Teatro joven de México: José Emilio Hernández Martín

José Emilio Hernández Martín

Presentamos como muestra de la dramaturgia joven que se está escribiendo en nuestro país, un texto de José Emilio Hernández Martín (Ciudad de México,1993). Ha tomado cursos con Luis Mario Moncada, Alejandro Ricaño, Silvia Peláez y David Psalmon. Fue becario por la Fundación para las Letras Mexicanas en el curso de Xalapa 2013 en al área de Dramaturgia.

 

 

 

 

 

Luces de neón rosa.

 

Muebles aterciopelados. Una ventana que da hacia un callejón poco iluminado lleno de ratas, ebrios, donde corren cucarachas y otros bichos. Una cama tamaño queen size a la que le falta una pata; con sábanas color púrpura llenas de hoyos y una cabecera en forma de corazón con manchas oscuras. Un gran espejo cuarteado arriba de ésta. Una mujer. Un hombre. Ambos esperando a que el otro empiece la conversación con alguna frase que se usaría, normalmente, en estos casos. Mientras esperan, la mujer toma un reloj entre sus manos y presiona un botón, luego lo deja encima de una mesita de madera que se encuentra a lado de la cama. Se sienta en una silla de aluminio plegable (dice CARTA BLANCA en el respaldo)  que está frente a la cama de sábanas púrpuras y cabecera de corazón, donde se ha sentado el hombre. Él se frota las manos y esparce el sudor en su pantalón de pana gris. Está nervioso, suda de la frente y de la espalda y de los sobacos. Recuerda en ese momento que no se puso desodorante en la mañana. Es una prostituta, sólo eso, una simple putilla, piensa él. Es un tipo normal, piensa ella. Está calvo. Está buenona. Sus dientes están muy separados y muy amarillos, piensa ella. Seguro es casado. Seguro no acabó ni la primaria. Apuesto a que tiene hijos. A huevo que su cabello es falso, que no mame, no es rubia natural. Entran en divagaciones que duran segundos, los pensamientos se atoran en sus cabezas y se preguntan qué coños hacen ahí. Por qué se juntaron en aquel cuartucho iluminado sólo con luces de neón. Ambos se preguntan qué se van a decir cuando hayan terminado. Suspiran. Pero en seguida ella se da cuenta qué no hay nada de que hablar, sólo necesita que el hombre calvo, con dientes separados y amarillentos salga del cuarto para que entre el siguiente y el siguiente y el que le sigue. Pero antes de pronunciar la primera palabra, piensa que va a tener que dejar de pensar en estas cosas en el futuro. Que no tiene sentido. Que a veces las cosas no tienen ningún sentido. Vuelven a suspirar, se miran.

Ya…

¿Ya?

Sí, qué no escuchaste animal. ¡YA!

Bueno, bueno. Ya pues. Ya….esteeeeeeeeee, sí a huevo, mmm. Entonces quiero queeeeeeeeeeee… (Pausa) ¿Ya verdad?

No seas pendejo

Sí, perdón. Ya

Silencio

Chale, no se me ocurre nada

No importa, tira algo así a la chingada. Lo que sea

No, no mames, tampoco, tampoco. Es mi dinero, no lo voy a tirar a la chingada, a lo que sea. No, no. ¿Cómo crees?

Has lo que quieras. Tu tiempo se va acabando y a mí, sinceramente, me. Vale. Madre

Silencio

Vergavergavergavergavergavergavergavergavergavergavergavergavergaverga….No mames, no mames, no mames. ¿Cómo me vine aquí sin un plan, ni nada? Chale. Qué pendejo soy

Estoy esperando…

Sí, no me presiones chingá. Que no puedo pensar (Pausa) .Quiero, quiero, quiero, quiero. Puta madre, ¿qué quieres? ¿Qué quieres, papito? ¿Pinche güey, qué madres quieres?

Ay, no te digas tan feo.

No hables, no digas nada. Estoy concentrado, ¿qué no ves?

Ah, sí ajá. Me voy a poner a ver la tele, ¿No va interrumpir tu concentración?

