Foja de poesía No. 325: Jamila Medina

jamila medinaPresentamos el trabajo de la poeta, crítica y narradora cubana Jamila Medina (Holguín, Cuba, 1981). Ha publicado el poemario Huecos de araña, Ediciones Unión, La Habana, 2009. Mereció el Premio David de Poesía en 2008. Fue editora y codirectora de la revista Upsalón, de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana.

 

 

 

De Huecos de araña

 

Tragaluz

 

Una hojarasca de coral sale del mar / juntada

y va untándose

                       a las grietas

                                          del arrecife

yerba que crece en los rescoldos los recodos los ajuares de los muertos cansados

pasta flamante

yedra

un muérdago que emana desde el corazón pedregoso de Odín

se va podando en suave de coral, en cantos ralos.

Sobre la plaza de ciudad se otean las banderas verdeantes, rojinegras, ambaradas

y alrededor del dienteperro de la placa brillosa de la plaza

de la estatuada y de la soldadería

se puede ver cómo se añade una crisálida a otra            cómo se va cerrando

                                                                                 demudada

                                                    la hojarasca tranquila:

azulejeada por salir del mar, aunque más violada hacia los cantos, casi sangre.

En el remate del festón que avanza, una fe blanca llamea: grasa

del borde de una herida

carne madurada de cangrejo

por la piedra.

Al centro del círculo inicia a escucharse la embestida:

los capitanes atraviesan apuntalando el orden

–avizorando pabellón–

se cambian charreteras por chalupas

corre la voz de que marinos probos

no abandonan de asaltar la pescachada.

La hojarasca se anima cuando los ve subir por la gangosa superficie de la raspadura

comienza a pintar circes en el mar, carambolas, caracolas, endilgares,

volutas púrpuras de sierpes de coral

el muérdago

crece en los entresijos de las sienes:

intersticios del aire

indescifrando respirar

ostráfago.

Luego

lentamente

los corales se vuelven a la playa y detrás suyo

una hilacha de baba como un hilo de plata anuncia la llegada de la arena, cruzándose, fecunda pobladíos de velos fulgurantes de mujer.

Repican repican repican picando en baja mar

caen yardas de hombres de los cielos.

Rumorean

que la hojarasca entra despacio por la tierra

si se apagan de noche las banderas.

(Particularmente he pedido un intermezzo;

no quiero alentar la fácil respuesta que soñé o he visto ayer en mi ventana:

el viento cortaba a contraluz

y andanadas tricolor, enrojecidas, se combaban entrando por el mar.) 


 

Langustia

 

Textos textos textos

tejeduras

lanzaderas

te (a)saltan sus gritos sobre la cabeza

te brotan de ella como pétalos

y de pronto: tienes toda la testa coronada

espinada de palabras

 

no es saludable (pare)ser un girasol

–dios no amanece

y húrtante el sitio de mirar

camino

desolado–

no es saludable la cabeza laureada

se deshoja después

como rama segada desde el invernadero

y los cristales que habían crecido en ella

quiébranse callados

apáganse: de velas

chisporrotean hacia dentro oh llama

demasiado arrimada al ventanal

abrupto

abierto

 

dejarse crecer la cabeza hacia dentro

–anahidrópica–

cierra todas las bocas que te hablan al oído

las venas muerdan(te)

huye de las compuertas los poros el encaje

cuida retrato de ti

 

si continuas dejando que te bailen

esos textos textos sobre la cabeza

que no te acabas de cortar

de hacer una sangría para extraer lo otro

si dejas se te prendan

ataduras al cuello

hilos que te indican pasadizos afuera (out of out of)

carne haciafuera de ti

si dejas que se aten cada uno a tu mano al pie

la mejilla (ofrecida):

repicarás en cien pedazos disgregado

–carnero

partícipe–

ojos colgando carafuera

 

es lasfixia lo que debes construir

hacia ti has de inclinar tu frente tuya

desdoblarte hacia ese espejo que has dejado empañar

enlutado (harto de barro)

la boca abierta la mirada

como lapa al cristal

–observante del otro–

 

ta(r)jas ta(r)jas ta(r)jas

taxidermia de ti

sembrarse un sitio y zambúllete en tu boca :

gargantabajo para siempre.

