Poesía de Nueva Zelanda: Ria Masae

En el marco de nuestro dossier de poesía actual de Nueva Zelanda, preparado y traducido por Andrea Rivas, presentamos la poesía de Ria Masae, estudiante del BCA (Bachelor in Computer Application) en el Manukau Institute of Technology en Auckland. Masae Ganó en 2015 el premio New Voices: Emerging Poets Competition, y en 2016 el Cooney Insurance Short Story Competition. Hay contribuido con trabajos en publicaciones de Australia y Nueva Zelanda, incluyendo Landfall (#230, 2015); Otoliths (#36, 2015); y Blackmail Press (#37, 2014).  Ria disfruta siendo miembro del Colectivo de Poetas del Sur de Auckland, cuyo trabajo incluye facilitar talleres de poesía para organizaciones y escuelas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Noughts and Crosses[1]

 

Adán

Nunca fui tu anochecer en Eva.

Tus costillas patriarcales

construyeron la caja de mi pecho

pero el tambor de mis latidos

siempre ha sido mi propio himno.

 

Dios

nunca fui tu caída.

Tus viejos testamentos

no conocían razón para ser

tallados como profecías en piedra

en los pozos de mis palmas.

 

Demonios

nunca fui su campo de batalla.

Así que tiré mi espada y escudo

y me arrodillé con el círculo

de su Legión

con corazón y brazos abiertos.

 

Porque pertenezco entera.

Pertenezco preciosa.

Pertenezco viva.

Pertenezco.

 

Siempre lo he hecho.

 

Apretando arena

 

Mis pies se hunden en la arena

mientras vago a través de las costas curtidas

del pueblo de mi abuela en Samoa.

Las olas no se precipitan a saludarme

he estado fuera demasiado tiempo y

este pedazo del Océano Pacífico

no olvida fácilmente.

 

Me detengo y miro hacia el mar

prístino como en los folletos de viajes

no hay necesidad de Photoshop

no hay planes de desarrollo del gobierno

no hay colonización

 

Cierro los ojos y espero…

 

El viento mensajero sopla

saladas palabras en mis oídos –

Puede que hayas tomado tu primer respiro

en la fauna de mi gente, Aotearoa

pero has descuidado el ombligo de las arenas y las aguas

donde la génesis de tu

existencia tiene sus raíces.

La brisa fresca me deja entonces

para ser golpeada por los rayos del sol.

 

No me percaté de que apretaba la arena

hasta que sentí los granos de seda regándose desde

el espacio[2] entre mis dedos;

 

granos de anhelos pasados

deslizándose hacia un pasado perdido.

 

 

Moviéndonos aún

 

Nos mareamos hasta las náuseas en las

ruedas de la calamidad

vuelta tras vuelta tras vuelta

hay gula en nuestra adicción al sufrimiento.

Nos lavaron el cerebro para creer

que la salvación explota solo desde el caos

-La belleza salpicó del Big Bang.

 

Pero yo he encontrado

que la lucha perpetua solo crece

un corazón en las piedras

desde donde no puedo

probar los colores de esta tierra

o escuchar las contracciones de mi pulso

o ver palabras danzar en una voz

o aspirar el crepitar de un volcán apasionado

o sentir el alba de pertenecer…

 

solo un bulto irregular y quieto

sólo

en una pradera de suspiros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas de la traductora

 

[1] El título refiere al juego de “gato” o “Tres en raya”.

[2] El verso original no utiliza la palabra “space” sino “Va”. El concepto de “Va” es un concepto existente en la cultura samoana, pero también en la maorí y japonesa ―donde es llamado wa―. Va es el espacio en medio, la intermediación, no espacio vacío, no espacio que separa, sino espacio que relaciona, que mantiene entidades y cosas unidas en la Unidad-que-es-Todo, el espacio que es el contexto, dando significado a las cosas. Los significados cambian cuando la relación/contexto cambia”.

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