Presentamos, en el marco de la serie Poetas Italianos, preparada por Mario Meléndez y traducida por Emilio Coco, a la ensayista, poeta, narradora, dramaturga y traductora Maria Luisa Spaziani (Italia, 1924 – 2014). Fue incluida por Ungaretti en una antología de poesía italiana publicada en 1949. Fue nominada varias veces al premio Nobel.
MURATO COME IN SOGNO
Già le rose si sfogliano nell’aria
che sa di neve e di presepio. Vibra
Monforte e i suoi giardini nudi
a un vento d’inafferrabile tarantella.
Un altro anno nel tuo segno! Chiuso
in me come una pietra nel mare.
Il silenzio è tremendo, e tutto è fermo,
murato come in sogno.
Ma in alto, in alto oltre le strade e i tetti,
le nuvole gli uccelli e le speranze,
salgono e scendono reprobi ed eletti
per l’infinita scala di Giacobbe.
MURADO COMO EN SUEÑOS
Las rosas se deshojan en el aire
que sabe a nieve y a pesebre. Vibran
Monforte y sus jardines ya desnudos
en un viento de inasible tarantela.
¡Otro año en tu signo! Encerrado
en mí como una piedra en el mar.
El silencio es tremendo, y está todo quieto,
murado como en sueños.
Pero arriba, tras calles y tejados,
los pájaros, las nubes, la esperanza,
suben y bajan réprobos y elegidos
por la infinita escala de Jacob.
***
Fra silenzio e colombi alta volava
la nostra Parma, un sogno di Chagall.
Venivano a trovarci le parole
nostre, ma d’altri mondi.
Stringere le tue mani era baciare
trecce di mani tese da millenni.
Confluivano in te, pensoso imbuto,
ombre, sardane, gighe. Io lo so,
fu allora che lo vidi: è stato un lampo.
Ti fulminò un messaggio misterioso.
Tutto è illusione, un disegno di Escher,
un labirinto? o un mistero gaudioso?
Entre silencios y palomas alta volaba
nuestra Parma, un sueño de Chagall.
Nos salían al encuentro las palabras
nuestras, pero de otros mundos.
Apretar tus manos era besar
trenzas de manos tendidas desde siglos.
Confluían en ti, absorto embudo,
sombras, sardanas, gigas. Yo lo sé,
lo vi en ese instante: fue un relámpago.
Te fulminó un mensaje misterioso.
Todo es ilusión, un dibujo de Escher,
¿un laberinto? ¿o un misterio de gozo?
LA VIA CRUCIS
La bronchite stanotte mi trasforma
in una quercia carica di neve.
Crocifissa alla terra con radici
di debolezza e brividi,
sento i rami che grevi si curvano
sotto il peso di mille cristalli.
Conobbi un giorno un ragazzetto, molto
più malato di me.
Respirava a fatica, ed un veliero
insabbiato pareva nel suo letto,
ma il pensiero in alto era il rigogolo
sulla cima dell’olmo fulminato.
Questa notte lo penso, io che so bene
che presto guarirò.
E simile mi sento a quel fedele
che vidi a Bruges nel suo manto di lontra.
Guardava una via Crucis e si sforzava
d’immaginare il fiele e ogni tormento.
E forse oscuramente anche sentiva
che non soltanto il Cristo delle icone
il passo sterminato delle tenebre
lo varca in nostro nome.
EL VÍA CRUCIS
La bronquitis esta noche me transforma
en una encina cubierta de nieve.
Crucificada en la tierra con raíces
de debilidad y estremecimientos,
siento los ramos cargados que se doblan
bajo el peso de mil cristales.
Conocí un día a un chiquillo, mucho
más enfermo que yo.
Respiraba con dificultad, y en su cama
se parecía a un velero encallado,
pero su pensamiento en lo alto era la oropéndola
en la cima del olmo fulminado.
Esta noche pienso en él, yo que sé de sobra
que pronto sanaré.
Y me siento igual que aquel fiel
que vi en Brujas con su capa de nutria.
Miraba a un vía crucis e intentaba
imaginar la hiel y cualquier tormento.
Y quizás oscuramente también sentía
que no sólo el Cristo de los iconos
cruza en nuestro nombre
el paso inmenso de las tinieblas.
ULTRASUONO
Il rumore soffoca il canto
ma il canto è uno spillo che attraversa il pagliaio,
cercalo se puoi con torce e calamite
lui ti punge e trafigge quando vuole.
Voce clamante nel deserto, gemito,
ultrasuono, anno-luce, urlo di tribù riscattata,
inconsùtile varchi i deserti del tempo,
le inutili matasse dello spazio.
ULTRASONIDO
El ruido sofoca el canto
pero el canto es un alfiler que atraviesa el pajar,
búscalo si puedes con antorchas e imán
él te pincha y traspasa cuando quiere.
Voz que clama en el desierto, gemido,
ultrasonido, año-luz, grito de tribu rescatada,
inconsútil cruzas los desiertos del tiempo,
las inútiles madejas del espacio.
AI LETTORI
Stella-libero arbitrio è endiadi di sogno,
anelito patetico che oggi può far ridere.
