Presentamos la primera de cuatro partes de un dossier de poesía canaria preparada por el poeta y traductor español Mario Domínguez Parra. Este dossier reúne la poesía de autores nacidos entre 1964 y 1992: Alicia Llarena, Daniel Bernál Suárez, Miguel Pérez Alvarado, Miguel Ángel Galindo, Yaiza Martínez, Pedro Flores, Ana Pérez Cañamares y Covadonga García Fierro. Imperdible este dossier para ser contemporáneos de los poetas de nuestra lengua.
DOSSIER DE POESÍA CANARIA I
Con este dossier pretendo cumplir dos objetivos.
El primero es dar a conocer a los lectores y las lectoras de Círculo de poesía una muestra de la poesía que se escribe en las Islas Canarias actualmente. Existe ya una gran tradición de poetas extraordinarios, de la que no hablaré: primero, porque otros lo han hecho mejor de lo que yo lo podría hacer; segundo, porque es el turno de los poetas más jóvenes y de los que no han tenido ocasión de salir editorialmente (excepto algunos casos concretos) de las islas.
El segundo objetivo, a largo plazo, es una antología de poesía canaria traducida al inglés. Un editor y traductor austríaco y yo tenemos en mente ese proyecto desde hace tiempo. Si al final, dicho editor y traductor no puede proseguir, intentaré hacerlo yo solo. De Miguel Ángel Galindo y Roberto García de Mesa ya he traducido poemas y (en el caso del segundo) obras de teatro. Hay un tercer poeta, Miguel Ángel Alonso, del cual estoy traduciendo una serie de poemas. Mi intención es tomar este dossier como base de la antología.
También quiero expresar mi desacuerdo con una reciente antología de poesía canaria, que pretende (y no lo consigue) ser exhaustiva. Me refiero a la tercera parte (Poesía canaria actual (a partir de 1980), Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Idea, Colección Letras Insulares, 2010) de la antología de poesía canaria llevada a cabo por el poeta y crítico literario Miguel Martinón (1945). Y no lo consigue porque es conscientemente parcial: él mismo lo dijo en una entrevista que le hizo el periodista y escritor Eduardo García Rojas. Reproduzco algunas de sus palabras:
“Ya realizada esta tarea digamos que objetiva aunque la objetividad no sea absoluta, confieso que a mí me interesan más unos autores en esta poesía actual en la que se detecta bastantes tendencias. Tendencias, insisto, en las que yo ya había mostrado mis preferencias por algunos de estos poetas actuales en mi libro de ensayo Círculo de esta luz, donde analizo a cuatro de ellos: Melchor López, Alejandro Krawietz, Francisco León y Rafael-José Díaz. Es decir, que me siento más identificado con esta tendencia de poesía que cultivan”.
Y no sólo se siente más identificado, sino que lo refleja en el número de páginas que dedica a algunos de los poetas que siguen consciente y felizmente la estela de Andrés Sánchez Robayna (algunos, no todos, del grupo Paradiso y otros más jóvenes), número de páginas que no se molesta en dedicar a otros poetas igualmente interesantes y que no están relacionados con ese grupo. Por eso, en su momento, llamé a esta tercera parte de la antología de poesía canaria Paradisíacos y Paralipómena. El mismo Martinón, a su edad, sigue la estela intelectual del autor de Palmas sobre la losa fría: en este sentido, el título de un libro de poemas de Martinón, A la sombra de tu nombre, me parece muy apropiado. Y hay lectores y lectoras de poesía de Canarias que conocen esta afinidad. Me parece que no soy el único.
