Poesía mexicana: Leslie Dolejal

Presentamos ocho poemas del mexicano Leslie Dolejal (Tampico, 1970). Músico y escritor, tiene escritos los libros Maragua (2000), La casa de madera (2001), Ciruelo doméstico (2006), Café del funky (2006), Barcos (2009), Poemas para dromedarios (2010), Poemas para arrullar a las vacas (2011), Tóner (2013), entre otros. Ha compuesto y grabado el disco de piezas para guitarra Los tigres de Mompracem (2013) y el disco de canciones Edison electrocutando al elefante (2013). Vive en Querétaro, México, desde 1987.

 

 

 

 

 

Poema para Ka

 

A nadie debo más disculpas que ti:

cualquiera llega a escribir y hace un fardo

[de necesidades su mundo.

Camino la mañana como una galleta reseca

[de la cual debo obtener por lo menos dinero

y paso de largo delante de los otros.

Me gusta Elmore James,

escucho Dust my broom

y voy andando entre calles coloniales

[que se parecen mucho ese laberinto

donde andaba el minotauro.

Meo en cualquier banqueta

y continúo retando a quienes vuelven como yo

a no llevar tan triste la mirada.

Le debo mucho al mundo,

en particular a ese par de cosas que son

[la guitarra y la poesía.

En realidad no sabría qué hacer sin ellas,

si ellas no me acompañaran.

Pero voy andando bajo la lluvia de febrero

como si aún me faltaran detalles para promover,

como si el solo peso tímido del alma

no me fuera suficiente para verla hermosa.

Me gusta el blues, lo sabes, y soy vago.

Me gustan tus pechos y las notas que das

[al entregarte.

He andado la ciudad buscando un poco

[de ternura.

Lo sabes.

Siempre he sido el mismo.

Llevo esta guitarra y un fajo de palabras

que más se asemejan a mí por estar libres

[de pecado.

Voy andando hacia tu casa para divertirnos.

Para estar más simples que todas estas cosas.

 

 

 

 

 

Espejo

 

He aquí al hombre capaz de todo y de ninguna

[cosa,

componiendo canciones y piezas para guitarra,

esperando su autoestima ante el auditorio,

en la cafetería de siempre

dejando que se vayan los días sin ilusión,

quien vuelve al baño todos los días a hacerse

[una puñeta,

no tiene ganas de escribir

y considera la vida una enfermedad

[del Ser rentable.

 

He aquí al animal vacío que escribe libros,

desempolva

y ve su semen colgado,

en las paredes del baño sus tantas ganas de coger

y se siente vil y pendejo en esas tardes,

un pinche pelo dejado sobre el sanitario,

una eternidad con muchos cielos de alabastro,

mientras la ciudad y su mierda transitoria

huele a porcentajes de letrinas,

a gente merodeando por las calles,

a rotunda estupidez.

 

 

 

Siria 2013

 

Hoy continúo triste como si hubiera muerto

mirando los hongos de uranio empobrecido
esparcir los cuerpos de los niños

y escuchando a Tartini como si fuera un hombre

[memorable.

Hoy continúo descalzo en las aceras

[de Querétaro

sin amigos, y sin nadie que me espere en casa,

y mi soledad es tan honda

que me siento a escuchar el canto de los pájaros

y ya no quiero estar

y ya no quiero seguir

y no hay nada que me saque de este enfado

ni algo que me haga revivir mi amor

[por las promesas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Estampa

 

Abrió la noche su contorno depositada por el

mar.

Rama inclinada y amarilla la que llevaba

[el viento a horcajadas de la costa.
Como ojera roja de buey arando.

Los hombres se sentaban sumando al tráfico

[terrestre su don de tesitura.

 

Y en la palabrería desenredaban el vaho lechoso

[del tren por el suburbio.
La hora venía dada en la vigilia.

Bajo el remanso tibio de los astros despeñados

[y la vacante ilusa del decoro.
Allá.

Donde las lanchas sueltas mecen el mar

[haciendo un hálito del sueño.

