Presentamos tres poemas de Sergio Ángeles (Querétaro, 1985). Es poeta y licenciado en Lenguas Modernas por la Universidad Autónoma de Querétaro. Ha publicado el cuadernillo Libertad miscelánea (2005) y textos varios en la revista de poesía Blanco Móvil. Ha participado en el primer Encuentro de Escritores División del Norte, organizado por la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua. Fue uno de los editores de la revista de poesía Maquillaje Beat y obtuvo la beca literaria del Festival Interfaz “Los signos en rotación ” de ISSSTE Cultura. Fue tutor de los beneficiarios del estímulo PECDA en su edición 2016 en la disciplina de Letras y actualmente es beneficiario del primer estímulo municipal para creadores y artistas FOMAC 2017, en el Estado de Chihuahua.
Cirugía a corazón abierto
Hiere mi noche el escalpelo
cruel regocijo del tiempo
tres flechas que abren las venas
agonía de los recuerdos
numeración quirúrgica
detalle grabado sobre mármol
las columnas que llevan tu vida
(Padre, disecciona los pecados de la ira)
turgente concilio
que recibe una descarga de nube
tus piernas –fórceps inversos-
caricia bisturí palpitando en la humedad
Gloria al Padre
Trepanación de la metáfora
entrada cíclica sacude los muros
opresión delirante cierra el puño
eléctrica incisión en tu vientre
Gloria al Hijo
del hijo
(Madre, cura los disturbios de mi sangre)
viaje nebular
paroxismo destella
lúbrica sonrisa de veinte pétalos
lúdica mirada
impúdica mordida
-sonido anestésico-
mi nombre se repite convulso
en un mar de palabras dentadas
salvajes y sucias
golpes de voz
impactando mi rostro
gemido ciego
empuña la oración
canto perdido de los místicos
nosotros en éxtasis de beatos
encrucijada de sensaciones
mi noche cruje en la obertura
fulgor de cielo
tu vórtice
fruto estelar que somete
puerta de mi pensamiento
con cera hirviendo
sutura mi ser en tu vientre
Gloria al Espíritu
extático resplandor.
Interstellar overdrive blues.
00:00
Y comienza con una detonación
miro a través de la ventana
la suerte de medusa que no sobrevivió
luces que separan los mundos
vine para destrozar tu cuerpo y tomar versos
con la risa histérica de todos los santos
bebo con un poeta a miles de kilómetros
distancia precoz
estrépito fulgurante que se llevó la teoría
no ha servido consumir las formas y perder la cordura
el sabio espíritu del vino se burla de los vanos intentos
quieres escribir desde la comodidad de tu ego
prueba el pan de los perdedores de un día
perdedores de toda la vida
comparte el banquete de los méndigos
señala con brutal enfado Los premios
porque todo empezó con un profundo sonido
se agota la danza de los papeles
la vulgaridad de tu vida inunda los patios
he venido (vine un día) para quedarme con todos los deseos
observa la calle vacía de madrugada y llena de ti
llena de madrugada la calle
vacía de ti
todo orden aniquila el deseo
cada astilla de cristal sobre la mesa paterna
El poeta puede soportarlo todo
dejarse el traje de los jueves derramando angustia
he llegado para martirizar al poeta que no tuvo suerte
al vagabundo que me extiende su mano
Y soy yo pidiendo clemencia de justo verbo
sentado a las puertas de una catedral y fuentes
nos ha tomado por sorpresa la noticia (murmuran)
Pero todo acaba con el silencio.
ii
como un globo llevo el verso prendado de un hilo
una queja desgarrando como notas de cello
la mujer que se desnuda de pureza
la mujer sepulcro de sonrisa como duna
mujer habituada a su cuerpo que es mío como esta línea
el ovillo que trato de salvar del incendio de su alma
de los vicios de este poema
puedes reír de cada silaba suelta saltando como sierpe
adoro los giros endemoniados de las consonantes
porque entre curvas se acaba el aliento
que fue el primero.
Tomas la mano del leproso en esta ciudad
porque tu especie se encuentra condenada
un sucio juego
retratas poesía con imágenes suturadas
y aun vienes a recibir los honores del vino
en el que te sumerges para levar anclas
en tu pequeña ciudad muerta encerrada bajo la palma de la noche.
iii
La poesía es la calle
donde una palabra te desgarra el vientre
el sitio en que estamos
-nos encontramos- siempre solos
el silencio puede ser una bocanada
o el árbol donde nos desnudamos
en el que irrumpes con un gemido
casi oración apenas canto
destruye una galaxia a 300 mil años luz
y regresa acelerado
para cubrir los restos del verso
cerrar la ventana
porque esto termina
con un portazo en la jaula.
09:41
Cerezo
Fue en el preciso instante del ascenso
-cinco segundos viajeros-
que contemplaste la lujuria
sobre nuestras cabezas
Fue preciso el instante
en que la muerte se llevó tus ojos
para dejarte sumido
en la fiebre de la locura
Candente arpegio
acompasando la caída
un corazón enraizado
mira el infinito bajar
y elevarse de nuevo en fractal secuencia
-imagen hecha verbo-
Viaja el universo entre dos espejos
como un pétalo a punto de llegar al suelo
instante precisamente hecho
para quedarte suspendido a cinco centímetros por segundo.