Es por ello que he decidido no pedir poemas de algunos de los poetas paradisíacos (o petreocélicos, que me parece un término más exacto, ya que algunos forman parte de la comisión editorial de la revista Piedra y Cielo) que aparecen representados en la antología de Martinón, porque su escritura es muy similar a la de los mejores poetas de ese grupo y sus epígonos (pero no tan buena). Me refiero a poetas como Alejandro Krawietz, Alejandro Rodríguez-Refojo o Isidro Hernández, que en mi opinión no tienen la calidad de Rafael-José Díaz, Francisco León, Goretti Ramírez, Melchor López o Sergio Barreto. Lo que ocurre es que el antólogo que escribe depende de que los cuatro últimos poetas mencionados les envíen sus textos, para que el dossier quede lo más completo posible.
Por tanto, y aprovechando la oportunidad que me brinda Alí Calderón y la revista Círculo de poesía, ofrezco aquí una muestra de poesía canaria en igualdad de oportunidades: dos poemas por poeta, tal fue la propuesta del propio Calderón.
Mario Domínguez Parra
*
Alicia Llarena (Mogán, Gran Canaria, 1964) es autora de los poemarios Fauna para el olvido (Madrid, 1997; Premio Internacional de Poesía Ciudad de Santa Cruz de La Palma en 1995), El arte de las flores secas (Tenerife, 2010) y del libro de relatos Impresiones de un arquero (Islas Canarias, 1991). Ha participado con poemas y relatos en antologías y volúmenes colectivos como Ilimitada voz. Antología de poetas españolas 1940-2002 (Cádiz, 2003); Cuentos de la Atlántida. Antología del cuento canario actual (Madrid, 2004); Canarias. Kanarisches Lesebuch (Tübingen, Konkursbuch, 2005); Rojo sobre negro. 17 relatos criminales (Las Palmas de Gran Canaria, 2007); 2.050 km. de palabras. Antología de relatos vasco-canaria (Tenerife, 2008) o De la saudade a la magua. Antología de relatos luso-canaria (Tenerife, 2009) entre otros. Poeta invitada en Festivales y encuentros Internacionales de Poesía celebrados en Canarias y México, ha participado también con sus textos en exposiciones y libros de arte colectivos: “Proyecto de Arte Meridiart” (El Hierro, 2005; Las Palmas de Gran Canaria, 2007), “La otra ciudad” (Las Palmas de Gran Canaria, 2007). “El ojo narrativo 2” (2009). En la actualidad es Catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Más información en www.aliciallarena.com)
Del libro Fauna para el olvido
IX
La naturaleza, amor, está llena de mensajes.
Hoy es el día en que partimos
hacia la profunda soledad
de todo infierno, desnudos, inocentes.
Lo dice el aire, cuya rareza
acompaña este abandono;
la luna, que esta noche
ha empezado a decrecer.
Habremos de marcharnos, ignorantes de todo:
tú, de ciertas dimensiones
cuya miel transparente
no has llegado a probar.
Yo, igual que un ciervo reconoce
en la naturaleza infinita
de las plantas
aquéllas que son sanas,
y a pesar de su hambre
se aleja presuroso
de las jugosas formas del veneno.
Del libro El arte de las flores secas
EL ARTE DE LAS FLORES SECAS
I
Quién dijo que todo está perdido.
Aún podemos deshojar
la minúscula selva del afecto,
arrancarle sus pétalos
y dejarlos morir,
para que el tiempo los redima
con su pátina.
II
Será preciso esperar a la caída de la tarde:
a esas horas las flores se despojan
de su fuerza, y la savia es apenas
una débil señal entre sus tallos.
Así podremos arrancarlas de raíz
y sacudirle los últimos vestigios de la tierra
sin que opongan resistencia.
III
Luego basta extenderlas con destreza
sobre la fina superficie de un cristal
y con la misma maestría
aplicar el barniz que acentúe su prestancia
y escoger la madera que enmarque para siempre
la reunión perturbada de emociones marchitas.
IV
Es el arte de tratar un desenlace
con el mayor refinamiento.
