Foja de Poesía No. 108: Ana María Iza

Ana María IzaAna María Iza (Quito, 1941) es una de las poetas más reconocidas e importantes del Ecuador. Ha obtenido importantes premios nacionales con su obra poética como el Premio Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño convocado de Diario “El Universo” de Guayaquil en los años 1967, 1974, 1984 y 1995, entre otros. 

 

 

 

INVASIÓN
 
 
 
 
 
 
 
 

 

A Ana María Iza
 
 
En perfectas escuadras de belleza
los pájaros invaden la tarde con sus alas.
La cintura del viento
se retuerce
en los brazos fornidos de los árboles
y suspiran las hojas débilmente
por los besos que crujen en las ramas.
Es sábado.
No me hace falta más para sentirme libre
en un mundo de esclavos.
 
 
 
 
 

 

MONTAÑA

 

 

Montaña:
sin aldabas
sin noticias
sin absurdos prejuicios
sin tarados
sin letreros que todo lo prohíben
sin niños limpiadores de zapatos
Amo tu soledad
tus campos verdes
el aire limpio que a vivir contagia
la libertad del pájaro que vuela
la paz del gusano que se arrastra.

Quédate donde estás
ningún viento te mueva
quédate lo más lejos del poblado
Yo que ante la vida misma no me inclino
y de la negra tierra me levanto
ante tus plantas humildes me arrodillo
y ante tu altar sin mitos me descubro
mientras las nubes pasan

 

 

 

 

EL HABITANTE DE LAS PRADERAS RUMIANTES

 

 

Cuando el estómago está satisfecho
al corazón le parece la vida menos dura.

¡Oh, Tonto Corazón!
Una roja manzana te seduce
más que cualquier pintura neorreal,
ante un plato prosaico de sardinas
te pones a dar saltos de alegría;
hablas bien de la vida
y mucho más.
Pero tienes razón:
Eres de carne,
de sed, de sangre y sal.
Envuelto vienes en el papel del hambre
y con hambre infinita de infinito te vas.
Comamos, corazón, aunque sea huesos;
bebamos, corazón, aunque sea el vino
de las uvas más verdes que nos dan.
¡Solamente los ángeles viven de armonías!
Pero tú, corazón, vives de pan.

 

 

 

 

CONOCIMIENTO

 

Si tú me amas

la tierra dará flores

árboles, agua, frutos,

los hombres engendrarán,

la vida será hermosa.

 

Si tú no me amas

la tierra dará flores

árboles, agua, frutos,

los hombres engendrarán,

la vida será hermosa.

 

 

 

 

RÍO CURARAY

 

A María Fernanda Espinosa

 

Soldado

recuerdo  tus ojos del color de la hierba

y el guayacán de tus brazos.

 

De oro estabas hecho

eras bello soldado.

 

Cuando te vi pensé que el sol había bajado.

 

Atraías la paz con tu sonrisa blanca.

 

Y aunque no concordaron tu sed y mi agua seca

un breve pacto hicimos en medio de las aguas.

 

¿Recuerdas como el río Curaray nos miraba?

 

¡Qué bien te iba la noche sobre tu piel de seda!

Parecía un capote el gran cielo estrellado.

 

Hoy que llega el recuerdo como un vino crecido

hago un brindis de versos a nivel de la tarde.

 

 

 

 

II

 

¡Quédate donde estás!,

en el pasado

Allí no se envejece ni se cambia.

 

Serás la eterna fantasía

el sueño de los sueños

que he soñado.

 

 

 

 

III

 

¿Qué fuimos tú y yo en la selva infinita…

Dos lámparas ardientes

o dos ardientes cenizas?

 

Gracias por el lucero que no alcancé a tomarlo

y que tú me ofreciste.

 

Gracias por las alas en forma de abanico.

Con ellas me refresco cuando la asfixia sopla

y su collar de perlas moradas

me desliza.

 

Perdóname la estrella

celeste

inmóvil

fría…

 

Es que por esos tiempos, soldado,

me invadía

el infernal oriente de la desolación.

