Presentamos a continuación la poesía de Leonarda Rivera (Uruapan, 1984). Mereció el Premio Estatal de poesía Carlos Eduardo Turón 2010. ha sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, en el área de Jóvenes Creadores, 2005. En el 2007 la Secretaría de Cultura de Michoacán editó su libro La noche que derramó el vaso.
Del libro Fragmentario
…al principio de este mito dividimos cada alma en tres partes, y dos de ellas tenían la forma de un caballo […] Decíamos pues que de los caballos uno es bueno y el otro no […] El segundo es contrahecho, grande, de toscas articulaciones, de grueso y corto cuello, de achatada testuz, color negro, ojos grises, sangre ardiente, compañero de excesos y petulancias, de peludas orejas, sordo, apenas obediente al látigo y a los acicates.
Platón (Fedro 253e)
2.1.
Avanza confundido el animal de irreconocible figura
Cabalga en su pradera interior
bosteza
Tiene una cicatriz en cuatro idiomas y siembra magnolias
sacadas de otro libro
Arenga sobre muertos-
En el espacio del agua comprende
un discurso que no le concierne y se irrita
En el lado ciego del espejo donde nadie se mira
cae
junto conmigo y los demás
en los arrabales últimos del lenguaje
3.3.
Devorado por los espacios del bosque duerme intranquilo
“Tiene una muchacha ahogada en la claridad
de un nombre repetido en sueños”
Intenta rebelarse contra la espesa tinta de sus dedos
Contra la mancha negra que le impide mirar los claros del bosque
A punto de quedarse ciego
pero sin renunciar a su falsedad
camina hacia la manzana roja
le fascina su textura
le excita el olor de su sangre perturbada
Ronda el círculo de la apetencia
se resbala se mira a sí mismo
Tiene la impresión de que ha renunciado a la razón
de que la ha cambiando por una fruta
y que ya no le importa porque tiene su ojo hundido
4.1
El animal dormita después de una sórdida persecución
en el interior de la frondosa palabra hierba
Se presume culpable
Se agazapa en su interior
Tiene su sangre copulando consigo misma
Balbucea vencido por la palabra
repugnante
insidioso
y miente hasta el fondo de su corazón magullado
4.2
Con el aire en fuga sobre sus pestañas
se regodea en el interior
de la frase que acaba de descubrir
el animalito andrógino
que se devanea con la otrora dama
de cabellos negros
y con el músico acantilado
de inagotable arcano
Tiene la pesantez del viento
en su sangre
y de vez en cuando siente hostilidad
contra la sencillez del humo
5.3.
Devora palabras en la noche perezosa y vomita cangrejos tapándose con la mano que señala el vacío
En medio de la espuma necesaria para recrear
el nacimiento de Afrodita
finge dejar esa manzana que todos le critican
en la efervescencia del sueño
A sus veintitantos años con el ijar hundido la palabra
ya no le duele
Ha descubierto la dimensión del silencio en el oleaje
que circunda a la isla de Cuba
y tiene a la luna hundida en un hermoso crepitar
de incendio en el interior
de una luciérnaga muerta
6.6
Rabiosamente las abjura en el centro de un discurso
construido bajo sombras
Duerme el aire herido las encías ensangrentadas del animal salvaje escapado de las postrimerías del discurso
Se traga metáforas vivas detenido en la noche del ala de mariposas de obsidiana
Canta alrededor del fuego/ se zambulle a temperatura desequilibrada por su ojo herido
Su quejumbrosa lengua tiene amoríos con el silencio y
la otrora dama
De noche sale vestido de gallo galante a pasearse sobre la decadencia del discurso
Datos vitales
Leonarda Rivera (Uruapan, 1984) ha sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, en el área de Jóvenes Creadores, 2005. En el 2007 la Secretaría de Cultura de Michoacán editó su libro La noche que derramó el vaso en la colección “opera prima”. Premio Estatal de poesía Carlos Eduardo Turón 2010, por su libro Deshojal. También es coautora y co-coordinadora del libro de ensayos: María Zambrano en Morelia. A 70 años de la publicación de Filosofía y poesía (Plaza y Valdés, 2010). Licenciada en Filosofía, por la Universidad Michoacana. Maestra en Filosofía por la UNAM.