*
Ana Pérez Cañamares (1968) ha publicado el libro de relatos En días idénticos a nubes y los poemarios La alambrada de mi boca y Alfabeto de cicatrices, en la editorial Baile del Sol. Sus relatos y poemas aparecen en antologías como Por favor sea breve (Páginas de Espuma), Resaca/Hank Over (Mondadori), Bukowski Club Jam Session de Poesía 06-08 (Ed. Escalera), 23 Pandoras (Baile del Sol) o La manera de recogerse el pelo (Bartleby), entre otras muchas. Ha sido la ganadora de la quinta edición del Premio Blas de Otero, en 2012. Es administradora del blog El alma disponible.
esto es una guerra
Con la vida se paga el espectáculo
que no es circo ni drama ni comedia.
Los actores nos escupen las palabras
y sin orden intercambian sus papeles.
Sólo queda abrirle al maquillaje
surcos para las lágrimas;
escribir en los párpados cómplice
y luego arrancar pestañas y letras.
Uno a uno afilarse los dedos
y empuñar las garras que pujan
por escapar del disfraz.
Por último, volverse al patio de butacas
-el público tiene mi rostro
y mi rostro es una careta rota-
y gritar, gritar, gritar:
si hay muertos, esto no es teatro.
Cuando hay muertos, es una guerra.
GENERACIONES
Antes de morir, mi madre dijo mamá, ven
mientras me miraba sin verme;
yo dije mamá, quédate
abrazando su cuerpo diminuto
envuelto en pañales y olor a talco;
mi hija dijo mamá, no llores
y me acarició la cabeza consolándome.
Cuando mama murió, durante unos segundos
no tuvimos muy claros los lazos que nos unían
no supimos quién se había ido
y quién se había quedado
ni en qué momento de nuestras vidas
estábamos viviendo
o muriendo.
*
Pedro Flores (Las Palmas de Gran Canaria, 1968) ha publicado los libros de poesía Simple Condicional (Las Palmas, 1994), Memorial del olvido (Las Palmas, 1996), La vida en ello (Fuerteventura, 1997), Nunca prendimos París (Las Palmas, 1998), El complejo ejercicio del delirio (Las Palmas, 1998), El ocio fértil (Madrid, 1998), La poética del fakir (Tenerife, 1999), Diario del hombre lobo (Las Palmas, 2000), Con la vida en los talones. Antología poética 1992-2002 (Tenerife, 2002), Al remoto país donde sonríes (Tenerife, 2005), En los planes de nadie (Las Palmas, 2006), Memorias del herrero de Nod (Lanzarote), Al este del desdén (Santa Lucía, Gran Canaria,), Preparativos para la conquista de Brunei (Valladolid), La poesía debe ser como la bala que mató a Kennedy (Madrid), El último gancho de Kid Fracaso (Las Palmas) y Donde príncipes y bestias (Granada, 2012).
AUNQUE PAREZCA OTRA ELEGÍA A PAVESE ÉSTE ES UN POEMA A TUS OJOS
alguien fue herido
hace mucho tiempo
Cesare Pavese
Demasiado se ha escrito sobre aquella jornada,
aquel hotel, las dieciséis pastillitas no se sabe
si engullidas de golpe o una a una;
la muerte se desconoce si trasegada de un solo amargo sorbo
o si dedicó cada estocada de veneno a una pena, a un desamor,
si las tomó como un crío toma las cucharadas de sopa:
ésta para mamá, ésta para tal ingratitud, ésta para cual traición…
Demasiado se ha recreado luego aquel verso afortunado,
el que habla de la muerte y de los ojos de alguien,
los ojos amados, ojos como pastillitas amarillas.
Se ha jugado con ese verso terrible
como un niño juega con la pistola cargada del padre
olvidada como a veces se olvida la muerte,
como se olvida alguien de tomarse sus pastillas.
La muerte ha venido desde entonces con ojos de todos los colores,
con ojos de todos los desdenes,
han venido ojos con otros ojos dentro,
muertes con ojos de perro fumando en pipa,
pastillas con ojos que te exploran por dentro
mientras caen al fondo de un poema olvidado en un hotel.
