Popocatépetl y poesía

A propósito de la reciente actividad volcánica del Popocatépetl, Francisco Ramírez Santacruz reflexiona desde la sincronicidad de Carl Gustav Jung y el consciente-inconciente de Sigmund Freud, dando una nueva lectura a los sucesos vulcánicos. Acompañados de esta reflexión, están los poemas de Víctor Toledo (Córdoba, 1957) y Mario Calderón (1951)  que confirman y enriquecen esta iluminadora visión de coincidencias significativas .

 

 

 

Más-caras del Popocatépetl

Francisco Ramírez Santacruz, Víctor Toledo, Mario Calderón


Desde que en 1900, Sigmund Freud publicó su libro La interpretación de los sueños, en la hermenéutica de la cultura se sabe que toda situación y todo acontecimiento posee dos aristas: la consciente y la inconsciente. En nuestros días, en México, un fenómeno importante de la naturaleza es el volcán Popocatépetl, que en nuestra época, a partir de 1994, en ocasiones ha mostrado actividad. Si se observa detenidamente el volcán, todos percibimos una cara o un aspecto de la montaña, su belleza que corresponde a la arista del consciente y  que, por supuesto, captan mejor los poetas Víctor Toledo y Mario Calderón; pero ¿Qué significa el hecho de que en el mes de mayo de 2013 y en otras ocasiones como en 1994 el volcán “Don Goyo” arroje ceniza y se aprecie activo? Tienen la respuesta los poetas Víctor Toledo y Mario Calderón que parecen captar la subjetividad del momento que mucho tiene que ver con el inconsciente. El Popocatépetl, lo dicen, es como la boca del alma de la nación mexicana, como el barro de un adolescente, señal de alteraciones de su cuerpo. Este artículo, por tanto, a través de los poemas está mostrando más-caras, otras caras, por lo menos dos del fenómeno Popocatépetl, volcán humeante. En su actividad definitivamente se ve la coincidencia significativa que según Carl Jung es la sincronicidad ya que si el volcán muestra cierta actividad, necesariamente se debe a que los eventos sociales ocurridos recientemente en México representan alteraciones en el país. La gravedad de los acontecimientos o acomodamientos sociales sería directamente proporcional a la importancia de la erupción. Visto el fenómeno de esta manera, según Mario Calderón, pueden preverse las situaciones de peligro a través de la observación de los efectos de los fenómenos de la naturaleza, y en esa lógica cobran sentido los grandes augurios previos a los cambios en la historia de México: los que aparecieron antes de la conquista de Tenochtitlan.

Se deduce pues otra forma de prevención derivada del fenómeno llamado sincronicidad.

Hoy, en la posmodernidad, cuando los parámetros positivistas han sido rebasados, una opción posible para la prevención de desastres puede ser atender a la expresión de la sensibilidad que aparece en las manifestaciones artísticas como esta “Más-caras del Popocatépetl”.

Francisco Ramírez Santacruz

 

Poemas de Víctor Toledo

 

CANTO DE LA CENIZA

(DON GOYO, EL POPOCATÉPETL, VOLCÁN QUE FUMA)

 

I

Voló el volcán cantó muy alto

lavó laderas con su lava

borró las eras los labios las labores

y lavanderas del crepúsculo

pusieron a secar el fuego:

con pájaros pinzones:

las ropas del cielo diluidas

goteando luces carcomidas

cenizas de la luna fragmentada.

Se iza Don gregorio en greguerías:

 

II

Don Gregorio fuma

la espuma del tiempo,

gangosas avispas

devorando al viento.

Don Gregorio aspira

tabaco del Mar

de la Tranquilidad

hojas aromadas

de sangre y de sal.

Arroja cenizas

arenas de pánico

sobre las Hormigas

o su su-ave harina:

si tuvieran remos

volarían al Pánuco

si tuvieran alas

tiempo nadarían.

 

 

 

CANCIÓN DE LA DUERMEVELA DEL CAMINO

 (A LA MUJER DORMIDA, LA IZTACCÍHUATL: “LA MUJER BLANCA”)

 

Mi bandera en llamas

mi cuerpo flamante, mi espada que ondula

-moruna morena-

incendio abierto de formas

mi tierra de límites precisos

derrumbe de fronteras.

Mi país lejano

Encendido por una vela de agua

Pero cubierto por una llama de oro:

tu bello terciopelo

tu bozo sobre el cielo.

Mujer Dormida fuego de nieve

piernas blancas río de olvido

la carretera y sus laderas:

 

El sol penetra el pubis azul de la pradera

El olor de la menta se libera

Y el dolor del que miente delibera.

 

Delirio que salva, montañas prometidas

selva de luz que no abandona

la cabellera donde brotó el murmullo:

la fuente donde brota el mundo.