 

Es que en aquel diciembre

tus ojos del color de hierba no sabían

que era color de muerte mi corazón.

 

 

 

 

CÍRCULOS

 

Regresa Ana María

con su cara de “yo si fui”

a decir lo mismo,

sin lograr inventar otras palabras.

 

El mundo de ayer no fue bonito,

pero el de hoy tampoco.

 

Antes se cortaba telaraña

para sanar la herida,

ahora se corta de una vez la herida

porque no hay telaraña.

 

Pobre Ana,

buscando con su linterna a Diógenes.

 

Quiso hacerse valiente y comió pólvora

sin saber que el azufre es cobardía,

quiso hacerse paloma sin ser ave.

¡Tonta María!

 

Regresa,

pero esta vez más sola

porque el mundo ha crecido

y se han hecho gigantes los enanos,

dinosaurios, las piedras del camino.

 

Las estrellas parecen más distantes;

Himalayas azules los domingos.

 

Regresa Ana María.

 

 

 

 

A PRUEBA DE AGUA

 

Quisieron cambiarme el corazón

por un corazón a prueba de cometas.

Un corazón de humo

que ni llueva ni truene.

Un corazón que no se canse

de estar siempre a la izquierda.

 

Adiós Cristiand Barnard,

no me transplante usted piezas ajenas.

 

A fuerza de crecer he crecido,

llevo el heno sin prisa en mi carreta.

 

Solamente para hacer versos sirvo

y así me quedo.

 

 

 

 

ESCRITO PARA SIEMPRE

 

¡Óyeme Jehová!

Tú que no habitas templos

ni cuarteles:

después de tantas mentiras

he llegado a conocer tu Nombre

y a saber que no eres judío

ni banquero.

 

Una vez tuve cinco años

y una ola gigante iba a comerme.

Yo estaría en el vientre de la espuma,

pero la ola reventó entre tus dientes.

 

Hoy que aprendí a escribir

-vestida de minúscula-

me acerco a agradecerte.

 

Yo

que no tuve nunca quien me quisiera mucho,

quien jugara conmigo a estar de a buenas,

envidiaba la dicha de las rosas

por durar solo un día en los floreros.

Sin muñecos de aserrín

ni osos de peluche

trenzaba para jugar, mis dedos.

 

Sin embargo

largas cartas me hiciste en los crepúsculos,

-convertiste en juguete mis desvelos-.

Por ti tuve vacaciones,

días libres,

caballos incansables de indómitos ensueños.

 

Lianas y remolinos me elevaron.

Yo conozco el envés del firmamento.

 

¡Qué muñeca de aserrín estúpida,

qué oso,

qué patín, qué felpa!

 

Me divertí como nadie con la luna

blanqueando en mis balcones sus luceros.

 

Qué bueno fue ser tonta.

Por ti

me contestaron las estrellas.

 

Jehová

te llamo para decirte

que tengo cinco años todavía.

 

Y de las olas gigantes me defiendas.

 

 

 

 

DESPUÉS

 

Yo
chofer de land rovers
y de coches de bebés.

Ex-violín,
media nylon
con los puntos idos
para siempre.

Yo

jaque mate
de mi propia partida de ajedrez,

hacedora de vientos y arreboles

por no saber qué hacer.

 

Producto de la imaginación ajena

y a ratos de la mía también.
Yo
incapaz de sentarme encima de una rosa
me arrepiento en el alma
no haber aprendido corte
y confección.

 

 

 

 

HABLANDO EN SERIO



Hablemos de usted.
Usted no vale un céntimo,
si usted no ha sido albañil,
zapato chueco,
huérfano.

Abogado de pobres

espejo de mil caras
cuchillo de tres filos
y nigua al mismo tiempo

Usted
debe aprender a vivir,
no confíe ni en su mamá
y tenga a mano un perro.