 

no quiero ver(te) burbujas

barbotear borbotear desde tu labio

desesperado hálito

nostálgico del otro

palabras sueltas que pretendan (ll)amar

–aludan–

referente

reflejo

 

respiradentro

tala tala tala

ten el pulcro civismo de presentar al aire:

una cabeza (por fin) descoronada.

 

De Anémona 

Fur(n)ia

 

El ejercicio de la escritura apostado fuera de la escritura y escindiéndola con el rabo del ojo. Una cisura practicada en una escritura que se insiste furnia.

Huecos de araña, huecos de nariz, boca, cuencas de ojos, oídos, vulva, vagina, bahía de bolsa, ombligo, ano. E incluso el descubrimiento de intersticios bajo la lengua, entre los dientes y la encía, debajo de la rodilla, encima del codo, en la jabonera de las clavículas, en los 16 arcos entre dedo y dedo de los pies, en las axilas, en el vacío de las manos juntas y de las manos echadas hacia atrás, en las comisuras, en las arrugas de la frente, en los labios agrietados, en el hedor de las patas de gallina, en la hendidura de la entrepierna, bajo el peso de las trenzas y los senos, en la nuca rendida, en la blandura del tobillo, en los valles y altozanos del vientre, en la morada debajo de las uñas, en los pliegues ilegibles de las palmas de las manos, en las furnias rajadas del nudillo. Mujer agujereada, mujer (alfombra) arrollada, mujer (paracaídas) plegadura.

Mujer ubre y odre y útero. Mujer embocadura de río. Máter. Materia. Madreperla sobre madrépora. Madre-del-verbo. Ave María. Damajuana.

Un cuerpo que desea a otro que soba y orada. Lecho de arena y concha, para ser (des)hollado. Playa, puerto, embarcadero, varadero, abrevadero, aliviadero, bebedero de yeguas y de patos.

Huevo. Ovario. Canasto.

Mujer de mimbre, caña flexible, cáñamo, flauta dulce, espiga, lirio desmadejado. Mujer de estambre. Punta bordada de mujer.  

El ejercicio de la escritura como un latigazo en la carne para abrir zanjas y liberar fluidos. Mujer orines, mujer sangre, mujer fécula, mujer leche. Avalancha riada. Arrollo murmullo. Espumarajo arcada. Balanceo de columpio mujer. Nanadora. Acunadora. Sanadora. Vaina.

El ejercicio no como la erección de un panóptico sino como una obturación, ensanchamiento de la dilatación del ser habitada, explorada, cavada, perforada, aserrada, rajada, acribillada, trepanada, traspasada, desabrochada, desvirgada, defenestrada, abierta. La mujer la porosa. La leporina, la li(e)bre, la leprada. Y el ejercicio como una amputación de lo que no tiene y sobra. Matadura del padre al excavar la raja. Matadura de la madre al ejercitar el equilibrio con las manos extendidas sobre el cordón umbilical, y saltar la cuerda, hacer pulsos, tobilleras y argollas de narigón, y jugar al ahorcado. Clava y clavadura. Encaje: con un ejercicio haciadentro y haciafuera de inserción y deserción. Furia y furnia.

Una escritura que se insiste ensenada tiene una rabia una península confesa, oracular. El armadillo que se encueva, que se acoquina, que se aova, que se empolla, puede empezar a vomitar garras lenguas tentáculos pezuñas. Extremidades. Palpos, pulpos. Vecindades. Mano en la oscuridad. Arañazos hilos. Lengua anhelante. Imán. Hambrunas. La escritura vaso constrictor, la escritura contenida, la escritura conteniendo ser la escritura abrazo. La voz de sirena corporizada perfume, pañuelito al viento, valla de publicidad. Mujer brazo gitano. Mujer brazo, duro, de la ley. Magnolia de acero. Magdalena desleída en el té, que atrae poderosamente… recuerdos. Lágrimas de cocodrilo. Estalactitas. Casimbas ojo del invierno. Mujer tijera, cuchillada, estaca, pica hielos, dientes de peineta, de sierra y de león. Mujer pasamontañas. Armadillo en chino: como el animal engalanado para cruzar la cordillera. Mujer muralla. Mujer fusta de cobra. Aviborada.

