En el marco de la Antología de poesía colombiana, preparada por Federico Díaz Granados, presentamos el trabajo de Giovanny Gómez (Bogotá, 1979). Es Director de la Revista de Poesía Luna de Locos. Su primer libro Casa de Humo mereció el Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza. Dirige un festival de poesía en Pereira.
UNA PALABRA COMO CASA
Señor dame una palabra
que tenga la forma de un barco
un barco de velas inextinguibles
donde pueda ir a conocer el mar
Dame esta palabra por casa
por vestido por amante
deja que ella sea mi soledad
mi alimento y no pueda sobrevivirla
Aquí estoy tan vacío de formas
y silencio…
Toda mi inspiración semeja
el ruido de unas manos atadas
necesito un barco por cuerpo
y el amor por mar
Escúchame por estas alucinaciones
y la vastedad de las cosas que vuelven
a su lugar
TIEMPOS
Hablo de los días y las noches
del trepidar de calles
del sol que perjura en sus navajas
Hablo de una llaga en mi espalda
donde el peso del mundo duele
de lo único que no dejan ver los cristales
del rencor y su transparencia en la sangre
Hablo de un animal dormido
y compases de vals con mariposas en mi alberca
Hablo de no poder ignorar
las auroras con sus muertos
de mis manos sudorosas
de las paredes donde se oculta el amor
del dios que canta en esas orillas
donde se rompen las olas
CASA DE HUMO
En algún lugar del mundo encontrarás
que una lágrima recogida en el lecho
unas tijeras abiertas debajo de la almohada
verán esas calles que nos llevan más adentro
cuando los recuerdos a fuerza de no vencer en ti
devuelven regalos de su propia miseria
VERBA VOLANT
Estas puertas abiertas
a la noche del cuerpo
se cierran sin sonido de goznes
Tras ellas el tiempo
fluye en pedazos
y arrecia impenetrable
su rencorosa música
Cuando te abandone su rumor
y la sequía de las palabras
sea el espejismo en tu cara
Comprende que no se escapa
por que hace falta el aire
Entre mares y desiertos
lugares invisibles
esperaban los ojos
COSTUMBRE
Las veces que el río dejó sus zapatos
y corrió desnudo tras el viento
el árbol hizo de su copa las raíces
los pájaros caminaron ebrios
No he conocido de donde viene la risa
sin que deje algunas lágrimas
He visto mis piernas huir de mí trastabillando
y las lisonjas de tu cuerpo
devolviéndome a un sueño
LAS HORAS INÚTILES
Si ninguno de los atardeceres es mío
y soy tiempo prestado para la sombra de los árboles
¿cómo llego a mi casa cansado de verme
corriendo tras las puertas
persiguiendo los sonidos que acaricia la lluvia?
Con mis propias letras he arrancado a las piedras
un poco de fuego para las velas de esta noche apagada
PALABRAS COMO CUERPO
Donde el cielo desvanece sus paredes de niebla
la noche respira en las orillas del mar
Donde no hay palabras
llega la vida sin resistencia
y todos los días ruidos de cajones carcomidos
con el viento tropiezan
hasta que nadie cree
en el silencio que recuerdas
Palabras que brillan en el aire
mordeduras en la piel
no entienden su voz diezmada
Ignoran qué vuelve con el flujo de las olas
esa sombra
como barcos que se rompen
MAS DEVOLVER LA LUZ ES ENTREGAR DE SOMBRA UNA TRISTE MITAD
Si el sueño está ligado al peso de la sangre
cada sueño se embriaga del lado donde reposa
del origen donde fluye más lento el aire
Si me duermo de un lado
orillas del mar vienen hasta los ojos
y se calla el viento húmedo
y están livianas las piedras
que vuelven insignificantes
tus pertenencias en el mundo
La visión puede ser el mareo
una corriente en la que llevando tu vida
se deshacen estas ansias jóvenes de dormir en cualquier lado
porque la sensatez es un barco
que no atraca en ninguna parte
DE UN BOSQUE QUE JURAMOS QUEMADO
Es inútil saber cuánto esperamos por un amor
cuando la casa se nos viene encima
y los vestidos siguen desnudos
con la risa de una naturaleza que nos tomamos a sorbos
Es este el bosque de la memoria que juramos quemado
donde el deseo de encontrar
vuelve a lo que alguna vez robaste
en esos sueños
en esos poemas insuficientes
que no nos sucederán ahora
que no serán nunca
CUANDO CADA DÍA LLEGA
A Héctor Lavoe
Se me notan en los labios la mentira
pareciera que alguien en mi boca ríe
cuando la música golpea las paredes
mientras el pecho se desencaja
y el corazón aprieta las palabras
entre tanta falta de sueño
El cuerpo se vuelve pesado
como si un muerto se llevará por estos estrechos pasillos
donde el espejo nos refleja
A veces pienso por qué la memoria
no me dio tiempo de ver cicatrices
por qué el dolor
ocupa esta habitación sin poseerla
como una duración de lo invisible
Datos vitales
Giovanny Gómez (Bogotá, 1979). Residente en la ciudad de Pereira desde muy temprana edad. Estudiante de Español y Literatura en la Universidad Tecnológica de Pereira. Director de la Revista de Poesía Luna de Locos como del Cine club Cine en Cámara, Cine con alma. Su primer libro Casa de Humo es reconocido en octubre del 2006, con el Premio Nacional de Poesía María Mercedes Carranza.