Nel, pero cuando haya pensado en algo chingón, te quiero pilas eh. Te quiero acá, pesada, con todo.

(Para ella) Ajá corazón…

Pausa

Ah, mira están pasando a Rocío.

Shshshshshshshshshshshshshs

A mi hija le hacen bullying en la escuela.

Pausa larga

Ya sé, ya sé. A huevo. Lo tengo…

Sus disque amiguitos le pegan en el recreo.

Tú te quitas el vestido…

Su mejor amiga le sube la falda hasta el cuello para que toda la escuela le vea los chones

Luego, yo me quito los pantalones y la trusa…

Y los de prepa le pegan paletas de chamoy en las nalgas

Te amarras todo el pelo, te lo echas para atrás con gel y lo amarras con algo…con…con… ¡ah, sí! una liga o una pinza, lo que sea.

Su mamá, doña Carmina, fue a hablar con el director, con el subdirector, con la secretaria. Nadie dijo nada, nadie sabía un pito

Te pones mi ropa, hasta los zapatos. Todo. Todo, los calcetines, la camisa, la corbata, el reloj…

Pausa

Cuando regresó a su casa, doña Carmina encontró al maestro de educación física ponchándose a su hija

Tú te vas a llamar Ramiro…

Ésa fue la gota que derramó el vaso

Pos qué pasó hija, dijo doña Carmina

Me obligó mamá, dijo. Yo no quería, dijo. Me subió la falda, dijo la niña. Me dijo que me iba a poner diez, dijo. Ay, no chingues, dijo la madre. Pero mamá, dijo ella. Ni madres hija, no hay peros. Es que me hacen bullying mamá, me hacen bullying, dice la niña. Para meterse con tu maestro mira que hay que estar urgida. Urgida de buenas calificaciones mamá. DE CALIFICACIONES, dijo ella al final. Eres una golfa, hija. Un golfa, dijo la mamá al final.

Y yo me voy a llamar Laura… Préstame tu vestido…

Se ponen a promocionar cosas: sartenes, caminadoras, pastillas, instituciones mentales. Recomiendan vidas y dietas, de todo. Después viene el programa de chismes. A las nueve

Éstas sí son cosas de la vida, carajo.

Silencio largo

¿Entonces?

Ya está el plan, sólo me falta maquillarme. ¿Dónde está tu rímel?

Toma

A ver cómo me sale mi voz de vieja: Oye amor si compra…no puede ser… te lo repetí veinte veces y no lo pudiste comprar, imbécil. Te dije: Gordo, compra rollos de papel higiénico, no seas mamón, vas de salida. Gordo, que no se te olviden los rollos, porfa. Gordo, no seas malo y cómprate un paquete grande de rollos de papel de baño, ¿no? Es que ya no hay y no nos podemos ni limpiar bien. Antes de que te vayas a ver a tus cuates, no olvides el papel (Pausa)

Sí me salió.

Te la tienes bien estudiada

Creo que me falta algo de tono.  A ver tú, tienes que hacerla muy grave

Que esperas, ya casi no hay tiempo. Desde el estomago, no con la garganta. Qué venga desde adentro…

Ajá, a ver: Porque no vamos por unas lobas y nos las trepamos acá, acá, acá, ACÁ, ACÁ Y Acá, ¿ya sabes?…Ya viste ésas, no mames están sabrosísimas, párate, párate. AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU Estás bien buena, pinche vieja, ven y mámamelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…

Pausa

No pues sí te quedó chida, la verdad…

Pausa

Bueno, vamos a hacerlo así. ¿Okey?

Okey

Silencio

Has como que llegas del trabajo, y yo acá, tirada en la cama, súper caliente. Te digo: Querido, vamos a coger, ¿no? Luego tú dices: Ay no mames Laura, estoy cansadísimo, no jodas. Y después yo te digo que por favor, por favor y que no mames, no mames y mejor mámamela y te lloriqueo un chingo y te pongo tu mano en el chocho…

¿Chocho?

Sí, chocho

¿De qué vergas estás hablando?

