Presentamos, en la traducción de Andrea Muriel (Ciudad de México, 1990) un poema de la excelente poeta y novelista norteamericana Kim Addonizio (Maryland, 1954) quien ha merecido la beca Guggenheim y el Mississippi Review Fiction Prize. Fue nominada al National Book Award. Recibió también el Pushcart Prize por “Aliens” y la San Francisco Commonwealth Club Poetry Medal. Actualmente vive en Oakland, California.
Primer poema a ti
.
Me gusta tocar tus tatuajes en total
oscuridad, cuando no puedo verlos. Sé con precisión
dónde están, conozco de memoria las delicadas
líneas de pulsante luminosidad sobre
tu pezón, puedo encontrar, como por instinto, los azules
remolinos de agua en tu hombro donde una serpiente
se enrolla, enfrentando a un dragón. Cuando te jalo
hacia mí, tomándote hasta que estamos apagados
y quietos en las sábanas, adoro besar
los dibujos en tu piel. Ellos durarán hasta
que seas ceniza; cualquier cosa que permanezca
o se transforme en dolor entre nosotros, ellos seguirán
ahí. Esta permanencia es aterradora.
Así que los toco en la oscuridad; pero los toco, tratando.
First Poem for You
I like to touch your tattoos in complete
darkness, when I can’t see them. I’m sure of
where they are, know by heart the neat
lines of lightning pulsing just above
your nipple, can find, as if by instinct, the blue
swirls of water on your shoulder where a serpent
twists, facing a dragon. When I pull you
.
to me, taking you until we’re spent
and quiet on the sheets, I love to kiss
the pictures in your skin. They’ll last until
you’re seared to ashes; whatever persists
or turns to pain between us, they will still
be there. Such permanence is terrifying.
So I touch them in the dark; but touch them, trying.