Teoria, utopia, ipotesi, follia.
Né io né alcuna stella siamo mai state libere.
Questa mia «stella» è un mare che fabbrica i suoi ritmi
riflettendo caverne del più profondo ieri.
La metafora è un velo che cela altri misteri.
Io non ne vedo il fondo. Voi mi state dettando.
A LOS LECTORES
Estrella-libre albedrío es endíadis de sueño,
anhelo patético que hoy puede hacer reír.
Teoría, utopía, hipótesis, locura.
Ni yo ni ninguna estrella hemos sido nunca libres.
Mi «estrella» es un mar que fabrica sus ritmos
reflejando cavernas del más profundo ayer.
La metáfora es un velo que oculta otros misterios.
Yo no veo su fondo. Vosotros me estáis dictando.
PER UNA LUNA DI MACHADO
Come a Siviglia nel Venerdì Santo,
fra i sette archi dei due porticati
la luna stende il suo tappeto bianco.
Noi passiamo abbracciati.
Un tempo immisurabile si smaglia.
Il tempo non si coniuga al presente.
La luna è scivolata sul suo arco,
e quel tappeto è assente.
PARA UNA LUNA DE MACHADO
Como en Sevilla el Viernes Santo,
entre los siete arcos de los dos pórticos
la luna extiende su alfombra blanca.
Nosotros pasamos abrazados.
Un tiempo inmensurable se desmalla.
El tiempo no se conjuga en el presente.
La luna se ha deslizado por su arco,
y aquella alfombra está ausente.
Scrivere, scrivere, mentre il mondo impazza,
scariche di tritolo, fratelli che si ammazzano.
Povera e nuda vai, parola mia,
fiato nell’uragano.
Ma parole ci furono, al mondo,
più forti e vittoriose di una strage.
Nei millenni ci restano: e sepolte
sono le grida d’odio.
Escribir, escribir, mientras el mundo enloquece,
descargas de trilita, hermanos que se matan.
Pobre y desnuda vas, palabra mía,
aliento en el huracán.
Pero hubo, en el mundo, palabras
más fuertes y victoriosas que los estragos.
En los milenios nos quedan: y enterrados
están los gritos de odio.
Spesse lenzuola di foglie di platani.
Letarghi ci risucchiano all’inverno.
Smetterò di assorbire colori.
Sprofonderò nei libri.
O in profonde lenzuola di lino
sognerò quelle foglie sui rami.
Tu a risalire aiutami, a trovare
ogni verde perduto.
Espesas sábanas de hojas de plátanos.
Letargos nos devuelven al invierno.
Dejaré de absorber los colores.
Me abismaré en los libros.
O en profundas sábanas de hilo
soñaré con esas hojas en las ramas.
Tú ayúdame a subir para que encuentre
todo el verdor perdido.
Il rombo il tempo s’inventano leve
per rovesciare querce e partenoni.
Nei decenni ci scalzano il cuore,
ci intasano le vene ed il pensiero.
Il mio dio si chiama leggerezza,
è veliero, libellula, stella.
Fate statue a oratori e guerrieri
su tappeti volanti.
El estruendo el tiempo inventan palancas
con que volcar encinas, partenones.
Nos minan el corazón en los decenios,
nos obstruyen las venas y el pensamiento.
El nombre de mi dios es levedad,
es velero, libélula, es estrella.
Levantad estatuas a oradores y guerreros
sobre alfombras voladoras.
Ecco lo spazio magico in cui niente si è detto
ma il senso affiora da nebbie di preistoria.
Dormiamo in case lontane chilometri
ma i nostri sogni si congiungono in alto.
È così perfetta l’attesa (o l’intesa)
che sarà peccato trasformarla in parole.
Dovremmo preferire alla vita il silenzio
anche se questo silenzio è quintessenza di vita?
He aquí el espacio mágico donde nada se ha dicho
pero el sentido aflora de nieblas de prehistoria.
Dormimos en casas que separan kilómetros
mas nuestros sueños llegan a reunirse en lo alto.
Tan perfecta es la espera (o el entendimiento)
que será una lástima transformarla en palabras.
¿Sería preferible a la vida el silencio
aunque el silencio sea quintaesencia de vida?
Sono uscita dal feudo, la mia vita
di delicate fantasie. Nel canto
polifonie irrompono, e si aprono
le più impensate prospettive. Al servo
della gleba si spalancano gli oceani.
Dunque subdola miccia è l’amore.
Serpeggia a lungo, è un «sentito dire»,
una favola altrui, un improbabile.
Poi raggiunge il castello, e in mille schegge
l’intera vita esplode.
He salido del feudo, mi vida
de delicadas fantasías. En el canto
polifonías irrumpen, y se muestran
las más impensadas perspectivas. Al siervo
de la gleba se le abren los océanos.
Pues solapada mecha es el amor.
Se incuba largamente, se conoce «de oídas»,
es una historia ajena, algo improbable.
Luego alcanza el castillo, y en mil trozos
la entera vida estalla.
Nei miei vent’anni non ero felice
e non vorrei che il tempo s’invertisse.
Un salice d’argento mi consolava a volte,
a volte ci riusciva con presagi e promesse.