El chocho es el taco, el tamal, la raja, el paraíso, el umbral, la cucaracha, ahí, el chesco, el pelambre, la ruina, la papaya, la concha… la vagina, pues

Pausa

Pero, no mames, tú no tienes chocho, digo, vagina

Sí, pero no importa, es una chingada fantasía, entonces no hay pedo. Sigo: pongo tu mano en mi VAGINA y te intento besar. Tú como el macho culero que eres, te quitas diciendo un buen de pendejadas. Luego me dices que me deje de estupideces y que te dé un masaje en las patas. Y yo: pues ni hablar Ramiro, como tú digas… Y así nos quedamos hablando de mamada y media ¿Te late?

Estás muy enfermo cabrón, de verdad

Sí soy un degenerado, un enfermo, un pervertido de mierda; lo que quieras. Pero vamos a hacerlo, se acaba el tiempo. Te pagué tu lana, ahora me toca a mí el disfrute

O sea, no quieres coger

De querer, sí ahuevo, pero se supone que vienes cansado, agotado, y sólo quieres un masaje…

Pausa

A ya, okey. Va pues…

Oye, pero apaga la tele

Ah sí, espera…

Pausa larga

La niña…

¿Cuál niña?

La niña, se murió. La que salió en el programa

En la madre. Bueno sí, pobrecita, vamos; llegas del trabajo…

Más bien se suicidó

Silencio

Ay cariñoooo, mira qué caliente estoy. Ven a que te dé una lección por haber llegado tarde. Esto no se va a quedar así, te mereces un castigo…

Es que la jodían mucho en la escuela

Mi amor, no me hables así, yo sólo quiero que me beses como antes. (Pausa) ¿Qué ya no estás enamorado de mí?…

Le daban de balonazos en la cara

Es porque tengo las chichis caídas y peludas, ¿verdad? Sí, está bien. Lo admito, mis pompas ya están culeras, pero mi hambre de sexo sigue ardiendo como el primer día que lo hicimos en la casa de tu tía…

Le escondían su ropa. La pobrecita se quedaba en el baño seis horas hasta que llegaran por ella

¿Entonces? ¿Estás muy cansado? Sí, lo entiendo. ¿Quieres que te prepare algo de comer? Todavía queda guisado de la tarde…

El pedo es que nunca llegaban por ella. Por eso un día el maestro se ofreció a llevarla y, sin deberla ni temerla se la tiró el desgraciado

Okey, recuéstate, mientras te traigo unos Sabritones y tu Fanta o ¿quieres una pecsi?

Pero tampoco puso mucha resistencia eh, dijo el maestro de educación física.

Rocío, a mi hija le hacen bullying en la escuela ¿Qué tengo que hacer?

Amor, quítate los zapatos, así como te voy a dar tu sobada…

Rocío ayúdame, por favor

Mi amor, ¿seguro que no quieres una lamidita de ano?

Ya no sé que hacer. Estoy desesperada, por eso vine a su programa

Sí, está bien, está bien. Ya no pregunto nada, me quedo calladita. Le doy su masaje, pues.

Pausa larga

Ya para qué, pinche Rocío.

Quítate los calcetines, gordo

No mames Rocío

Se mató, Rocío

Se mató mi niña, Rocío

¿Qué hago? Ayúdame no sé que hacer Rocío. Se mató la pendeja ésta, Rocío

Mmmm, mira ya viste que rico se siente, es que me puse crema en la manos. ¿Quieres que te pase la lengüita por los dedos?

Se le empapó de sangre toda la falda blanca y sus medias. Se le mancharon sus zapatitos de charol nuevos

Se quedó blanca, blanca. Transparente

Perdón, gordo. Perdón, No lo vuelvo a hacer. Con las puras manos, ya no te chupo

Se tragó un montón de pastillas. Quien sabe que tanta cosa se fue a meter. Sí, una sobredosis. A huevo, tenía que ser.

