Presentamos, en versión de Indira Díaz Hernández, los primeros textos de Polina Barskova (Leningrado, 1976) traducidos al español. Es reconocida como una de las más importantes poetas de su generación. Comenzó a escribir poesía a los nueve años. Katie Ferris e Ilyá Kamínsky la han traducido al inglés para Tupelo Press. Actualmente enseña literatura rusa en Hampshire College.
Conjunción Y
Nos reunimos el domingo; no, no exactamente
Nos hemos visto antes aunque no estoy muy segura:
Bebiste café con un popote, pero fue más como
Una pobre ave pasajera mirando a cualquiera.
Y me tomaste de la mano, de la mano me tomaste de la mano.
Y el árbol de rojas bayas, y la montaña, y la montaña
Y yo me divertía y escuchaba y el Señor todo lo mandaba a la mierda
El árbol de rojas bayas, y la corteza y la corteza
Y nos tuvimos el uno al otro sin detenernos como animales en su madriguera
Y si como cada criatura después del acto nos ponemos tristes, entonces no somos cualquier bestia.
Y nosotros carecemos de toda clase de basura y nosotros esparcimos la basura
Y tú me frotabas la piel con semillas de perlas. Pero ahora ya es enero,
Y tenemos aquí, me disculpo, magnolias que devoran insectos con sus lenguas
Rosadas sobre el fondo gris que queda y cada vez que sucede
Más allá de estas maravillas, recuerdo el aroma de tu mano
Arrancada de mí, arrancada de ti.
Moscú
Esfuerzos inútiles, edificios de estado,
Conversaciones maliciosas, intermitentes…
Así, poco a poco, llega el invierno,
La oscuridad cae como pesada cortina,
Amorfa, como la vida misma.
Aquí hay una extraña felicidad: todo se desgasta hasta los agujeros,
Todo se pierde. Todo permanece bajo el cielo,
Como en una pradera, como en una luz mística,
Incluso los traseros de la gente han abandonado el retrete.
Y así, ahora la tranquilidad fluye,
El diálogo no tendrá fin
Con aquel que no ha de permitir la muerte
Y que tentativamente lleva el nombre de dios.