A cuatro meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, presentamos un poema de Jorge Contreras (Tizayuca, 1978) que da cuenta de la indignación generalizada. Además de escribir poesía es editor y ensayista. Es compilador de la antología Tributo a Sabines: he aquí que estamos todos reunidos; es autor de los libros de poemas: ¿Quién Soy Otro sino Tú? y Poemas del Candor, ambos con editorial fridaura.
Las horas antes de la insurrección
12:00 horas.
Cuántas balas en cada sonrisa que se cae sin esqueleto. Cuántos futuros te miran desde adentro con los ojos bien clavados en lo que no haces y en lo que no dices.
No es de ahora los colaterales resultados, de quién sabe quién y quién sabe cuándo.
13:00 horas.
Aún busco entre mis raíces,
qué es la patria
y qué herencia es la que tenemos.
14:00 horas.
Bienvenido al burdel de las ‘Cracias’. Narcocracia y telecracia, el poder es un brazo de una guerra que disfraza la cleptocracia en democracia, que convierte políticos en rockstars, y la libre expresión en lo políticamente correcto, tribunales corruptos preocupados por el almidón de sus camisas y el beso a la mano del padrino.
15:00 horas.
Allá, la miseria se alimenta con despensas y programas sociales. Hagan filas para recibir su cucharadita de vida. Bienvenido al país extorsionado, a la fábrica de votos.
16:00 horas.
ABC, los incunables niños inmolados en burocráticas negligencias, los padres desolados. El crimen en las instituciones. Se venden permisos para no existir.
17:00 horas.
El monstruo de las diez mil cabezas tiene complejo de individuo, tiene credencial que lo identifica con huella digital, un perfil de Facebook y escribe chistes en túiter, ve telenovelas y cree que piensa, su nacionalismo es de fútbol y su fe es la tranza, pero tú, que lees poemas, tú, que te informas, tú, que no le crees nada a la televisión, tú, que te das cuenta, no.
18:00 horas.
Hay un cíclope que en otro tiempo llevó el nombre de Polifemo, su ojo emite programas de televisión que emulan la miseria, adormece voluntades y deforma conciencias. Préndele fuego al asta, y clávasela en el ojo.
19:00 horas.
No importa que nos lleve la chingada
y la tiznada se la dé, de muy madre
que educa a sus hijos con mentiras
“al fin somos ricos, sabemos tener esperanzas”
20:00 horas.
Qué importa entonces que los niños se laven los dientes con sangre y en las escuelas les enseñen a buscar trabajos donde no tengan derechos, a resignarse a ganar la suficiente miseria para mal morir de hambre o alcohol.
21:00 horas.
Qué importa entonces que las niñas se vayan de putas para llevar su mendrugo de pan o solvente a su mal familia de una mal parida patria que tiene hijos viviendo en cloacas o huyendo o emigrando como pueden a una casa que no es de ellos porque en la nuestra, por mucha dignidad que se quiera no se aguanta el hedor de la miseria. Qué importa que te vean la cara de imbécil con promesas y el hígado se te consuma en corajes. Habrá actrices llorando por la desigualdad y otro impostor inaugurando la temporada de patos.
22:00hrs.
No hablo en sentido económico,
hay miserables con grandes puestos públicos
o con escritorios y horas inútiles en salones u oficinas
donde la simulación es el trabajo.
Hay miserables que miran a la sociedad por debajo del hombro,
esos son los miserables que expanden las miserias del pueblo.
23:00 horas.
Hacen el espectáculo de la resistencia,
manifestaciones que ahogan los desinformantes medios de comunicación
donde los ‘jefes’ miran en oficinas amuebladas con maderas finas,
donde edecanes triple “A”, sirven el café y dan masaje de hombros y lo que mande usted…
23:30
el crimen se derrama del vaso, de la sopa:
aparecen los desaparecidos en cada rostro
todos somos ausentes, la indignación se manifiesta
cada rostro es el rostro de todos
somos un pueblo en resistencia
que hace temblar la tierra…
43, 45, 49 …
el amor une, el miedo separa
24:00 horas.
Ahí tienen, para los que dicen que el amor no sirve de nada
es lo que más hace falta. Todo instante sin amor, es un instante inútil.
¿qué puta crisis entonces, es la verdadera?