el fruto

de un proyecto fracasado. El paisaje yace en el agua que

verdea entre unas plantas. Ensombrecida por las líneas

del horizonte. Llena del vacío que todos temen.
Esta mañana quizá sí huele a té de jazmín. Pero eso

no significa que tenga algún sentido. Puedes continuar con

los paseos hasta la orilla, eso no cambia nada. Todo lo que

alcanza tu mirada no es más que una amarga ilusión. Que
hace pensar en las imágenes de experiencias que ya conoces.

De ninguna manera

quieres encontrar lugar para las cosas. Que duran más allá de tu

imaginación, esperanza, misterio. Estás rodeado de cosas.

Eso no está tan mal. Son la únicas confiables. Son.

 

 

 

 

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