Pero qué verso, Pavese, que verso ten bello y tan amargo.
A mí
(cómo sustraerse a una nueva vuelta de tuerca,
a seguir exprimiendo a ese muerto, sus párpados,
su muerte con ojeras, sus gafas redondas como pastillas),
a mí lo que de verdad me asusta de la muerte,
venga o no tragando pastillas y fumando en pipa,
lo que de verdad me atormenta es
que cuando venga la muerte
no tenga, amor, tus ojos.
RELACIONES Y EPITAFIO DE GASTON BAQUERO
Era el esclavo preferido de Nefertiti.
Era el médico de las estatuas quemadas por la luna.
Era el vigía de Marcel Proust en la bahía de Corinto.
Era el hermano negro de Stéphane Mallarmé.
Era el coreógrafo de Manuela Sáenz y Giuseppe Garibaldi.
Era el que hacía llover bajo el paraguas de Vallejo.
Era el mezclador de colores de Alberto Durero.
Era el afinador de claves de Juan Sebastian Bach.
Era el depositario de la roja peluca de Vivaldi.
Era el que llevaba naranjas a Walterio Whitman.
Era el compañero de pintas de Dylan Thomas.
No nació en Cuba: nació en un sueño de Saúl sobre la espada.
Y con todo eso, otro día, ichas!,
en medio del sucedáneo de primavera de Madrid
cayó de su chaleco aquella ceiba invisible,
y aquí yace cubierto por las borras del café,
náufrago inocente en la arena del destierro,
aquí yace, Gastón Baquero.
*
Miguel Ángel Galindo (Tenerife, 1973), poeta y ensayista, es autor de los siguientes libros: Caballos eróticos. Editorial Pilar Rey. La Palma. 1992; Batir la tierra. Colección Nuevas Escrituras Canarias. Nº 25. SOCAEM. Las Palmas de Gran Canaria. 1993; Cementerio de Animales. CIJ. Puerto de La Cruz. Tenerife. 1993; Animales curvos. Editorial El Sureño. Tenerife. 1995; Los Castigadores. Colección Mínimum. Islas Canarias. 1998; Raíl sobre fondo negro de Chicago. Editorial Pilar Rey. La Palma. 1998; Frozen Dove Hotel. Editorial Baile del Sol. Islas Canarias. 2000; Hécate. Editorial Pilar Rey. La Palma. 2000; Satélites de Vaticie. Ediciones Bromera. Valencia. 2000; Fabricando Hormigas. Editorial Benchomo. Islas Canarias. 2001; Poema Sucio. Editorial Baile del Sol. Islas Canarias. 2004; Allevatio. Edición KA. Ayuntamiento de San Miguel de Abona. Tenerife. 2006; La carne & los lirios. Ediciones Idea. Islas Canarias. 2007.
Su último libro, Rising Sun, permanece de momento inédito. Estoy a punto de finalizar su traducción al inglés, con vistas a publicar una edición bilingüe en un país anglófono.
Poemas del libro inédito Apolonia en llamas (2013).
Lugares
Nada
Puede pasarnos si hoy quemas mis manos en el lleco
En la nube que gaya a las afueras de las ánimas, seca
Los desenterramientos de Querol
Nube transmontana, lenta, bojeada al cielo inútil de mí
Curandero que te mira & se hace viejo mirándote
En las manos partidas, en el polvo
En el avellano que arde & calla la reciura.
Hoy eres guarida del piensador de ángeles jurados
Sin lugar, eres.
Nada
Brillará en los cielos si obscureciésemos sin destino
Sin palabras
Que espulguen el mal de amor de esta pobreza que somos
Casa en silencio, hoguera sin umbral
Falce edrando el corazón a garras, en carne viva de ayer
Cabila & luz ausente, sien en el mar, mar, mar, mar, mar
Mar de piedras, alambrera, pastor de Apolonio o mar.