Luego se cortó las muñecas

O sea las venas

Por no dejar…

Lo pasaron todo en la tele con la vieja esta de los chismes. Enseñaron las fotos, los testimonios; la nota que dejó diciendo que quería huir lejos; decía que estaba harta de que le dijeran tanta majadería; tanta grosería. Que no le gustaba. Decía que no quería vivir más. Que la jodían mucho en la escuela; que no tenía amigos: hasta los maestros la zapeaban, bueno, hasta se la cogieron. Pasaron la autopsia; los reporteros se metieron a la casa de doña Carmina para preguntarle cosas pendejísimas ¿Qué cara puso cuando la encontró en bolas con el profe Hipólito? ¿Cuál es su contraseña del Jaifaiv? ¿Cómo se preparaba su chocomil? Le preguntaron si podían llamar a su equipo de médiums, no más pa cotorrear. Pasaron en reportaje especial los chistes del médico, el diagónstico; pidieron que enseñara los mails que le mandó a su ligue de citas.com; las fotos que subieron al Facebook los de la morgue. Todo.

¿Y Rocío?

Bien gracias

Échate talco amor, que te apestan las patas bien cabrón

Pausa larga

Entra un hombre enorme, con unos pantalones ajustados de la entrepierna. Unas botas de trabajo pesado y está pelón (¿Bien pinche pelón?) Pelón como su puta madre (Okey). Tiene los brazos muy velludos y le dice a la mujer que es hora de recibir al próximo cliente, que tiene diez minutos para bañarse, perfumarse, vestirse…

Pelón: Bueno mujer, ya es hora. Hay una fila de cabrones allá abajo esperando a que se desocupe un cuarto. Tienes menos de diez minutos para estar lista, cuando lo estés me marcas por el interfon y te mando al siguiente…

Pelón: y dile a éste, que no se pendejo y que si en cinco minutos no está fuera lo voy a quebrar, ¿entendido? Sí, te estoy hablando a ti. Voy a regresar en tres minutos y si no estas con un pie afuera de este cuarto, te voy a meter ese labial que tienes, POR EL CULO.

Pelón: Pinche degenerado

El hombre que había escuchado las palabras del pinche pelón con atención, se puso a recoger todos sus tiliches y a quitarse la ropa de la mujer con rapidez

Apúrate, no seas pendejo

No quiero que me quiebre el pelón, no quiero

Pues lárgate de una buena vez

El hombre quiso darle a la mujer una despedida afectuosa. Al fin y al cabo habían compartido algo muy íntimo y para él, muy especial

Ya me voy. Adiós ¿Cuándo te puedo volver a ver?

Pero a la mujer le valió madres y lo sacó del cuarto

Nunca. Vete a la chingada y cierra la puerta

 

 

 

 

 

El hombre cerró la puerta tras de si abrochándose el pantalón y con la manga de la camisa intentaba borrar el rojo carmesí del labial. Recorrió un largo pasillo de luces mortecinas hasta llegar a unas escaleras de caracol. Sus pies bajaron trompicándose uno con otro por el vértigo y el mareo y las náuseas, pero gracias a su brazo que estaba aferrado al barandal su cuerpo no cayó al suelo. Llegó hasta la planta baja y con los ojos divisó la puerta. Con un movimiento raquítico de cabeza se despidió del pinche pelón. Afuera llovía, el hombre miró al cielo y las gotas le llenaron la cara de lágrimas falsas y sin esperarlo soltó un suspiro que se iría a la inmensidad de la noche y nadie lo habría escuchado siquiera. Hizo que sus manos entraran en sus bolsillos. Caminó por la calle, gris y mojada, oscura. Con la mirada baja, respiraba con dificultad. Volteó a ver el edificio por un segundo más. La mujer que se veía desde afuera, se arreglaba frente a su espejo, un segundo hombre entraba por la puerta. Los tubos de neón tiñeron de rosa eléctrico la cara de la mujer cuándo ésta se volteo para cerrar las cortinas y no ver nada más que el resplandor de unas luces que poco a poco se irían extinguiendo.

 

FIN

 

Datos vitales

José Emilio Hernández Martín. Nació en la ciudad de México el19 de noviembre de 1993. Ha tomado cursos con Luis Mario Moncada, Alejandro Ricaño, Silvia Peláez y David Psalmon. Fue becario por la fundación para las letras mexicanas en el curso de Xalapa 2013 en al área de dramaturgia.

 

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