Foja de Poesía No. 001

Círculo de Poesía portada

En esta primera entrega, poemas de:

  • Mario Bojórquez
  • Jair Cortés
  • Rubén Márquez Máximo
  • Antonio Escobar
  • Alí Calderón
  • Carlos Roberto Conde

___________

Una cordial invitación a seguir leyendo…

 

Mario Bojórquez (Los Mochis, 1968)

Casida del odio

I

Todos tenemos una partícula de odio

un leve filamento dorando azul el día

en un oscuro lecho de magnolias.

 

 

II

Todos

Tenemos una partícula de odio macerando sus jugos

enmarcando su alegre floración

____________________su fruta lánguida.

¿Pero qué mares

______ay, qué mares, qué abismos tempestuosos golpean

contra el pecho y en lugar de sonrisas abren garras colmillos?

Levanta el mar su enagua florecida, debajo de su piel va creciendo el otra ola dispersada en su vacua intrepidez elástica. Levanta el mar su odio y el estruendo se agita contra los muros célibes del agua y atrás y más atrás viene otra ola, otro fermento, otra forma secreta que el mar le da a su odio, se expande sábana de espuma, se alza torre tachonada de urgencias; es monumento en agua de la furia sin freno.

 

III

Todos tenemos

una partícula de odio

y cuando el hierro arde en los flancos marcados

y se siente el olor de la carne quemada

hay un grito tan hondo, una máscara de fuego

que incendia las palabras.

 

IV

Todos tenemos una

_______________partícula de odio.

 

Y nuestros corazones

que fueron hechos para albergar amor

retuercen hoy sus músculos, bombean

los jugos desesperados de la ira.

 

Y nuestros corazones

otro tiempo tan plenos

contraen cada fibra

______________y explotan.

 

V

Todos tenemos una partícula

de odio

un alto fuego quemándonos por dentro

una pica letal que horada nuestros órganos.

 

Sí, porque donde antes hubo

sangre caliente, floraciones de huesos explosivos,

médula sin carcoma,

empecinadamente, tercamente,

nos va creciendo el odio con su lengua escaldada

por el vinagre atroz del sinsentido.

 

VI

Todos tenemos una partícula de

________________________________odio

y cuando el índice se agita señalando con fuego

cuando imprime en el aire su marca de lo infame

cuando se erecta pleno falange por falange

¡Ah! qué lluvia de ácidos reproches

qué arduos continentes se contraen.

 

El gesto, el ademán, la mueca

el dedo acusativo

______________y la uña

_______________________¡ay! la uña

corva rodela hincándose en el pecho.

 

VII

Todos tenemos algo que reprocharle al mundo

su inexacta porción de placer y de melancolía

su pausada, enojosa, virtud de quedar más allá

____________________________________________en otra parte

donde nuestras manos se cierran con estruendo aferradas al aire de la desilusión; su también, por qué no, circunstancia de borde, de extrema lasitud, de abismo ciego; su inoportunidad, sus prisas,

 

 

VIII

Todos tenemos algo que decir a los demás

y nos callamos.

 

Pero siempre detrás de la sonrisa

de los dientes felices, perfectos y blanquísimos

en sueños destrozamos rostros, cuerpo, ciudades.

 

Nadie podrá jamás contener nuestra furia.

 

Somos los asesinos sonrientes, los incendiarios,

los verdugos amables.

 

(coda)

En alguna parte de nuestro cuerpo

hay una alarma súbita

un termostato alerta enviando sus pulsiones

algo que dice:

______________ahora

 

y sentimos la sangre contaminada y honda a punto de saltarse por los ojos, las mandíbulas truenan y mascan bocanadas de aire envenenado y la espina dorsal, choque eléctrico, piano destrozado y molido por un hacha y vellos, las barbas y el escroto, se erizan puercoespín y las manos se hinchan de amoratadas venas, el cuerpo se sacude, convulsiones violentas y todo dura sólo, apenas, un segundo y una última ola de sangre oxigenada nos regresa la calma.

________________________________

Jair Cortés (Calpulalpan, 1977)

Día de Muertos

 

Había tierra en ellos, y cavaron.

Cavaron y cavaron, así pasó

su día, su noche. Y no adoraban a Dios,

Paul Celan


Para Iván Martínez Verde

 

Vestidos de Noviembre

acudimos a tu casa,

para cometer el llanto.

 

__________________

Peleo contra mi palabra

para no decir muerte

__________________

 

Y mira lo que pasa.

