Poesía mexicana actual: Juan Manuel García Jiménez

Presentamos una serie de poemas del poeta y artista plástico Juan Manuel García Jiménez (Zacatecas, 1979). Publicó los libros Acuarelas, Bitácora de la cursilería, En el resquicio de los que se preguntan si Dios tiene sed o ha perdido la fe, Cecilia Blues, A veces Dios tiene una soledad más grande que Lisboa, entre otros. Ha participado en diversos festivales de poesía. Actualmente dirige el taller de gráfica Enrique Guzmán y la editorial Cecilia Cartonera.

 

 

 

Bitácora de la sala de trasplantes

 

Cuál es el camino

que tengo que tomar

si solo hay un destino

al que puedo llegar

Vicentico

 

1

Estaré un mes y medio en Torreón,

en el Hospital de Trasplantes

mientras viajo de Zacatecas a Torreón,

mi ironía ha desaparecido,

siento que soy otra persona,

tengo una seriedad que me enfada

soy amable, no hago bromas

no me burlo de nadie,

pienso la desolación, es un hospital

sonrío discretamente mientras pienso esto.

 

2

El hospital es enorme,

como un laberinto de la incertidumbre

yo estoy en el séptimo piso de trasplante.

 

Mi hermana menor me donará su riñón

en la ternura de un Dios misericordioso

que se mutila de una parte fundamental,

ella está en el cuarto piso.

 

3

Estaré 8 días antes de la operación

en la sala de trasplantes

en la sala se encuentran pacientes

que llevan días, incluso un mes,

ellos me cobijan de este frío de muerte,

con una infinidad de palabras.

 

4

Antonio será trasplanto,

su esposa que esta junto a él

desde hace 20 años le donará su riñón,

él cuenta que la amaba,

que ahora la ama más

él usaba bigote, antes de la operación

enfermería le pide se rasure.

Dice que su mujer lo miró

mientras esperaban la operación

le dijo que se miraba muy bien sin su bigote

èl la quiso tomar de la mano

pero una camilla los separaba.

 

5

Fidel antes del trasplante,

camina por los pasillos

se queja de mínima cosa

un pequeño dolor de dedo

de tener que bañarse,

se queja que en su dieta

le dieron pollo, por el calor,

por la sonda.

Por fin lo trasplantaron

dicen las enfermeras

que anestesiado Fidel se quejaba de sus sueños.

 

6

Don Raimundo viene al hospital

por una infección pulmonar,

nos encontramos por primera vez,

en la sala de trasplantes,

en el área de televisión,

me habla sobre la sensibilidad ante el otro,

sobre su juventud, de las mujeres que él amó,

me repite que a él, le interesa el bienestar de los otros,

en horas no me ha permitido ni siquiera decirle mi nombre.

 

7

Cuerpo desamparado al dolor

cuerpo habitado por el calor de la madrugada

cuerpos con las sondas

cuerpo devastado por el medicamento

cuerpo acechado por la muerte

cuerpo que adelgaza brutalmente.

RESISTE

Aférrate a lo cotidiano

cuerpo que habita la luz tenue de este hospital

ten piedad de mi mente.

 

8

Cuando el cuerpo muera

¿el alma tendrá el recuerdo

de la ciudad que habito,

de las mujeres que trascurrieron el corazón,

de la genética que construyó el cuerpo?

¿Recordará el dolor de los dedos,

de la mala visión?

¿Recordará el idioma que nos permitió

comunicarnos con los lugares comunes?

 

9

Mi mamá dejó Zacatecas,

me acompaña al hospital de Torreón.

mi madre es puntual a la hora de visita,

yo la espero en la sala de trasplantes,

hablamos durante todos los días durante media hora ,

antes de entrar a la sala extiende sus brazos,

yo extiendo la fragilidad de mi infancia

y comienzo a llorar.

 

10

Camino en silencio para que la muerte

no escuche mi andar por este hospital.

confundo mi ruido cardíaco

con el ruido del calefactor,

mi movimiento lo camuflajeo

con el ruido del entorno,

evito soñar, ya que los sueños

hacen ruido en el vientre de la fe.

 

11

La doctora cubre su boca

jamás he mirado sus labios

¿qué ocultara?

una pradera de rocío

la ternura de la piel

el exilio de un paraíso,

sus ojos traen la tranquilidad,

cuando habla parece que su voz

viene del interior de su corazón.

 

12

Me hicieron un ultrasonido,

para verificar esté bien,

del trasplante de riñón,

por primera vez, en este aparato

escuché mis ruidos interiores,

estridentes como mi risa,

ninguna melodía clásica

que traiga la tranquilidad,

ningún ruido poético.

 

Ahora me complace

jamás haber hablado

con mi interior,

era una insistencia de mi Padre,

me repetía ¡Hijo, habla con tu interior!.

 

13

ELECTROCARDIOGRAMA

Línea constante

de montañas,

de la incertidumbre.

 

14

Las batas de hospital

nos hacen a todos tan iguales,

demasiado viejas, colores insípidos,

cortas, para que puedan acceder las sondas

e inyecciones con facilidad.

 

Todos somos tan parecidos,

sólo nos reconocemos por las frases,

por nuestras historias y oficios

que contamos, que tal vez son mentiras

pero a pesar de esto, nos reconocemos por la palabra.

 

15

Su cuerpo cada día

es la fragilidad,

que mínimo viento la balancea,

su alma, un bosque inamovible.

 

16

Para ingresar a la sala de trasplantes,

nos han pedido un jabón, papel sanitario,

una toalla y sandalias.

Cosas comunes, que adentro

se vuelven indispensables.

 

Cada vez que uno entra al quirófano,

o muere, los familiares recogen estos objetos,

yo imaginaba mi muerte, mientras entristecía

en creer que mi Madre

tendría que entrar, por mis objetos personales

inútiles, devastados e inservibles,

ella los abrazaría como si fuera yo.

 

17

Ya me dieron de alta del Hospital,

mis hermanos, han rentado

una habitación en frente.

 

Por indicaciones de los Doctores

no tendré que salir en un mes del cuarto,

sólo puedo salir a análisis y consulta

cada semana.

 

Ya tengo 17 días cerca de la clínica,

hasta ahora, no sé porqué parece

que por primera vez escucho,

el ruido de la ambulancia,

pienso ¿què es lo que he dejado de escuchar,

y mirar a pesar de que esté cerca de mí?
18

El amor a primera vista

jamás se debe de justificar,

existen todas las declaraciones sobredichas

no es necesario poseer nada, ni siquiera saber

el nombre de ella,

su propia existencia, lo explica todo

uno debe ante esto, seguir el camino

su belleza, nos regresará su presencia eternamente.

 

19

Por recomendación médica,

debo de comer frutas,

llego a un Restaurante en Torreón

donde estas tú

Paraíso que yo creía inexistente

Eva de Torreón, me preguntas

¿Qué fruta deseo?

yo te contemplo y te digo,

podemos existir en el Paraíso,

pero si tú deseas nuestro exilio

incluye manzana.

 

20

Con el Trasplante, viene el rechazo

de mi cuerpo al riñón donado,

para que esto no suceda,

me darán pastillas inmunodepresoras,

así mi cuerpo acepte el riñón donado

pero estaré susceptible a cualquier infección,

durante meses.

Otra indicación, no podre besar a nadie,

ni hacer el amor en seis meses,

pienso cómo besarte con palabras

mientras tú, atiendes el restaurante de dieta.

 

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