Foja de poesía No. 262: Victoria Guerrero

 Victoria-Guerrero

Presentamos a continuación una muestra del trabajo de la poeta peruana Victoria Guerrero (1971). Además de poeta, es investigadora, doctora en literatura por la Universidad  de Boston. En poesía ha publicado: De este reino (1994), Cisnes estrangulados (1996), El mar ese oscuro porvenir (2002) y Ya nadie incendia el mundo (2005).

 

 

 

 

nostalgia

 

hoy he venido como el viento que sopla las hojas nocturnas

he venido para que no te fueras

he cabalgado toda la noche con el hocico ensangrentado

las hojas a mi paso han dejado caer su aliento para que yo no muera

y los sueños oscuros han empezado a surgir como manantiales

 

toda la noche el mar ha ardido sobre la rompiente de las olas

he ansiado acallar este silencio llagado por la distancia

este silencio que atrae los abismos

 

otra vez el gran naufragio se ha acercado a las costas

y ha abierto las cicatrices de mi cuerpo

todas mis cicatrices tienen una armonía

todas han sido desolladas por la espuma de una ola quemante

 

ahora todo existe en mi cuerpo como un llanto

diminuto         ridículo

como el primer corte pesado del vientre

que se exhibe sin pudor

casi con gracia

pero por dentro una niña va rasgando un himno

cantado mansamente en la infancia para luego perderse en nuestros labios

como una gloria polvorienta bajo las huellas de los pies

 

hoy he venido pequeña muerte que me miras con ojos extraviados

he andado he corrido detrás de ti

he mordisqueado el vientre de mi madre he pataleado desde el fondo

 

alguien que desconozco me ha marcado con un hierro candente la nuca

ya no tengo nada que ofrecerte

estoy vacía

el fuego de mi nacimiento se ha perdido en la piel de unas manos extrañas

abro los ojos

y el mar revienta en cada pupila desolada

 

pronto me rodeo de sueños

 

una caravana de naves negras naufraga en la penumbra

 

 

  

 

contemplación

 

el ojo de una rata me observa

su único ojo rojo me mira

y yo miro la oquedad de su ojo izquierdo

por ese hoyo tal vez se pudiesen entrever

otros mares de arena   otras orillas

como la primera orilla de la que partí:

en el ojo de fuego de mi madre

entonces todo volvería a arder

el agua            el ojo              el fuego

y mi cuerpo se diluiría en arroyuelos y ríos sin fin

pero esa oquedad no existe

sólo mi miedo y el ojo solitario de la rata

que ejerce su dominio sobre mis ojos

que son dos ojos pequeños y miopes

por los cuales ella me observa:

reposar la cabeza sobre el ombligo de mi esposo

 

 

ahora el viento es suave

y las hojas suben al cielo

desde donde una pequeña ave de rapiña

desafía al sol

y nos contempla

 

                                   De: El mar, ese oscuro porvenir (Santo oficio, 2002)

 

 

 

 

 

 

 

la ciudad del reciclaje

(por estos días)

 

con el corazón hecho trizas atravieso un puente

una superficie metálica incapaz de corromperse

abajo

se asoma un río inmenso

gélido

un hermoso espejo azul que cobija a sus muertos:

tres punks

un profesor universitario

una mujer desconocida (siempre lo somos)

                                  

flotan sobre sus aguas

yo les llamo mis ofelias postmodernas en la ciudad del reciclaje

(do not recycling is illegal –dijo la dueña de casa

y enseguida me puse a separar las astillas de mi corazón)

 

nadie diría que esos cuerpos me atraen

y sin embargo

una parte de mí se inclina hacia ese lado

desde donde se mira el vacío como recuerdo de una infancia feliz

las aguas me esperan

   y me acobardo

 

tiro del otro lado

no menos incierto

por donde las luces de los autos se devoran

unas tras otras

unas tras otras

y mi cuerpo quedaría engullido tragado por ellas

     una desnudez de espanto

―me digo

y otra vez

                     me acobardo

 

al otro lado del puente (el principio o el fin poco importa)

un río menos brillante cruza bajo mis pies

el rímac se eleva sobre mi memoria como lo que es:

un lecho oscuro que opaca nuestra miseria

y sin embargo

ese lecho de barro hostil tal vez alguna vez fue bueno

y meció entre sus garras tiernas

a mis abuelos

a mi padre

a mi madre

a mi hermana

a la pequeña luz maría

o a mí

sudaca cuya sombra se refleja en un hermoso río pálido     

dispuesto a quebrarse a la primera bocanada de luz

o  al chillido de otro cuerpo (el splash de la muerte)

─como todos estos─

heridos de inocencia

en la ciudad del reciclaje

cuyos puentes jamás se quiebran

 

De: Ya nadie incendia el mundo (estruendo mudo, 2005)

 

  

 

Hoy día viajo en los aviones

 

y ya no me conmueve que la única forma de encontrarme en mí

sea en ellos

 

El panorama desde aquí es enternecedor

si te pones a pensar en todas las bombas

que explotan allí abajo

y en los niños salvajes que gritan

su inocencia sin pudor

 

Hoy este paisaje es mi corazón

y el porvenir es sólo una aventura

 