I

Penumbra entre estos matorrales,

_____________escapó el día.

_____Dejó su huella:
___________________________
una memoria preñada de soledad.
Se llevó nuestros nombres,

_______nuestros pasados en un pasado más grande,
en una historia,
en la versión de nuestras historias:

(testimonio de piedras frente al panteón)
¿Por qué no es la salvación el beso?

Pregunta el amante bajo la sangre que corre al paso del
_______
venado herido.

¿Por qué no?

La pregunta abre la tierra.
¿Quién responde?

¿Dios o las tinieblas?

II

Aquí hay penumbra;

en esta casa,

________ruina de nuestras ruinas,

________en algún tiempo hubo fuego
_____________________________y el fuego éramos nosotros,

_____________________unidos,

manos candados,
_____________________cadenas,

_____________________________________manos ladrillos,

brazos muros protegiéndonos del viento mortuorio.

Esta casa fue casa nuestra,

_______templo,

y ahora,

huérfanos otra vez.

¿En dónde está la luz?

Busca la voz su garganta
____________________y sólo encuentra un eco revoloteando
__________________________________alrededor de un foco negro.
Hoy la penumbra,

____________________mañana el esqueleto luminoso de lo que fue la
__________________________noche,

la sábana húmeda del calor pegada al cuerpo,

el mosquito del tiempo al oído:

siempre
zumbarán los minutos.

Siempre.

III

¿Qué horas son?

Son las horas jinetes que vienen sobre Uno
_______Contra el rostro de Uno

Contra los dientes de Uno / Contra el hombro de Uno
_______Contra Uno

Uno que se vuelve un pedazo de Uno

Partida la espalda por el pretexto del hambre

_______La carne abierta

_______Los ojos abiertos

_______Las manos abiertas

_______Los oídos abiertos

_______El cielo abierto

_______El pueblo abierto

_______Abierto el dolor

_______Abierto el corazón de los vivos

_______Abierta esta brusca forma de lo abierto

_______Y pasamos al otro lado de nuestra vida
_______como quien cruza una calle

_______y no mira por dónde camina.

IV

(Ella
tomó su vientre
y alimentó a los cerdos,
satisfizo el instinto)

Nadie debe negar la muerte.

Dime cómo se puede hacer tal cosa,

Dime cómo decirla,
Muerte perro,

Muerte silla,
Muerte dolor,
Muerte propia,
Muerte ciudad,

Muertemuertemuertemor temor temor

V

Y entre tanto miedo,

alguien toma el arma del valor

y el disparo

_______quiebra el cristal de esta agonía.
El primer gallo,
sobre un pueblo distinto,
canta,
rasga su garganta
para que nazca el día.

El campo santo
_______se prepara para la ofrenda,

Los rezos de quien busca su alma

_______entregan un puñado de vísceras y venas.
Mis muertos,
_____________________tus muertos,

_______________________nuestros muertos aún en vida,
duermen, alguno ya despertó…
Levanta un dedo el sol

_____________y el mundo se arrodilla

______para recibir la condena.

_____________________________

Rubén Márquez (Puebla, 1981)

Las horas

                                                                        Para Rosaura

Sin ti_____el día no comienza

no hay mañana si tu pecho no despierta

el mundo no es creado ni visible sin tus ojos.

 

Apenas te levantas

tu caminar hace temblar las hojas

tu respiración le da color al canto de las aves

y las diez de la mañana

son un solo instante junto a tu cuerpo.

El rumor invita a la desnudez del aire

y tus piernas son el día que se ofrece

el camino que mis manos reconocen.

 

Eres la una de la tarde

cuando empezamos nuestros besos

la claridad fermentando hasta alcanzar el vuelo

el calor que invade los rincones de la casa

el dulce inicio

el vientre de paloma que florece

y la humedad a punto de inundar la cama.

Nuestros roces________a esa hora del día

son un fervor precipitado

un mar envuelto de sudores que golpea.

 

Después de esos momentos que se alargan

que nos llevan al delirio de las horas

lentamente el cuerpo se te va atardeciendo

el cálido otoño comienza a ser la calma de los grises agitados

y la muerte asoma en tu sexo que vibraba antes

_______________albergando la luz que se disipa.

Son las seis de la tarde en cada uno de tus pliegues

y tendida sobre los rescoldos

___________me dices que la calma y el murmullo es la belleza.

 

Con el frío que baja de los vientos

esperamos la noche que encienda nuestra playa.