II

 

Posiblemente
no llegará a Presidente de la República,
ni a ocupar
un importante puesto en el Distrito.
,
A lo mejor su país
no tiene distritos,
aunque posee extensiones de piretro
y una sangrante historia de eucaliptos…

De qué le sirve el agua
si usted no siente sed ni de «chiripa».

Cuando se muera usted
si usted no sabe
lo que es morir en vida
se habrá perdido lo mejor
no habrá gozado «lindo»

Habrá vivido como las estatuas
sirviendo inútilmente
de fondo al infinito.

 

 

 

 

 

EL PUEBLITO

 

A Dayana

 

“Si nacías en París hubieras llegado lejos”

Desde entonces preguntó ¿Dónde está lejos?…

¿Con quién tengo que hablar

de quién valerme

qué gesto

qué ademán

que hay que ponerse…?

 

De todos modos

siempre estuve lejísimos de Lejos

 

La tupirosa en los zapatos me impidió

llegar al tren a tiempo

 

En Lejos no existen puertas

ministerio de finanzas

ni finanzas de los misterios

 

Sin estatuas en las plazas

La gente de carne y hueso

 

En los cruces del camino me detengo

por divisar sus estrellas

 

Si usted encuentra a mi Patria

si logra dar con mi pueblo

dígale caminante por favor

que yo le espero

 

 

 

 

ANTIGRAVEDAD

 

Vuela a pescar estrellas alondra ionizada

la alta noche ha crecido el colmo de los colmos

Por la atroz escotilla lo que provoca es irse

sacándoles la lengua sin fe a los tiburones

 

Qué tiene que ver contigo

la embraguetada sombra

que erecta te persigue como un hombre

Jamás han de alcanzarte sus espermatozoides

si aproximas tus cantos al vuelo de los Dioses

 

Deja que la basura siga con la basura

aunque las dos se crean dos blancas mariposas

Ya las verás prendidas bajo sus negras llamas

 

Ni llores ni sonrías por su lejano humo

 

Vete a pescar en aguas de astros derruidos

quizás pesques l imagen de los seres futuros

 

Y cuéntales la historia tal cual la verdadera

cuando la noche se hizo el colmo de los colmos

 

 

 

 

 

LA HEREDERA 

 

A Alicia Caviedes Fink,

con mi amistad de siempre

 

El fuego se fue en el río

y el río se secó

Con qué nos taparemos carne mía…

¡Aunque sea una hoja que nos lanzara Dios!

 

La casa es una fiera de ojos amarillos

danza sobre la cama con sus patas feroz

Cuelga como una lágrima la herida lila

 

Jamás en mis dominios quiso salir el sol

 

Porque soy la heredera de la nieve y el frío

aprendí a hacer hogueras

frotando mi corazón contra las piedras

 

 

 

 

 

NEGRAS TIJERAS

 

A Jorge Enrique Adoum

 

Con el agua de la lluvia no se juega

Las tijeras de la lluvia

pueden cortar los ojos

del que intenta llover dientes afuera

 

A la lluvia no se puede imitarle sus tormentas

 

Hay quien cree llover y no ha llegado

ni a la nube primera

 

Llover es otra cosa y no como lo pintan

 

Llover es tocar fondo

Ni frío ni calor solo el diluvio

y muy lejos el Arca

 

Submarinos la noche y la ventana

 

Y llueves sin parar

y llueves tinta

 

Y nunca más escampas

 

 

 

 

 

PLOMO DE SED

 

El comunicador lanza sus redes

y me salpica el mar en plena cara

-¿Por qué tanta sal en sus poemas…?

-¿Las olas revientan en sus páginas…?

 

El rumor de la infancia regresa

como sed salvada de las aguas

balsa que a lo lejos se hunde y no se hunde

 

Metáforas de sol los alcatraces

sobre el papel mojado del océano

 

no sé que odie más a mi padre o al mar

no sé que amé más entre el mar y mi padre

 

El comunicador social insiste

-¿Por qué tanto mar en sus poemas…?