 

Mujer pócima. Una escritura que mata a la mujer alargando su veneno, si se deja crecer la lengua y se autosacia o penetra, como un ouroboros infernal. Hermafroditismo en el tacto. Una sensibilidad que se empoza y se amordaza con su propia tentación.

Saca tu lengua, mujer, de la carnada. Cierra la boca. Los negros no se ríen alto, las mujeres no se abren tanto para comer o bostezar. Tápate eso, cochina. Una escritura que se mira y cuyo clítoris crece de excitación verbal es de temer. La furia en furnia. Silenciada. No la furnia en furia. Llamamiento. Llamarada. Esa mujer anémona. Hágase una p/hiel líquida que apague a la ninfómana. Ábrase mujer linfa. Apurar el trago amargo, probar con la lengua una escritura sin muerte ni grito ni dolor. Sin hincar las rodillas… sobre granos de trigo. La letra con sangre entra. Déjate hacer. Dejarse hacer. Dejarse ser…  

 

Caribdis 

Para V.F.

Al romper el alba

el campo de islas

su maraña florando en la algarabía del lenguaje

abriendo con dos manos las gargantas

a complicadas combinaciones de sonidos

:

aullidos-dentelladas-estertores-pasadizos-grutas

que alimentan el miedo

de los que llegan y se van.

 

En un ll/manto de perlas

en un bol de lentejuelas

la isla dragada y bojeada

masticando              moliéndonos

hasta s/vaciarnos                                                                        

de recuerdos

los huesos.

 

La patria como lengua

c/pulpa jaula corsé:

el terco buey de su pe/aso

coartando el reír, el hablar, el dime-qué-hay del caminar

la puñalada y la caricia.

 

Novia del mediodía                    llave del agua    

isla (a)pegada al corazón

como hez a la suela del zapato

caracola metida en los oídos:

tambor del mar          ululando         entre la vaharada del sol…

La chupadora la trepa(na)dora la carnívora

que nos deja zombis.

 

Quién creería que al regresar a las caletas

se(rí)a solo tu cuerpecito roto de libélula

:

su

cru

ji

do.

 

 

 

De Primaveras cortadas

 

(1936-1972)

GRAND PRISMATIC SPRING

sobre la enorme primavera del lago en el parque de la piedra amarilla

esteras de bacterias    entretejen la gran balsa azul de Flora

–estéril por la fiebre de un fondo de alta profundidad

pero tan maravillosamente multicolor a los lados

que las parejas desandan por los senderos

de madera apuñalados en el aire

sobre cuatro patíbulos.

 

Salta

del géiser

(un box spring)

el bosque virgen que no quisiste abrir

aunque espumaba a rabiar  –como un alkazelzer en un vaso–

y ella quería contarte lo que acontece antes y después de la muerte (de la noche).

 

La sirena del fango cuya belleza sobrenada en un manto de invertebrados acuáticos

(gusanos   caracoles     cangrejos libélulas…         pulsos de mujer)

no reina abajo;        deja tu inmensa balsa quieta.

 

La primavera

es todavía balbuceante

pero el verano aquí   rompe en humores ácidos (rojo lima)

y el invierno la arropará en un verde fronda       verde capullo destripado:  

su huevo en ninfa larva pupa   y sola tú podrás al fondo refulgente de la charca

dentro del lago cruel: bocas pintadas de polichinelas   con hilos de oro  como la cara   de la princesa Wan Dou sobre una de las jade(antes)                                       2.600 teselas.

