¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! de René Char

Mario Bojórquez, en el mes de la traducción de círculo de poesía, nos ofrece un muy curioso texto del poeta francés René Char (1907-1988). Desde 1929 estuvo vinculado con los surrealistas y en 1930 firmó el segundo manifiesto. Con el nombre de capitán Alexandre, desde 1940 colabora en la Resistencia. Fue íntimo de Heidegger.

René Char (1907-1988) es una personalidad de gran importancia para las letras francesas, su temprana filiación al movimiento surrealista del cual firma su segundo manifiesto y la publicación en colaboración con André Bretón y Paul Éluard de Ralentir: travaux en 1930, así como su participación en la llamada Résistance durante la Segunda Guerra Mundial con el nombre secreto de Capitán Alexandre, hacen de él un personaje fascinante. El poema que presentamos se refiere al exilio voluntario de Arthur Rimbaud por diversas partes de Europa y África que termina en Harar, Etiopía donde desempeña el oficio de vendedor de esclavos y traficante de oro y armas, al mismo tiempo que su obra poética en Francia adquiere un gran prestigio que nunca es de su interés. Arthur Rimbaud muere finalmente, enfermo y anónimo en un hospital de Marsella a la edad de 37 años.

 

Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud!

 

Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud! Tes dix-huit ans réfractaires à l’amitié, à la malveil­lance, à la sottise des poètes de Paris ainsi qu’au ronronnement d’abeille stérile de ta famille arden­naise un peu folle, tu as bien fait de les éparpiller aux vents du large, de les jeter sous le couteau de leur précoce guillotine. Tu as eu raison d’abandon­ner le boulevard des paresseux, les estaminets des pisse-lyres, pour l’enfer des bêtes, pour le commerce des rusés et le bonjour des simples.

Cet élan absurde du corps et de l’âme, ce boulet de canon qui atteint sa cible en la faisant éclater, oui, c’est bien là la vie d’un homme! On ne peut pas, au sortir de l’enfance, indéfiniment étrangler son prochain. Si les volcans changent peu de place, leur lave parcourt le grand vide du monde et lui apporte des vertus qui chantent dans ses plaies.

Tu as bien fait de partir, Arthur Rimbaud! Nous sommes quelques-uns à croire sans preuve le bonheur possible avec toi.

 

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud!

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Tus dieciocho años refractarios a la amistad, a la malevolencia, a la estupidez de los poetas de París, así como al ronroneo de abeja estéril de tu familia ardenesa un poco loca; hiciste bien en lanzarlos lejos de ti, meterlos bajo la cuchilla de tu guillotina precoz. Tuviste razón de cambiar el boulevard de los holgazanes, el cafetín de los mea-liras, por el infierno de las bestias, el comercio de los astutos y los buenos días de los simples.

Este impulso absurdo del cuerpo y del alma, esta bala de cañón que da en su blanco haciéndolo estallar ¡Sí, la vida de un hombre, está bien por allá! No se puede, al dejar la infancia, indefinidamente estrangular al prójimo. Si los volcanes cambian poco de lugar, su lava recorre el gran vacío del mundo y le otorga las virtudes que cantan en sus heridas.

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Nosotros somos algunos que creemos, sin pruebas, que la felicidad es posible contigo.

René Char

De Fureur et Mystère, 1948

Traducción del francés, Mario Bojórquez

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