Quédate a dormir en el mar, en mí
Diamanta mi rezo, tantas horas desfalcando cuerpos al alma.
Nada
Nos robará la luz del taita, remirada estrella
Buril de oro es tu precio, tu humedad
Razzia del furo & de los malditos
Que te dieron de comer placeres
Entrará en ti el pálido olor de mis lobos
Dulces serán las hazalejas que derramaré a tu alrededor
Dulce seré yo, el menor de tus mercados
El más sucio de tus pesebres, tu puñal en la camena, tu segur
Tu desesperada oración junto a las vírgenes de Idadán.
Nada
Aire intérlope eres
Mi leche se derrama en tus altares
Arden todos tus cuerpos
Tus nombres expugnan a Mélièis atado, merado de pies
Tu leñame llora un exterminio: te recuerdo
En el paredón pero me salvas
Me desnudo & me salvas
Este maldito poema es lo único que sé hacer en ti, ante ti
Porque no sé llorar ruinas
Ni siquiera sé aliviar a quienes hoy han venido al templo
Buscando tierra para sus difuntos.
Nada
Nada.
Nomparell
Ocúltame la verdad
Vela
A los inultos que desaparecieron en el naranjal de posguerra Medersa que es un sueño que no es tu sueño
Hasta cuándo
Tu voz rebuscando en la metralla un futuro de ayer.
Brinda con masvale ante el obsceno altar de Crisipo
Dalla la reseda & líbranos del mal & de su olor a cotonías
Hereda a los fieles que parieron la bala-luz de la eventración.
Alivia la dichosa pápula, las angelologías garfas
Levanta piedras en honor a la mujerzuela de las pravianas
Sella mis labios con muertes de fábrica & en la fábrica.
Vísteme con luciente binzas de isla & adicción
Tempera a quienes temen tus enseñanzas del fin
Reparte a varón el pan de las dulces escocías.
Usurpa las tumbas borradas por los últimos nombres
Comercia con mis huesos porque te di todo lo que soy
Lo que seré.
Nunca reces a solas en la posada de Panero
Diplopía de la bestia
Desnúdame en tu lecho de alúas
Calla la vida que fenezca por amor.
Júrame que lo harás
Maldita noche de pobre en los pobres
Júramelo aunque no pueda escucharte
Júramelo porque estoy ciego.
El nomparell es inculpación brillando en la obscuridad
Racima, nadir & estafermo de la virtud
Noche que quieres que te penetre con una estela
Tú
Que apareciste, luz de jaguar o Paradiso o nunca
Poesía en el silencio de las bóvedas o nunca un incendio
Escritura, templo, tinta, mentira
Tú
Poema que no he escrito
Poema en el que han muerto todas mis horas de tierra
Poema que rezo
Poema por el que eres capaz de matar
Poema
Cántico en el que vives
Ocultándome la verdad.
*
Yaiza Martínez (Las Palmas de Gran Canaria, España, 1973) es Licenciada en Filología Hispánica por la UCM. Ha trabajado como periodista, traductora y profesora de escritura creativa y de español para extranjeros. Actualmente, es redactora-jefe de la revista Tendencias21 (www.tendencias21.net). Ha publicado los poemarios Rumia Lilith, (Ateneo Obrero de Gijón, 2002), El hogar de los animales Ada (Devenir, 2007), Agua (Idea, 2008), Siete-Los perros del cielo (Leteo, 2010) y Caoscopia (Colección Once, Editorial Amargord, 2012). También es autora de una novela, Las mujeres solubles (Lulu.com, 2008). Ha sido incluida en la antología de poesía Poetas en blanco y negro. Contemporáneos (Abada Editores, 2006); en la antología de relato breve Tripulantes (Editorial Eclipsados, 2007); en la Antología de Poesía Iberoamericana Contemporánea en Griego de Vakxikon (2013); y en los libros conjuntos Por donde pasa la poesía (Baile del Sol, 2011); La voz de la ciencia (PIAS Spain, 2012) y Los colores del conocimiento (Lola Books, 2013).