Nessuno dice mai quant’è difficile
la giovinezza. Giunti in cima al cammino
teneramente la guardiamo. In due,
forse la prima volta.
A los veinte años yo no era feliz
y no querría que el tiempo pudiera desandarse.
Un sauce de plata me consolaba a veces,
otras lo conseguía con presagios, promesas.
Nadie declara nunca cuán difícil resulta
la juventud. Llegados al cabo del camino
tiernamente podemos contemplarla. Los dos,
quizás por vez primera.
Accolgo la mattina fra le braccia
come la madre il figlio appena nato.
La tua voce al telefono, alleluja,
ringrazio Dio di avermi creata.
Un ponte di parole è pura luce.
Verso una nuova vita m’incammino
come Lui sulle acque. Scintillano
le cellule del sangue.
Acojo la mañana entre los brazos
como la madre a su recién nacido.
Tu voz por teléfono, aleluya,
doy gracias a Dios que me ha creado.
Un puente de palabras es luz pura.
Hacia una nueva vida me encamino
como Él sobre las aguas. Resplandecen
las células de la sangre.
Esistono le labbra di quell’uomo,
e giustifica il tempo i suoi disastri.
Io solo sono urlante arteria viva,
porto il sangue del mondo.
Puntino sperso nell’immenso buio,
so le leggi del sole e della morte.
Il logaritmo che sottende il fiore
è il mio respiro.
Existen los labios de aquel hombre,
y justifica el tiempo sus desastres.
Yo sólo soy aullante arteria viva,
llevo la sangre del mundo.
Punto perdido en la oscuridad inmensa,
sé las leyes del sol y de la muerte.
El logaritmo que la flor supone
es mi aliento.
Sono schiava del tempo, le ore e i giorni
sono cilizi dalle punte aguzze.
Vorrei essere il fulmine che serpeggia
in un attimo fra tutte le stanze
un laccio incandescente che condensi
il discorso essenziale, non più tramiti,
parole ritmi musiche semantiche,
solo labbra di fuoco.
Soy esclava del tiempo, las horas y los días
son cilicios con sus agudas puntas.
Quisiera ser el rayo que serpea
en un instante por los cuartos todos
un lazo incandescente que condense
el discurso esencial, sin mediaciones,
palabras ritmos músicas semánticas,
sólo labios de fuego.
Quest’amore, quest’oasi fiorita
sarà presto un’immensa maceria.
Già i bocci s’intristiscono, le foglie
non puntano più al sole.
Accogliere, accettare quel destino
è strappo acuto, è bruciatura, è taglio.
Colossei, Partenoni avranno pianto
alla caduta della prima pietra?
Este amor, este oasis florecido
será pronto una ruina inmensa.
Los capullos se mustian, el follaje
no apunta ya hacia el sol.
Acoger, aceptar aquel destino
es aguda ruptura, quemadura, corte.
¿Coliseos, Partenones tendrán llanto
a la caída de la primera piedra?
In una storia che credevo chiusa
di colpo, ecco, s’apre una finestra.
Irrompe l’aria d’alta quota, gioia,
fiocchi di neve di felici pasque.
È dunque vile la rassegnazione
se una parola può scaldare il mondo.
Chi soffre lo ricordi: il tempo varia
i suoi ritmi come il mare d’autunno.
En una historia que creía cerrada,
se abre de improviso una ventana.
Irrumpe aire de alturas, alegría,
copos de nieve de felices pascuas.
Entonces es vileza resignarse
si puede calentar una palabra al mundo.
Quien padezca, recuerde: el tiempo cambia
sus ritmos como el mar en el otoño.
Datos vitales
Maria Luisa Spaziani (Italia, 1924 – 2014). Fue incluida por Ungaretti en una antología de poesía italiana publicada en 1949. Ha traducido a Sully-Prudhome, Charles d’Orléans, Jean Racine, Marguerite Yourcenar y André Gide. Es autora de importantes ensayos sobre Ronsard y sobre el teatro francés. Ha obtenido importantes premios nacionales e internacionales. Sus libros más importantes son: Le acque del sabato (1954), Utilità della memoria (1966), L’occhio del ciclone (1970), Transito con catene (1977), Geometria del disordine (1981), La stella del libero arbitrio (1986), Giovanna d’Arco (1990), I fasti dell’ortica (1996), Poesie 1954-1996 (2000), La traversata dell’oasi (2002), Poesie dalla mano sinistra (2002), La luna è già alta (2006) y L’incrocio delle mediane (2009). En 2012 salió su obra completa con el título Tutte le poesie en la colección «I Meridiani» de Mondadori.
Una fuerte sensibilidad musical y una extraordinaria sabiduría métrica se combinan con un decir exacto y elegante realizando un feliz equilibrio entre la propensión hacia un registro elevado y la exigencia de un tono más coloquial y directo. Su vocación clásica la lleva a rechazar todo tipo de experimentación y a arremeter contra los ídolos agitados por los neovanguardistas, oponiendo a la confusión de las lenguas propugnada por aquéllos, su tenaz monolingüismo al que ha permanecido siempre fiel.