 

Y es tan intensa la sal que su pregunta

se volvió estatua y mi respuesta estrella

 

 

 

 

 

AMANTES 

 

A Violeta Luna,

Sonia manzano,

Sara Vanegas,

Carmen Váscones

 

Acompaña a la mosca la pata,

a la estrella otra estrella,

al hueco lo redondo,

a la teja otra teja,

a la taza la oreja,

a la oreja el zarcillo,

a la cama la almohada

(y si ya no hay almohada,

un sueño sin camisa).

A la lengua el lenguaje,

al pasaje el turista,

a la dicha lo alegre,

a mí,

la gota de agua

que se escapa del grifo.

 

 

 

 

 

EN TU NOMBRE

 

A José Riccio, siempre

 

Pude escribir tu nombre en sus cuadernos,

enseñarles a cruzar las calles.

 

Apagaron los pañuelos sus balcones

sin la seda rosada de tus manos.

 

Para ellos que no existen compro tiendas

en dulces que cerraron.

 

En el rostro de la nada su perfil invicto,

en los ojos virtuales del viento sus ojos salvados.

 

 

II

 

Una vez en la tierra hubo una cuesta

y un pedazo de miel raspó mi sangre.

 

Farallón amanecías

por decreto del mar te hiciste agua.

 

 

 

III

 

Te extraño, compañero.

No sé hacia dónde ir,

con quien toparme.

 

Aprendí a jugar al escondite

y olvidé como se escribe balsa.

 

 

IV

 

Muchedumbres extinguidas,

pueblos defenestrados,

campanas de recreo demolidas,

bandazo vil,

turbio coletazo.

 

 

V

 

Colón y Chimborazo 530,

una araña me hace compañía,

me lanza una escalera

y tu recuerdo trepa hasta una lágrima.

 

Con el eco converso de cosas que me pasan

y el eco me responde solo cosas pasadas.

 

Rumio, metido, muerdo, camino,

saludo, paso, río, me meto al cine, salgo,

cuando puedo bajo al mar a espiarte.

En tu nombre respiro,

en mi nombre y en el nombre de los que no llegaron.

 

 

VI

 

Amor mío

te perdono la ausencia,

te eximio la herida.

 

Jamás adentro un puerto,

jamás viga

ni ancla.

 

 Datos vitales

Ana María Iza (Quito, 1941) es una de las poetas más reconocidas e importantes del Ecuador. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, ha ejercido su labor de periodista sobretodo en la en radio. Consta en las más importantes antologías de Ecuador y América Latina, como por ejemplo Poesía Viva de Jorgenrique Adoum; Diccionario de literatura española e hispanoamericana de Ricardo Gullón (España); Joyas de literatura ecuatoriana de Hernán Rodríguez Castelo; Literatura Ecuatoriana de Ernesto Proaño S.J.; Antología cósmica del Ecuador de Rodrigo Pesantez Rodas (México); Between the silence of de voices de Alicia Caviedes y Tedd Mayer; Los cien mejores poemas ecuatorianos de Sergio Núñez, entre muchas otras. Fue seleccionada por Gustavo Saravi en la Galería de poetas americanas en Argentina. Formó parte de la selección de seis poetas ecuatorianos que aparecieron en Young poetry of the American, edición de la Unión Panamericana, de Washington.  Ha obtenido importantes premios nacionales con su obra poética como el Premio Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño convocado de Diario “El Universo” de Guayaquil en los años 1967, 1974, 1984 y 1995; Premio único de la sétima edición de El poeta y su voz (Manabí, 2003); Primera bienal de poesía Juegos florales (Ambato, 1995).  Su obra poética está contenida en los siguientes volúmenes: Pedazo de nada (1961), Lírica Hispana, (Caracas, 1963), Los cajones del insomnio (1967), Puertas inútiles (1968),  Heredarás el viento (1974),  Fiel al humo (1986), Reflejo del sol sobre las piedras (1987),  Papeles asustados (1994),  Herrumbre persistente 1995; Papeles asustados (2005), y Poesía Junta (2009).

 

Iza

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