Dos poemas de Caoscopia (Amargord, 2012):
encontraste la veta brillante en la esteatita por los rezos secretos
de partición
murmurando de espaldas al hombre
en el cuarto en penumbra
conociste las más blancas verdades
abajo-
las voces de las niñas escalaban con sus corchetes los muros del
patio
resultaba imposible navegar en esta melodía,
contra uno: padre y patrón (52)
arriba-
hiperestructura nubosa cuya verdad la nada no niega,
por no ser nada
y volver tristemente cabeza gacha (54) sin riquezas acumuladas
al antro mismo de la partida
(52) Quedará siempre por expresar el amor que profesaba a su propio carcelero.
Tramposa, introdujo dos dedos en la granada. Así esperaba que la llevaras
al fondo, hasta el campo folicular, confín de luz, límite de nombre, la
existencia. Cada primavera sale de nuevo al aire, los pechos prendidos de
crías. El florecido campo canta su historia de luz y enterramiento (53)
(53) Se escuchaban de este a oeste las canciones del agua circulando sobre
rostros cadavéricos – así era honrar lo desaparecido, por su transformación
en nuevas formas, dijo la Madre
(54) Con uno de los cuernos o ambos inclinados hacia abajo, muy enfrenada,
con el hocico muy metido al pecho
ayer vino la luz,
flota en el pentagrama del árbol
con cinco lenguas ocultas por la labor
avariciosa
el texto del mundo
reza (61)
será llano el camino
(61) Escucha la música y sostiene entre los brazos acequias circulares, brillantes,
de ojos infantiles. Desde el dirigible, percibe la orografía sonora:
todo parece liso, las dificultades se erizan como simples manchas. Pies de
barro, tobillos alados, naturaleza arbórea: con peana en la tierra, no aleja la
luz (62)
(62) Bajo ella, las formas reiteradas son posibilidad y mandamiento. La alfombra
de la realidad (63) que tanto ensancha como condena: fila de dientes
para alimentación, butacas para asistencia, muros escritos hasta el ocho
tumbado, con idénticos versos triangulares
(63) Vertamos en el interior de los bordes lo que no existe transparente,
para amar a fondo lo poseído
*
Miguel Pérez Alvarado (Las Palmas de Gran Canaria, 1979) ha publicado los poemarios Teoría de la luz (Ediciones del Cabildo de Gran Canaria, 2001), Premio de Poesía Tomás Morales, y Levantado templo (Cíclope Editores, 2011). En Hilo de tres puntas (Ediciones Idea, 2009) se recogen sus conversaciones con el escritor Jorge Rodríguez Padrón y en Abordajes seguido de Ritmo (Ediciones Idea, 2011) se pone en diálogo intenso su escritura fragmentaria con la de Iker Martínez. En el arar la mar (Léucade, 2012) reúne una selección de sus textos en torno al viaje y la escritura canaria. También ha colaborado esporádicamente en diversas publicaciones periódicas: La Plazuela de las Letras, Calibán, 2C-La Opinión de Tenerife, Revista Kafka, Cuadernos del matemático, ABC-Cultural… Una selección de sus escrituras puede leerse en su web personal: http://www.miguelperezalvarado.com
Di qué cardón
no crecí para darte testimonio del barranco que arde;
en las laderas qué tierra
no rueda a borbotones de tu boca
deshilándote, hilándote
al paisaje en que vagas.
Di qué flor de retama
fue calco y menos cierta que tu sangre.
De Levantado templo
(Cíclope Editores, 2011)
En medio de la noche, la sombra de los árboles
hospeda
el corazón que dejé atrás
para pira donde arda
en luz devuelta
la sangre última.