 

Se habían desmoronado los espejos.

Y el día latía con el brío del caballo.

 

Sobre el cabello verde de las barcas.

 

 

 

Enunciaciones

 

En los días ligeros de mi vida,

los pies de la bestia que describió Daniel

[en su libro,

después de 500 años aún no cuajaban hierro

[y barro,

pero la espada con la que imponían el sitio

tenía sumida la patria en la miseria.

No pasaba mucho,

amén de los negocios,

las hermosas aliteraciones de las casas de bolsa,

170,000 decapitados

y los pronósticos deportivos,

la vida en el país era encomiable,

cualquiera podía portar una bandera

y esgrimir historias donde jamás acecharan

[de nuevo

la duda ni las muertes del alma,

cuya curiosa peculiaridad eran ser

tan paulatinas.

 

Meternos en la brutalidad económica

[de los reyes y de los judíos ortodoxos

contaba sin embargo con saludable economía,

por lo menos eso exhibían los periódicos

[en el estanquillo,

así que la vida en el país de la quimera

empezaba a las 6 de la mañana con el desayuno,

llevar los niños a la escuela,

y de ahí a mantener las nalgas quietas detrás

[de un escritorio,

detrás de una llave de tuercas,

detrás de alguna escoba,

detrás de uno mismo,

para cumplir con las horas

que le permitirían al patrón

su piña colada en cualquier lugar donde tuviera

[un mundo.

 

Ahora el reino auxiliar de la codicia

transmitía en vivo los extraños numerales

como si el pánico se enredara sólo en la pelota

[que GOOOOOL,

llevaba a todos los reales a rechingar a su madre

[4-0

frente a una iridiscente multitud,

y papá Noé le bajaba las bragas a una jovencita

[que filmada

iba a dejar buena plata en los expendios

[de porno.

 

Ah, el nostálgico culo de Rebeca Linares

[en cuatro

embutiendo una gran polla negra por el culo,

la madrugada subiendo en alebrijes más allá

[del mediodía

y las canciones que parecían de los mejores

[cantadas por los Rolling Stones,

56,000 mujeres sopleteadas,

muertas como si hubieran sido soldadas

[a la muerte con gas argón

iban junto a los encabezados de los campos

[de amapola de Afganistán,

los campos de petróleo de Irak,

y los inusitados campos de inusitadas dunas

[de Marte

puestos ahí en el cielo para ser reforestados,

así que no eran días de pena ni de nostalgia

[bajo las nubes radioactivas.

 

 

 

Hermosísimo Emiliano

 

Morir es

como soñar,

hermosísimo Emiliano.

 

Vivir es

como soñar,

hermosísimo Emiliano.

 

Pero con alas.

 

 

Anticlea

 

Los pensamientos amanecieron coloridos,

madre,

regados por el rocío marino y por la brisa

[húmeda y benéfica de la noche,

hasta que al fin,

saliendo al mar,

ya de camino,

me vino la certeza de estar vivo,

y de que el mundo por ti y en mí ya era evidente

[y amoroso.

¿Lo miras?

Esto era la noche.

Decías.

Ahora nos será más fácil comprender

[por qué no vale la pena regresar.

Y al sentarte en la madera suprimías el llanto

[donde habían quedado varados los misterios,

indicando con tu dedo índice los nombres

[luminosos de las barcas.

Hasta que el Universo fue olvidando su negocio

[sumido en plañideras,

en vulgares causas para decir lo mismo,

(enfermedad que sólo da a los animales),

donde el río alebrestaba los primeros timbales

[de la lluvia

fui escuchando el brío doméstico del mar pasar

[por las habitaciones,

dejando sólo entre los rostros la fugaces

[oraciones,

saliente atalaya que nunca dejan en reposo

[las hinchadas olas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Ajedrez

A Hugo Vargas Comsille

 

 

Porque entonces sólo soy un niño,

porque nacer y morir siempre han sido la danza,

el verdadero sentido del juego está en la vida,

el verdadero sentido de la vida está en el juego.

 

 

Librería

También puedes leer