 

Te dejaré que lleves   sanguinolento el sexo bajo un abrigo blanco                   de plumón

y la mano enjoyada con alguna otra mano de mujer cortada  (quizás Norma J. Baker:

con los dientes blanqueados puntualmente en seconal)

que se te ajuste suave en la muñeca.

 

Rema y calla rema y calla chupa y rema

entre los ojos de buey del camaleón   veo un campo de algas trepadoras

de pulpos color vino y cabezas con pañuelos    que llenan de grafitis la lengua de tu voz

alzo esta cas/ja de música hasta la concha de tu oreja

escucha,           son Les Quartiers de París:      

una espiral de alcantarillas circulares

donde flotar en la stultifera navis.

 

La piedra de la locura, la piedra lunar, la piedra angular,

la piedra

filosofal

se puede extraer por la nariz y embalsamarte rápido

o puedes dejarte podrir emparedada en tu propio cuerpo

de junco de molino de trigo   de mancuerna de espigas    del arroz.

 

Del lodo

una capa infame

con incrustaciones de gusanos

medallones de almejas   crujiente frufrú de cuerpos de libélula:  

serás de hierro entonces     un hierro al rojo vivo

que cunda entre los muslos cuando elijas

(ser Blanca Buda)

 

hasta que entre el invierno:

y seas de un verde ojos dormidos

un verde rabia de mujer y un verde

uñas de Sally Bowles

que en medio

de la nieve

calado

se atraviesa vertical: un árbol en vez de bulbo/a en flor.

 

Sobre el agua

del deshielo se podrán

rearmar para ti todas las muertes

caleidoscopio   con los iris   arrancados

en Yellowstone, THE GRAND PRISMATIC SPRING.

 

En corredores

púrpuras

y malvas:

soberbia

pudriendo lento

–como crece una alfombra

tejida a mano–

espinarás primero suave

y el oasis

irrumpirá violentamente por abril:

huertos de lilas

todas las lilas

vivas y muertas 

a deshojar

en mayo.

Serás podada rigurosamente

prýgai, visná

(salta, salta, primavera)

 

acorralando

 

el jardín raja en ti.

 

 

Islarmadillo

 

Bajo el ojo del huracán

en la fauce abierta del Caribe las islas se anillan como gusanos

con ojos alargados de carnero

a la deriva como carne de cañón

 

islas balando

desraizadas

 

islas violetas

 

isla como el morado de la zarzamora

isla como la malva

–artificial y hermafrodita

como la lila

–degollada

islas filosas de coralina

–que se cortan al combarse

blandas como el sargazo

–como el lagarto por debajo

islas de índigo

–líquidas como anémonas.

 

Hay una isla fugando

imitativa

isla girándula

el armadillo calvo, el armadillo gordo como un cerdo

que baja

por galerías en la tierra

su cueva en espiral como sus huesos

–un hueco redondo, un huevo–

es su blasón en la corteza.

El armadillo en la humedad

y el armadillo en la sombra de la tarde     expandido.

La cópula un segundo

ensimismarse, sólo el esfuerzo de un suave tirón

de carne

trunca.

 

Bajo la luz ultravioleta / que ennegrece la plata

mirándose en las aguas de lavanda

quién pudiera pescar la joya blanca de la primavera.


 

 

Datos vitales

Jamila Medina Ríos (Holguín, Cuba, 1981). Graduada de Letras en 2007 con una tesis sobre el escritor estadunidense-cubano Calvert Casey Fernández. Graduada del Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, ha incursionado en la narrativa (Ratas en la alta noche, Malpaís Ediciones, México DF, 2011; Escritos en servilletas de papel, Ediciones Holguín, 2011), tanto como en el ensayo (“Diseminaciones de Calvert Casey”, “El bello sexo entre l@s cuban@s del xix”) y en la poesía (Huecos de araña, Ediciones Unión, La Habana, 2009; y los libros inéditos “Anémona”, “Novios del mediodía” y “El arte carnal”). Fue editora y codirectora de la revista Upsalón, de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. En 2011 asistió al Festival Iberoamericano de Poesía Vértigo de los Aires, celebrado en México DF.

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