 

Llegó por fin a luz de abril

un día que la dicha no busqué

(acostumbrados a luchar

contra el sueño de volar por la cuneta

con vistoso vigor

asaltamos impetuosos la razón):

¿Surgió por fin la hora

de enfrentar la plenitud?

¿Me dio ella las armas de su luz?

¿Seré por fin el que pudiera ser?

 

Dormido mi diamante, mi día amante,

lo guardo con cuidado

el fantasma de enfrente

– la Joya de la Nieve-

me vigila

(y no debo olvidar la carretera)

 

El sol penetra el pubis azul de pradera

El olor de la menta delibera

Y el dolor del que miente se libera.

 

 

MÉXICO-POPOCATÉPETL

 

Sobre lago de nubes

El Águila y la Serpiente:

Volcán que humea.

 

***

 

Metáfora sagrada:

“Montaña que humea”:

México en su alborada

 

***

 

Frío por fuera

Hirviente por dentro

Por reventar.

 

 

Poemas de Mario Calderón

 

EHECATL  QUETZALCOATL

 

Vino el aire frío

a las laderas

del Popocatépetl

y con albas plumas

aletea en el bosque

Quetzalcóatl

en el modo de la nieve.

Se desvanecen las huellas

del verano

y el otoño

en la textura roja

de este suelo

y dentro de sus casas

de piedra

los aldeanos reciclan

la historia

al encender teas,

teos, teotl:

el fuego, la energía,

la vida.

 

 

POPOCATÉPETL          

 

 

Se pronunció el valle

y condujo a laderas

del Popocatépetl.

Brincaban ardillas

de alegría

y sobre  árboles

de espinas

construía su nido

un centzontle.

Membrillo

colorín

y enredaderas

naranja

el vigor rayaban

de la flora.

Y huidiza bajaba el agua

del deshielo

hasta fortalecer

en charcos

y a cada tramo

los pinos

copiaban los modos

del terreno:

Se hacían delgados

y esbeltos.

Aire y luz

eran los del principio

y de la victoria

del mundo

y allá en las tierras

de barbecho

el verdor de la hierba

era el aliento.

 

 

DISCURSO

 

Presenta dos lenguajes paralelos

denotación y símbolos

-consciente e inconsciente-

la novela del mundo.

Estos se ven en el Popocatépetl.

Es montaña nevada

o hace erupción igual que un barro

cuando un cuerpo padece alteraciones.

En mil seiscientos sesenta y cinco

murió Felipe cuarto

y sube al trono Carlos segundo

con la Regenta Mariana de Austria.

En la Nueva España

despertó entonces el Popocatépetl..

En mil seiscientos noventa y seis

el último Virrey

de la Casa de Habsburgo

José Sarmiento recibe el gobierno.

De nuevo advierte el cambio el volcán

al estallar el noventa y siete.

Los síntomas indican

la salud de un cuerpo.

 

 

SINCRONICIDAD EN EL POPOCATÉPETL

El Popocatépetl es boca de la nación mexicana

se halla con nieve cuando hay progreso

y se transforma volcán, arrojando vapor,

piedra incandescente o ceniza

cuando sufren desequilibrio

las fuerzas sociales.

El día veinte se vio el error de diciembre del noventa y cuatro,

hubo devaluación monetaria,

el peso flotó en el mercado cambiario,

y el día veintiuno  la montaña se observó despierta:

¡setenta y cinco mil personas fueron desalojadas de su territorio!

Y el trece de diciembre de dos mil uno

se  declaró   Presidente   a George Walker Bush;

Fox lo felicitó por su triunfo el catorce…

y debido a la gran actividad sísmica

se desalojó a más de treinta y dos mil personas de la zona

donde el Popocatépetl hizo erupción el día dieciocho.

¿Las dos manifestaciones fueron coincidencias?

El Popocatépetl es montaña, cono de nieve del Anáhuac

o  garganta cuando se encuentra inquieta esta tierra.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Freud, Sigmund, La interpretación de los sueños, traducción de Luis López Ballesteros, 16ª reimpresión, Tomo II, Madrid, Alianza Editorial, 1988.

Freud Sigmund, La interpretación de los sueños, traducción de Luis López Ballesteros, 16ª reimpresión, Tomo III, Madrid, Alianza Editorial, 1988.

Jung, Carl Gustav, Arquetipos e inconsciente colectivo, traducción de Miguel Murmis, 6ª reimpresión, Barcelona, Paidós, 1997 p.

Jung, Carl Gustav, Hombre y sus símbolos, El, traducción de Luis Escolar Bareño, 4ª edición, Barcelona, Caralt, 1984.

Jung, Carl Gustav, Interpretación de la naturaleza y la psique, La, traducción de Haraldo Kahnemann, 3ª reimpresión, Barcelona, Paidós, 1994.

 

 

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