En el marco del dossier “otra muestra de poesía argentina”, preparado por Carlos Aldazábal, presentamos la poesía de Rodolfo Edwards (Buenos Aires, 1962). Su último poemario es Mingus o Muerte (2009).
Para leer la introducción que vertebra esta muestra sigue el enlace
LA BORRA DE LA POESÍA
un alud de palabras arrastró al poeta
y perdió el sentido
y ahora no hay
arriba ni abajo
ni derecha ni izquierda
en el agua del mundo
boyan letras de colores
restos de cotillón
papel picado nuevamente picado
la borra
la inmensa borra de la poesía
CHAMAMÉ
la derecha del jazz
no incluye el chamamé
en el género
“demasiado frenético
salvaje y alcoholista”
dijo un crítico de la derecha del jazz
el acordeón surfea
sobre el litoral
con la esquizofrenia y el candor
del artista cachorro
improvisa enancado a la melodía
muerde sus crines
hasta los límites provinciales
hasta el caracú
cala hondo
como la cuchilla de los matarifes
orgullo de la sangre
que estalla en el sapucay
hay una quema de sombreros
una disputa esencial
brotan de los ojales
una sabiduría de locro y espuela
fermentan desde los pajonales como laberintos
un brutalidad de piso de tierra
sombras chinescas de china en baile
el Diablo que se ahogó en el río
resucita del fondo de un vaso
de cerveza con naranja
también chamamé con bandoneón
como acostumbraba Don Damasio Esquivel
HOY ME TOCA
hoy emboco
todos los papeles en el cesto
de taquito
con la mano
y de cabeza
hoy las mujeres
suspiran a mi paso
y recuerdan mi perfume
para siempre
hoy encuentro
billetes
billeteras
y en el billar
soy carambola
hoy gano ´
prodes loterías y quinielas
soy invencible
con dadas o barajas
hoy escupo para arriba
y me devuelven pescado y vinos caros
hoy no creo
que nadie me pueda
soy tan fuerte como el roble
y canto fuerte
mi voz se eleva a las alturas
y hace yunta con el trueno
soy la luz de la centella
y me reparto como el pan
por la penumbra
CONTROL REMOTO
el sol entra por la ventana
recién bañado
un vaso de whisky en la diestra
estoy mirando un video de Joni Mitchell
la sensación de bienestar en el cuerpo se siente
es jueves santo día feriado
me encuentro en armonía con todo el universo
con sólo apretar un botón
todo desaparecería
de repente
LA ORDEN ES VOLVER A LA CALLE CORRIENTES
la orden es:
volver a la calle Corrientes
a disfrutar de nuestra última primavera
el tiempo arranca
con mano severa
las hojas de los árboles
los discos de Pink Floyd
las famas de los actores municipales
la orden es:
volver a lo mismo
a lo que nos quitaron
al tobogán en su declive exacto
a los parques como planetas
a la copa llena
germinando en las muecas del destino
¡que nunca se muera la luna!
ella alumbra con sus focos
todas nuestras apariciones
en el centro de la ciudad
el grito sagrado de los compañeros
tapando el canto porcino de los canallas
cuando nos marquen
la última cruz
de nuestros corazones averiados
todo volverá al principio
un niño inquieto
gritará ¡tierra!
desde la ventanita del Obelisco
LA DUEÑA DE MIS NADAS
y nuevamente un escozor
te recorre la espina
y la corcoval esencia del martirio
y nuevamente posan las caras
en estaciones olvidadas
y vuelve el amor
frente a una ventana
y el sol contra los vidrios
y estallan los corazones
germinando las demoras
y escalan las alturas
los sonámbulos en sombras
-es la romántica renga de los excluidos-
me enanco a las horas
donde tan cerca estuvimos
sos la dueña de todas mis nadas
HACER EL AMOR
quiero hacerte el amor
escuchando la cara B de Abbey Road
en el lago azul de Ypacaraí
todo el lecho del lago
y nuestro salto mortal
entre millones de litros de cielo
EL SUBTE “A” (PLAZA MAYOR – PRIMERA JUNTA)
esa señora que muerde
tristemente su galletita
y encima en el andén
te meten esa maldita música melancólica
te hacen sentir un personaje
de película alemana de posguerra
estoy encerrado en un ropero
lleno de trajes con las personas puestas
CORRAL DE LA MORERÍA
quiero llenarte el cielo
de muñequitas españolas
que vuelen por el mapa de España
con alas de encaje rojo
y tacos altos como cipreses
la luna es una madeja
con hilos de colores
donde me enredo
noche a noche
ay madre mía
por qué me habéis parido
en una tierra tan fría
oh tablao imaginario
con luces rojas como labios
sevillana que me cortás el rostro
larga el toro de una vez
y deja ya de contar tu ganancia
que mis lágrimas se hicieron
perlas de dolor humano
LA NEGRITA
todos mis versos
los escribiste vos
negrita
yo simplemente los pasé a máquina
y a veces dictaminé prisión en suspenso
para algún adjetivo
que después apareció
acá o acullá
entre adverbios de modo de tiempo y de lugar
ese adjetivo
se parece a remolinos de tu pelo
al ciclón que hay en mi alma
al vientito que sopla afuera
haciendo flamear
el pabellón nacional
banderas de remate
la memoria mala
todos mis versos
los escribiste vos
negrita
los que escribí antes de conocerte
fueron hechos por un acto de videncia
los que escribí después
por un acto de inocencia
¿cómo es eso de andar haciendo
barquitos de papel con cartitas de amor
y echarlos a navegar
en un charquito de agüita podrida?
todos mis versos
los escribiste vos
negrita
y yo creía que la ciudad
era un parque de diversiones gigantesco
los autos
autitos chocadores
donde moría mil veces Julio Sosa
mientras yo bajaba cauteloso
de renglón en renglón
hacia el vacío
Datos vitals
Rodolfo Edwards (Buenos Aires, 1962). Es Licenciado en Letras (UBA), especializado en Literatura Argentina y Latinoamericana. Tiene publicados siete libros de poesía: Culo Criollo (1999), That´s amore (2000), Rodolfo Edwards (2000), Los Tatis (2003) ¡Vamos con esas imágenes! (2005), Mosca blanca sobre oveja negra (2007) y Mingus o Muerte (2009). Fue miembro de la redacción de la revista 18 whiskys y dirigió las publicaciones La Mineta y La novia de Tyson. Participó de diversas antologías de poesía argentina publicadas en México, Chile, Venezuela España y Alemania.