Poesía argentina: Laura Klein

Presentamos, en el marco del dossier “Unidad Variable”, preparado por Laura Raquel Martínez y que  muestra voces diversas de las tradiciones argentina y boliviana, algunos textos de la poeta y ensayista argentina Laura Klein (Buenos Aires, 1958). Ha publicado los poemarios poesía A mano alzada (Tierra firme, 1986), Vida interior de la discordia (Último Reino, 1994. Premio Boris Vian), Bastardos del pensamiento (La letra muerta, 1997), La bruta bruz (Casi incendio la casa, 2010.

 

 

 

 

 

Bastardos del pensamiento

 

en caja cerrada enferma la materia

 

cómo habitar ese sitial lleno de pardos

fríos lenguaraces       impiedad es poco

 

églogas inversas          flema en el cristal de la querella

alegatos, ideas endémicas, raspajes, estudio de reptil en jaula

nubes de gritos, desiertos sépticos

 

crían desconfianza pero la cabeza insiste

 

 

 

hube de ponerla de base            la riente en vertical

y la voluntad mecer           vencida

vencida de rodillas    ¡basta!    por el impulso sobrante

 

y el miedo a que no se ahogara

 

vencida      por el cacareo

 

 

 

y si no fuera exactamente un cacareo?

pongamos que el sonido fermentó

 

una sífilis frugal, por ejemplo, el libro estéril hasta el meollo

hablan de pecado, huelen a pecado

un torniquete de luz        el instante hace justicia

 

la carcoma en la lengua desposa el nervio

envejecido

 

 

es insignificante      crispa no saber si es humano

 

pichones, horas de pequeñines

trepados al hueso, a cual más torvo

hacen el juego de la flor y la tijera

me esfuerzo por pegarles y sacarlos del obús

¡un poco de lirismo!       ¡la usina es sensible!

pero ellos cuatro frescas

pavean en el abismo

botan cadáveres de mosca a la Siberia

 

 

contranatura : asfódelos se comen entre sí

su casa que es un prado se hace polvo

lejos una luna de cintas se aleja, sillas vacías por doquier

 

dormir sería exquisito              un ruido articulado tras otro

¡march! Trotan en el vado falso sobre el cuello

 

el hecho no puede ser menos solitario

 

 

 

 

alhaja atada  a un pescuezo elemental

cresta de gallo con rencores de luciérnaga

nódulo a papilla ardiente

 

y qué importa todo eso?

 

acá es una congoja       esa superficie

se esfuerza

 

¡déjenlas! Son las deudas

las deudas del instrumento

 

 

 

 

personajes :

nudo corredizo, lastimero

pieza acuática, hembra

botón tierno, mal definido

rapado      lupanar      ¡cerebro!

 

 

una miseria desde el punto de vista físico

 

verdaderamente se esfuerza

sube por la escala

 

 

 

¿loca o eunuca?

 

a mí me lo preguntan

a mí pueden echarme, también

al cuerpo azul y plata de las moscas de verano

 

ved cómo retrocedo

 

ved cómo saco miel de mi propia pesadilla

 

cuando el Lucero enlace al Dragón

responderé :

¿muerta? ¿estaca?

 

 

 

cordero incomprensible : la máquina insepulta de la voz

continúa el diálogo

 

¡larga de aquí! Como sea que se porte, ésta es mi borla

 

 

 

y mi destino : existencia ictífera adentro de un astro oscuro

llevando calma trayendo suero en este piringundín sin ventanas

 

he de descubrir con qué se atormenta

 

oiga algazara      ponzoña hundió su hueso

en el encanto

 

ruego que declaren insanía y final

de mi afición : venga el zarpazo con su desidia

 

 

 

engendro es veneno veneno es lucro lucro es chancho

tenemos autómatas pariendo?

 

ave purísima no te fatigues

qué puede empollar un clavo?

 

 

 

porque le quieren dar morfina

cascar el soplo : y aún por la fuerza

como a una masa enterrada en su cerviz

y esa cabeza, madre, palpita

 

voy a mortificar su sueño

 

clavo en las alas misivas familiares

una lengua inválida recuerda

los brotes negros

quietos

detenidos a la puerta del odio

 

 

 

¿y por qué esa amargura? ¿por qué el arco no es alianza y la fealdad no escuece las habichuelas se pudren sin madurar? ¿no envenena el agua y el miedo encoge al semejante? ¿por qué canta óbices el hueso individual : pan de coco para el restituído, bofe al criado, menudos al clero? ¿por qué sigue cantando cuando hay frutos en brotación el cuero se abandona en los mingitorios y la comida preparada sobre la mesa se ofrece?

 

 

 

 

 

doy crédito al soberano : su cuello de cisne

pegado de astillas     me conmueve

 

guíanos por esa traba       con el amén en los labios

no como un cuerno y un triunfo

sino como la ameba

cuya carne priva de sufrir     llévanos

hacia el día sin imagen

 

 

 

 

 

 

 Datos vitales

Laura Klein (Buenos Aires, 1958) es poeta, ensayista y licenciada en Filosofía. Ha publicado los libros de poesía A mano alzada (Tierra firme, 1986), Vida interior de la discordia (Último Reino, 1994. Premio Boris Vian), Bastardos del pensamiento (La letra muerta, 1997), La bruta bruz (Casi incendio la casa, 2010) y la obra de teatro Hay piedras en el cielo y son para el trueno (estrenada en 2002). Como ensayista publicó el libro Fornicar y matar. El problema del aborto (Planeta, 2005, reeditado en 2013) y numeroso artículos en diversos diarios y revistas como Página/12, Punto de Vista, Fin de siglo, Acontecimiento, Viento del Sur de México y Comunidad de Suecia. Formó parte del consejo de redacción de las revistas Xul, Praxis y Madres de Plaza de Mayo, y del taller de copistas La letra muerta. Actualmente está escribiendo la serie Aguafuertes bíblicas.

 

 

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