Karaoke zen
necesitas cambiar de nombre dos ibuprofenos dormir más pagar menos necesitas instalar un botón de pánico en la ducha que todo lo que te importa esté encendido las 24 horas poner hielo sobre las partes oscuras contar hasta diez necesitas un doble de riesgo para afrontar marzo hacer el amor como un animal adulto necesitas dos llamadas de emergencia una para avisarle a tu mamá que ya comiste y otra para decirle a los paramédicos que tus poemas están en la nevera necesitas saber que hay ranas que pueden detener su corazón cuando hace frío que te cuenten una historia en la que hay un carro esperándote al otro lado de la calle necesitas un poema tanto como necesitas romperte una pierna pero te mueres de ganas de que te dibujen corazones sobre el yeso necesitas abrigarte empacar algunas cosas salir echando llave y llegar sin avisar que todos nos podamos reír de lo que ha pasado
Pondremos drogas duras en niños blandos
La poesía me obligó a comer para escribir
Flavia Calise
necesitamos quitarnos de encima
este embrujo del lenguaje
sacudirnos como animales inofensivos
y aprender a sentir
cosas que no hemos sentido
escribir un poema como excusa
para decir la palabra pletórico
que algo sea pletórico
mi abuela desorientada en el centro comercial
el mounstro que nos devoró hace dos años
que el domingo sea pletórico
necesito que no hayan pasado veinte años
ser castigado a la hora del descanso
hacer una plana en la que tenga que escribir
lo que otros quieren que escriba
que la letra no me quede chueca
necesito que dejemos de creer en la realidad
y despleguemos nuestras fuerzas ficticias en la noche
que ataquemos sin perder la alegría
necesito que la poesía de mis amigos
no sea un comunicado de la alcaldía
que se desenamoren del fracaso
y la vida les arda
porque todo ese tiempo
que pasamos en el incendio
nos dejó con ganas de escribir con ceniza
pero lo que realmente queremos
es que lleguen los bomberos
que rescaten al gato
que nos abriguen en plena noche
y una ambulancia nos lleve de fiesta
por la avenida
pero amigos
yo los necesito vivos y feroces
que le pongamos drogas duras a niños blandos
publiquemos libros en editoriales superdependientes
y le acabemos el papel a los notarios
y los niños que nazcan se queden sin nombre
y nadie sepa si son géminis, si ascendieron en algo
si tienen o no una casa en venus
necesito que nos saquemos el embrujo de la poesía
y nos sacudamos como perros
saciados de lenguaje
y nos llevemos entre los dientes
un pedazo macizo del amor
y lo enterremos en el parque
y que ese lugar sea declarado
como el nuevo núcleo
de la tierra
a dos cuadras de tu casa
a cinco minutos de la vida
Multitudinal y testarudo
me siento vacío y tentacular equinodérmico los viernes la mayoría de veces digo que sí pero cuando estoy volviendo a casa pienso en esos insectos que se quedaron atrapados en la resina de los árboles hasta convertirse en piedras de ámbar pienso en las cosas que pondría dentro mi gata desperezada el nombre de todas las personas que besé en el 2021 los ojos de mis amigos al final de las vacaciones la alineación completa del América de Cali en el 2002 el tiempo que pasamos a oscuras un sapo estirando la lengua con todas sus fuerzas las ganas que tenemos de que nos muerdan el cuello el libro de inglés mal fotocopiado a los ocho años a los diez años a los quince años (but I still don't understand I don't speak I don't listen in english) una historia sencilla que nos de cinco minutos más el pensamiento intrusivo de enchufar un tenedor y fundir los tacos de todo el edificio esos tenis carísimos que nadie nos compró y con los que nos habríamos ido bien lejos a encontrar un lugar habitable dentro de la piedra