Como muestra de solidaridad por lo ocurrido el día de ayer en Turquía, presentamos dos poetas turcos: Fazil Hüsnü Daglarca y Ataol Behramoğlu. Dos poetas representativos de la poesía turca del siglo XX.
Fazil Hüsnü Daglarca (1914 – 2008)
Dios y yo
Él
es el poeta de su trabajo
yo soy el Dios
del mío
Defensa contra de la noche
Este hombre está muerto y ausente pero
el tiempo no se desplomó en el suelo mucho rato.
Le entregamos la vida de ese hombre a los árboles.
¿A quién le pertenece su corazón?
Este hombre está muerto y ausente pero
no podíamos apartarnos de su lado.
En el interminable lamento de nuestras noches,
¿por qué esta palidez nunca disminuye?
Este hombre está muerto y ausente pero
el río aún no se atreve a decirlo,
y su fe, como pájaros gloriosos,
es capaz de llevárselo lejos.
Latitudes
Cierras tus ojos profundamente
cuando yo abro los míos.
Nuestras latitudes se cruzan en la misma estrella.
Cuando cierro los ojos, hermano,
tú abres los tuyos.
Cuando nuestras manos esculpen el mármol de los cipreses,
ni el mármol, ni el ciprés, nos familiariza.
Nuestras latitudes se cruzan en la misma estrella.
A la misma hora.
Nuestras casas no están conscientes del gran tiempo.
En la lejanía, los vientos más fríos se alzan,
nuestras oscuridades se siguen la una a la otra.
Nuestras latitudes se cruzan en la misma estrella,
y miramos el mismo cielo en la eternidad,
sin embargo, no podemos vernos el uno al otro.
Donde todas las cosas callan
Hay veces en que todos recuerdan a los vivos
como si estuvieran muertos.
Así como el tiempo desaparece de lugares bulliciosos
con multitudes.
Alguien dice: “Satanás pasó” con una voz renovada
en el miedo.
Indigente, debo sufrir estas vastas soledades.
Deseo que mi vida se destiña sobre un globo terráqueo para esforzarme
por los silencios donde todas las cosas callan
y ni siquiera Dios sobrevive.
Relativamente
De acuerdo a mí, la montaña
es solitaria.
Yo estoy desvelado
de acuerdo a la montaña.
Para
la
montaña
yo estoy
loco.
Para
mí
la montaña
está hambrienta.
Para la montaña
yo estoy fuera de alcance.
La montaña no llegará
de acuerdo a mí.
Conversaciones con las montañas
Cargando las canciones oscuras de los pastores
mis águilas se posan en la distancia
insomnes
y sin estrellas, mis álamos perduran
La soledad aflige a la tierra sin cielo
contrapuesto a amores perdidos
en cementerios donde las grandes flores retoñan
pesadas con salud y felicidad
La voz que el viento acarrea
la puedo escuchar ahora
en la noche
el pico invita a la ceguera
Traducciones: Adelmar Ramírez
Ataol Behramoğlu (1942)
He aprendido algunas cosas
He aprendido algunas cosas de haber vivido tanto:
Si estás vivo, experimenta una esencia con toda su energía
Que tu amada quede extenuada de tanto ser besada
Y tú debes caer rendido después de oler una flor
Una persona puede mirar por horas el cielo
Puede mirar por horas un pájaro, un niño, el mar
Vivir en la tierra es ser parte de ella
Desterrar las raíces que libres no arrancarán
Si te aferras a cualquier cosa, mantente junto a un amigo
Lucha por algo con cada músculo, cuerpo entero, toda tu pasión
Y si te tiendes unas horas en una playa abrasadora
Déjate descansar como una hoja, una piedra, un grano de arena
Para tu plenitud, escucha cada canción maravillosa
Como colmando a todo tu ser de sonido y melodía
Uno debe hundir primero la cabeza en la existencia
Como si uno se zambullera desde un acantilado en un mar esmeralda
Las tierras distantes te atraerán, gente que no conoces
Para leer cada libro, conoce la vida de los otros, estarás ardiendo
No debes reemplazar por nada el encanto de un vaso de agua
Sin importar cuán grande sea la alegría, tu vida se llenará de nostalgia
Debes saber del sufrimiento, honorablemente, con todo tu talante
Porque los dolores, como las alegrías, hacen brotar a una persona
Tu sangre se mezclará en la gran circulación de la energía
Y en tus venas fluirá la sangre fresca interminable de tu vida
He aprendido algunas cosas de haber vivido tanto
Si estás vivo experimenta extensamente, fusión con los ríos, cielos, cosmos
Para lo que llamamos savia somos un regalo entregado a la vida
Y la vida es un regalo concedido a nosotros.
Estambul
Dibujo un Estambul sobre mi pecho
Con el pulgar, en forma de mariposa
Como un niño frente al espejo
Acariciándome el pelo sobre la cara
De Kadiköy evoco inseparable la mar
Un tranvía solitario en Shishli
Rememoro las higueras
De Samatya, quizás de Sultanahmet
Dibujo un Estambul sobre mi pecho
Con mi dedo índice, en forma de mariposa
Casi como un inútil, un tanto abatido
A todo el mundo le gustan mis ojos.
Lo que perdí entre las lilas
¡Oh, aquellas tardes de primavera tan hermosas
llenarse de gozo más allá de los sucesos
día tras día lejos del horizonte como apariencia
El olor riguroso de las lilas en este territorio
Tocaba la mandolina con la locura de la noche
Y tú, mi ninfa de las fábulas de niño
Amor de mis primeros sueños, sempiterno
Qué decoro, purifica tu ensueño
Después del arribo de un barco, un silbato
Un venerable abandono en las calles
Oh, amada y grande soledad
¿Dónde estás?
Hay algo perdido entre las lilas
No tan grácil como las viejas memorias
No habrá lugar tan hermoso ya para rancias apariencias
No, entre los dioses no.
Traducción: Sergio Badilla Castillo