Viajo sin dinero

mi salud es precaria

pero mi espíritu es fuerte

como una explosión en la noche

Hoy soy una antorcha

un gran halo de fuego y llanto

No lamento mis lágrimas

porque son hermosas y sacian mi sed que es infinita

 

Los aviones son estrellas luminosas

esta noche

Torpes pájaros de luces multicolores

Quisiera que el despegue fuese más atrevido

como una sonrisa que te mira a los ojos

sin pestañear

 

Hoy es uno de esos viajes

en que el cuerpo viaja hecho polvo

y los recuerdos aparecen una y otra vez

a golpearte el rostro

y te vas quedando dormida

porque la nostalgia es grande

y las imágenes de ti centellean detrás de cualquier nube

 

Y te duermes

y los aviones no existen

sino sólo madres

que te arrullan en una noche de altos fuegos

 

 

Buenos Aires, 17 de julio 2005

 

 

 

Baile

                                                                       

            El fuma

Ella hace rodar sus anillos

                                                                                              Gottfried Benn

 

 

Viendo mi cadáver     Este cadáver peruano

                        flotando río abajo

 arrastrado

hacia sucios mares del desierto del Perú

recordé a mi abuela loca

            y su extraño canto

                        el eco atravesado de su voz en paredes de adobe

ojos azules que me miran observan el corazón de una fruta descarnada

                                  

 

Sáenz Peña 450          Allí nació mi desatinado baile

                       

En medio de una fiesta gótica chispeante de tonos chicha

   Alumbrada por una iglesia limeña de mediana alcurnia

            se celebraron las bodas de la Locura

 

            Un anillo se hundió en el otro para pactar la nueva Alianza

Esposos & Esposas

                         recitaron el viejo poema del manicomio

 

                        un disco de vinilo siguió a otro

                como mi madre siguió a la suya y yo a ella

 

He ahí el origen de este cadáver desplazado de su sucia tierra natal

 

Entonces Esposo

dame dos anillos viejos para entendernos

 

Ahora que conoces el pasado

Es tu turno de agitar el futuro

 

Los dados al centro de la mesa mugen su balada:

 

6                    6

Lo dicho:

 

Un golpe de dados nunca abolirá el azar

 

 

 

*

 

Hace tres años que llevo de la mano a mi hijo no nacido

Medio estúpido el pequeño caminaba tembloroso

aturdido por la piratería

estereofónica de

                        Galerías Brasil

 

Si estuviese medio vivo tendría un corazón de sapo como su madre

que no sabe hacia donde más saltar

y se hincharía como un enorme zeppelín

para luego arrojarse

 

100km/h

                 ↓     (río abajo)

hasta quedar hecho trizas

con más suerte quizá logre caer en este mar contaminado

            con el que he intentado hacer todo este tiempo

                        un poema

la triste balada del porvenir

que tanto le gusta a Jerónimo

 

Esposo (o ya Ex)

            repito otra vez

¿Es este el hijo que quieres para ti?

¿Un cursi al que hay que enseñarle a chapotear en los océanos?

 

Pero Cuidado

también es fuerte mi hijo

mucho más fuerte que la ola arenosa de un mar embravecido

Y cuando se enoja

                        No quisieras verlo

No te gustaría (Ni yo misma lo puedo mirar a los ojos sin cegarme ante su belleza)

 

Se eleva como un Sol rojísimo

                        Y pasa quemando el horizonte

A duras penas podrías verle el rostro

             

Ah el condenado cómo chilla y hace pataleta desde lo más profundo

Tanto que los punks postpuks y indies han subido el volumen

                        de sus equipos de sonido

             para opacar su grito de cadáver peruano tibiecito

 

No       Nadie nos ha querido oír

Ni siquiera tú

 

Aquí el poeta Ramírez Ruiz explica más claramente:

 

Tú        clase pujante /Yo        burguesa de medio pelo

Tú        miembro de la cofradía del Niñito/ Yo         poemas cursis

Tú        Tarkowsky  Jodorosky y todos los que le siguen/Yo            operación anual y aparatos de

tortura

 

Tú     mitología  libros de historia tu madre exigiendo

dinero llantos de tu amante en Boston /        Yo       mi madre mi abuela loca la terapia un amante en prisión etcétera

 

Yo pateando puertas rompiendo ventanas/ Tú haciendo maletas entrando solo a un viejo cine

 

Y sin embargo, hubo que colocar entre tú y yo 748 kilómetros

            una música estridente y este hijo

sí este hijo

 

(Del poemario inédito Berlin)

 

 

 

 

Datos vitales

Victoria Guerrero P. (Perú, 1971). Poeta e investigadora, doctora en literatura por la Universidad  de Boston. En poesía ha publicado: De este reino (1994), Cisnes estrangulados (1996), El mar ese oscuro porvenir (2002) y Ya nadie incendia el mundo (2005). Sus poemas han aparecido en diferentes antologías, entre ellas: Mujeres mirando al sur (Madrid: Torremozas, 2004), Antología de poetas peruanas (Buenos Aires. Eloisa Cartonera, 2004),  Los relojes se han roto (Eds Arlequín, Guadalajara, 2005) e In Santas, antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política. (Lima. Red por la democratización global, 2007). Es directora de la revista de cultura y política Intermezzo Tropical. Actualmente vive en Perú y se desempeña como profesora en diversas universidades de la capital.  Su libro inédito Berlin, está próximo a publicarse.

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