Al final del día______eres el sueño de los peces

un sexo que abre su mirada

_________________un mar callado fulgurando.

_________________________________

Antonio Escobar (Puebla, 1981)

Putas para Eleusis

Trabajas los días las horas los misterios

cantas palabras exactas en cada verso

caminas mil veces los dos metros de tu celda

los jardines de tu reclusorio invades

con versos centelleantes y miradas a Pisa

Cabalgas sobre las horas de tu muerte en ciernes

Cabalgas un equino llamado Isabel Santa

Cabalgas hacia la locura superior de los dioses

Cabalgan tus versos sobre Yeats, Elliot y Joyce

Sí, llegaron tus cantos a las fiestas de Eleusis

y se vuelven parte de sus misterios tus versos

para cantarles a Perséfone y Demeter

aquí, en esta lóbrega ciudad de Washington

donde los ánades cruzan el cielo en estrépito

Y, ¡tú Ezra!

le pides a tu celador putas para Eleusis

porque sabes que esta vez no llegarán las vírgenes.

_______________________

Alí Calderón

(Ciudad de México, 1982)

La ligera, muy suave y finísima lluvia en París indica que te extraño.

En cada pupila de muchacha

en su dovelaje hiperbólico y sus movimientos de cadera

en sus pechos rotundos y en el pezón que enhiesta la tersura del top

encuentro las heridas

los filones

las arteras rasgaduras

que ha dejado atroz en mi cuerpo tu presencia.

______Y luego la memoria, tan obsesiva, absoluta, incontrolable

que a cada paso subraya la necesidad de ti,

de estar juntos, a tu lado

y de pensar, reconstruir

de algún modo lo que podemos ser, lo que a fin de cuentas hemos sido.

En el puente Rue Notre Dame te recuerdo, recuerdo aquel primer día

tú esbeltísima y de traje negro,

el mismo día que nos conocimos y bailamos y te tomé por la cintura

y algo quedó en el silencio entre los dos después sellado.

En Boulvevard St. Michel y de subida me acuerdo cuánto me gustabas

cómo deseaba verte, de qué forma invocaba oscuras correspondencias para que llegaras y habláramos

siquiera un rato:

Hermosa mujer aparece

Indispensable, tú, la unánimemente deseada, acércate

Agnus dei pecata mundi, úngeme, bautízame

Karla, intímate

y Karla se hacía presente y brillaban entonces a plenitud mis días.

Bajo tu mano se acrecentó mi amor.

En cemetiére Montparnasse habría de enterrar mis miedos

y me vi a tu lado igual a un semidiós

desnudándote y ascendiendo en paso franco hacia el Olimpo.

Levanto el cuello de mi abrigo y en la Tour Eiffel pienso cómo develaste mis posibilidades

cómo anudamos el destino y en nosotros hicimos converger las cuerdas

que en su designio adverso tiraban los dioses.

En Place de la Concorde supe que fue en abril cuando disipamos toda duda

y que una de esas noches en el certero roce de la piel firmamos un acuerdo perdurable

semejante a esa vida de la que sin estar muertos ya gozamos.

En Champs Elysées vienen a mí tus ingles,

la consistencia de tus muslos,

la dulce prisión de los abduptores,

la imagen aquella en que cruzaste las piernas y de la falda el borde llegaba a tus rodillas

y me miraste con esa sonrisa de mujer hermosa

posible sólo en el rostro de las mujeres que se saben efectivamente muy hermosas.

Lejos voy del Boulevard des Invalides

salen a mi paso ahora nítidas anaranjadas e increíbles azuladas flores

y al llegar al Arco del Triunfo

ante la magnificencia

recuerdo tus espasmos,

el orgasmo de momentánea multiplicidad,

el sudor que nos envuelve en su mortaja,

el cansancio, el mareo, el perfume del sexo tras el acto.

Y sé que fui feliz, que el mar ignoto interpone su misterio entre nosotros,

que necesito escucharte, verte, leer un correo, encontrarte en el Messenger,

que alguna imagen, un objeto, cierta asociación de ideas

o el pensamiento amorfo incluso

te traigan hasta mí

y en mí te quedes

para en una aspiración profunda

tomar el aire suficiente

y el pulmón ya fuerte, adusto, incorruptible

soporte la pesada marcha de los días

y al final exhale

tras el regreso

su vaho todo en ti.

____________________________________

Carlos Roberto Conde

(Puebla, 1982)

Tu propio nombre Ninfa

_______________________despierta las tormentas

las invoca en la rabia contenida de su aliento

incorpora en su furia la incertidumbre de los átomos

Y entonces

______pueden oírse las olas

mecerse estremecidas por el trueno

que desgaja del abismo su nervio salobre

________Pueden verse los vientos descender sobre las aguas

_______________y beber su sangre

Puede sentirse el miedo de la espuma

su torrente de sombras

su llanto silencioso

su tristeza irreparable

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