Camisa de once varas (primera entrega): Doce aforismos sobre lo moderno

Arthur Rumbaud

Doce aforismos sobre lo moderno. Doce líneas sobre “la tradición de la ruptura” de Octavio Paz, que pone en perspectiva Edgar Amador.

Hace algunas semanas, los poetas Mario Bojorquez y Jair Cortés, quienes conocen mis debilidades, me invitaron a escribir un texto sobre Ezra Pound, y también, algunas traducciones de sus poemas. Acepté con honor y alegría, pero pronto me vi en un berenjenal: pensando en la forma de abordar el texto sobre Pound me di cuenta que el tema de la oposición entre modernidad y tradición (que tanto les preocupa a Mario y a Jair) debería de ser abordado.

            Para evitar pensar en el tema decidí entonces comenzar con las traducciones. Leo y amo a Ezra Pound desde mi adolescencia, pero nunca sentí el impulso de traducirlo, así que me felicité de la oportunidad de hacerlo. Pero al comenzar a pergeñar las traducciones el desbalance entre la tradición y la modernidad saltó de nuevo.

            Hace muchos años, en un autobús destartalado camino a Monclova o a Sinaloa (no recuerdo, pero no importa), leí de un solo tirón Los Hijos del Limo. Desde aquella lectura, en un viejo autobús cruzando medio país, la dialéctica de la “Tradición de la Ruptura” no ha dejado de retumbar en mí.

            Desde entonces pienso que la “Tradición de la Ruptura”, como las paralelas de Euclides, o los círculos ptoloméicos, implicaban una contradicción irresoluble, y que el bellísimo edificio retórico salido de la elegante cabeza de Octavio Paz era frágil en tanto argumento para resolver la tensión entre lo moderno y la tradición.

            No existe aún, al menos en castellano, un texto que se acerque a Los Hijos del Limo, su arquitectura sigue siendo la torre más alta desde donde ver el hilo que enhebra la poesía moderna. Quienes leímos Los Hijos del Limo, no necesitamos pasar, por ejemplo, por Harold Bloom.

            Los breves aforismos de este texto pretenden, más que desmentir, comenzar a polemizar con Los Hijos del Limo, y al menos para mí, representan un ajuste de cuentas de más de veinte años: son las notas que no tomé al leerlo por primera vez, son los apuntes que no escribí cuando debí haberlo hecho.

            La idea es muy sencilla: la modernidad no pude ser definida como tradición, la ruptura no pude ser parte de la tradición. La ruptura es lo que es, ruptura con la tradición, y la aspiración a ser moderno acaba, para algunos felices casos (como Pound), absorbida dentro de la tradición.

            La tradición necesita de lo moderno para sobrevivir, pero lo trasciende. La tradición va más allá, es lo que queda cuando la modernidad se decanta y acaba aportando algo, un verso, un poema, una obra, un aliento, o incluso un defecto, a la tradición misma.

            Irónicamente, si algún valor tienen estos aforismos, son en todo caso, darle la razón a Paz: romper con Los Hijos del Limo no es más que la confirmación que nuestra tradición moderna es la ruptura.

 

 1.-Lo moderno no puede sobrevivir la época que lo engendró.

2.-Lo moderno hace mucho que dejó de ser contemporáneo, ser perpetuamente moderno es una aspiración estéril.

3.-Algunas obras de lo moderno ya son tradición.

4.-Si lo moderno se convierte en tradición, intentar ser moderno es inútil.

5.-“La Tradición de la Ruptura” es por principio y al fin de cuentas, tradición, no ruptura.

6.-La consecuencia lógica de “La Tradición de la Ruptura” es romper con la ruptura, es decir, quedarse con la tradición.

7.-La ruptura con “La Tradición de la Ruptura” es la forma más acabada de dicha “Tradición de la Ruptura” y su consecuencia es honrar la tradición.

8.-La “Tradición de la Ruptura” es un sofisma tradicional.

9.-Cualquier “Tradición de la Ruptura” que no acabe en tradición es falsa tradición, y falsa ruptura.

10.-Modernidad que no es contemporánea, es un clásico.

11.-La única modernidad posible es aspirar a ser un clásico.

12.-La modernidad consiste en la reinterpretación oscilante de la tradición.

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