Si cayó el cuerpo y floreció
en sus trozos dispersos,
si cada herida hizo suyos sus riscos,
si el sol te desencalló del tiempo,
y en la memoria ves brillar entonces
la sombra de los árboles
entonces en medio de la noche
entonces el corazón iluminado.
De Ala y sal
(poemario inédito)
*
Daniel Bernal Suárez (1984), cursa estudios de Ciencias Biológicas por la Universidad de La Laguna. Ha recibido algunos premios literarios en certámenes como: Cruzarte, Félix Francisco Casanova, Ciudad de Tacoronte (2008) y Premio Internacional de Poesía Luis Feria (2011). Poemas suyos han aparecido en las revistas literarias Letralia, Destiempos, Enfocarte e Isla negra. Colabora con el Colectivo Artes y Letras en el desarrollo del Encuentro Internacional Tres Orillas. Es director de la revista de creación literaria y crítica La Salamandra Ebria. Ejerce la crítica literaria en diversos medios y es coordinador del ciclo Cartografía Poética en la Librería de Mujeres de Canarias. Ha publicado los poemarios Escolio con fuselaje estival y Corporeidad. Acaba de obtener el Premio de Poesía Pedro García Cabrera por su libro El tiempo de los lémures.
Alumbramiento
¿Anhela el rayo una morfología de leche? Su silueta de durazno crece en mis entrañas. En la víspera del alumbramiento vuelan en semicírculo los signos breves: el cielo, inmóvil, señala sílabas ardiendo.
(Del poemario Corporeidad)
Tebet
Nuevas formas
de laboratorio
escancian parsimoniosamente
germinaciones distantes
vidrios oscuros que sin duda sonríen
en el hervor
una gota de agua aúlla
en su sueño
histórico recrea
Reverdece
una brasa del designio
y la anécdota fluvial del ojo
Canta
(Del poemario Los tallos oculares)
*
Covadonga García Fierro (1992) reside en Tenerife y es estudiante de Grado en español. Lengua y literatura en la Universidad de La Laguna (Promoción 2010-2014). Textos suyos aparecen en la antología de Anroart Ediciones Canarias Escribe Canarias II (2010). Además, ha resultado ganadora del Certamen de Cartas de Amor de Adeje en las ediciones de 2011 y 2012 y ha sido galardonada con la distinción honorífica Joven Valor de Adeje. En 2013, ha recibido el Premio Dulce María Loynaz de Poesía con el poemario Cuando la lluvia es bolero; y ha participado en la Semana Cultural Canaria en Castilla La Mancha. Es colaboradora de las revistas Summa Ars, Papirucucus.com y Lunula, así como del Suplemento Cultural El Perseguidor. Metáforas y otros efectos (Ediciones Aguere y Ediciones Idea, 2012) es su primer libro, una recopilación de poemas y reflexiones en prosa. Participa en la trilogía de microrrelatos Somos solidarios (Ediciones Idea, 2013) con tres textos: “Madrugada de agosto” (en Minitextos comprometidos), “¿Épocas?” (en Minitextos para sonreír) y “Recuerdos náufragos” (en Minitextos de amor y lujuria). Actualmente, escribe su segundo poemario, Almario, que verá la luz en 2014 con Ediciones La Palma.
POÉTICA
[Poema a la vida]
Cabellos blancos los de mi madre
Las calles de tu vientre
son las cuatro paredes de mi hogar.
[Poema al amor]
Adoro
Un poema es una estancia luminosa
donde habita el nudo de tus pestañas.
En él, la palabra se desnuda
y cobra la forma de tu cuerpo.
Adoro tu belleza muda.
Adoro el paréntesis de tu sonrisa
y los puntos suspensivos que nacen en tu piel.
Adoro cuando me besas
y tu boca queda dentro de la mía,
y tu voz se apaga,
dormida en mi garganta.