Poesía lituana: Dovilė Kuzminskaitė

Presentamos la poesía de Dovilė Kuzminskaitė (1990, Vilnius, Lituania) Poeta, traductora y profesora de español y literatura iberoamericana en la Universidad de Vilnius. En 2014 mereció el premio para jóvenes poetas de la Unión de Escritores de Lituania y publicó su primer libro, Namas su paukščio ženklu. Ha sido traducida al español y al francés. Además, participa como traductora y poeta en los festivales de poesía de Lituania. Dovilė Kuzminskaitė ha traducido una amplia selección de autores latinoamericanos. Los presentes poemas fueron escritos directamente en español, salvo el último de la selección, escrito en lituano y traducido por la autora en conjunto con Nuria De Cos Lara.

 

 

 

 

 

 

 

una mujer es nada más que una puerta

a algunos les cuesta encontrar la llave

y dicen que es una tarea complicada innecesaria

los que la han visto

abierta de par en par

dicen que dentro ya no hay nada

 

una mujer es como arena

puedes sentir su peso

y su calor en tus manos

pero sabes que nunca podrás

poseerla toda

 

una mujer es como la noche

te cubre como una segunda piel

pero nunca por muchos relojes que tengas

te das cuenta

cuando decide irse

al fin y al cabo

una mujer

es como

el tiempo

un concepto

que jamás entenderás por completo

aunque vivas

eternamente

metido

en él

 

 

 

Brujerías

con

palabras de amor

construimos castillos

de arena en los que vivimos hasta

que los destrozamos con miradas de hielo

no dejéis de hablaros en el idioma sagrado de las caricias

 

 

 

 

 

 

cuando extrañaba a alguien

Juan Gelman aullaba como un perro

en las calles de Buenos Aires

por el mismo motivo Sor Juana se fue al monasterio

Horacio Quiroga escribió unos cuentos rarísimos

y se suicidó

César Vallejo escribió unos poemas rarísimos

y murió

así de simple

Nicanor Parra fingía

que para su naturaleza extrañar a alguien

era demasiado trivial

(por las noches leía los poemas de Benedetti debajo de la manta)

Julio Cortázar

tomó un mate

y construyó

el capítulo 41 de Rayuela

Alfonsina Storni arrancó su cara de una foto

Idea Vilariño arrancó la cara de él de su memoria

tú te arrancaste de mi

 

yo no puedo hacer nada de eso

porque desde hace un año

cuando empieza a amanecer en este cuarto vacío

te siento presente

 

 

 

 

 

 

 

Punto final

 

una nostalgia es algo

que se puede bailar

se puede tocar

se puede estudiar científicamente

hay nostalgias

que son tan grandes

que se pueden cruzar en barco

lo que no se puede hacer

con una nostalgia

es arrancártela

porque incluso las más pequeñas

pueden devolverte al caos

hay que mimarlas

tratarlas con cariño y atención

hasta que se vuelvan un pájaro azul

y se vayan volando

por la ventana carmín

de la madrugada

 

 

 

 

 

 

 

La muerte me enseñó que no se muere de amor. Se vive de amor.

Juan Gelman

 

 

no es que estuviera aquí

muriéndome de amor

ni viviendo de él

porque siempre he vivido con él

viéndolo florecer en los almendros

en la primavera

oyéndolo en la nieve

que empieza a caer

tan deprisa

sintiendo su leve

roce

cuando pasa por mi lado

y se quita el sombrero

para saludarme

 

 

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