Sobre El enemigo de los thirties

Presentamos una reseña del poeta, narrador, ensayista y dramaturgo Luis Benítez (Buenos Aires ,1956), sobre El enemigo de los thirties, el más reciente libro de poemas de Juan Arabia (Buenos Aires, 1983). Arabia es poeta, traductor y crítico literario, egresado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, y actual director del sello editorial y revista Buenos Aires Poetry.

 

 

 

 

 

 

 

SOBRE EL ENEMIGO DE LOS THIRTIES

por Luis Benítez

 

Tenía razón José Emilio Pacheco cuando, en su “Carta a George B. Moore en defensa del anonimato”, decía:

 

“Escribo y eso es todo. Escribo: doy la mitad del poema.

Poesía no es signos negros en la página blanca.

Llamo poesía a ese lugar del encuentro

Con la experiencia ajena. El lector, la lectora

Harán o no el poema que tan sólo he esbozado.”

 

Por si alguna duda nos quedaba sobre lo afirmado por el gran poeta mexicano, aquí tenemos esta nueva entrega del poeta Juan Arabia, El enemigo de los thirties, para confirmarlo.

En México hay pirámides y una de ellas, la mayor, muestra una escultura que baja desde la cima hasta la base: es la mitad exacta de una serpiente emplumada, el símbolo de la antigua cultura azteca. Quienes la encontraron supusieron que era obra inacabada; luego se supo, por los del lugar, que fue dejada así porque una vez al año, al salir el sol y dar los rayos del amanecer sobre la pirámide, el juego de luces y sombras completa esa escultura. El poeta también es alguien que trabaja con luces y con sombras y le deja al lector la tarea de ver completo el poema.

En “El enemigo de los thirties” el poeta argentino afirma, niega, rechaza, celebra, arguye; pero lo hace de un modo tal que nos involucra en sus mismos juegos con el lenguaje, nos lleva a participar de ellos en el simultáneo acto de la lectura. Arabia rompe las reglas del tiempo porque dejan de existir, cuando leemos genuina poesía, tanto el pasado como el futuro y queda solamente el presente poético: Juan Arabia escribe y yo lo leo, todo al mismo tiempo.

También este poeta se las toma con el espacio: viajamos con él y nos demuestra en sus versos que la distancia, como el tiempo sucesivo, tampoco existe o que él puede hacer que exista menos. La Cromer Street, el Hotel des Étrangers, ese santuario que es Charleville –donde Arabia tuvo una epifanía- el norte de París, no son esos lugares en “El enemigo de los thirties”. Son los que Arabia y nosotros le agregamos al mundo. No sé qué pensarán ustedes, pero a mí me parece que no es poca hazaña esto que Arabia hace con el tiempo y el espacio, esos dos dictadores.

Pero, ¿cómo lo hace? Es muy simple, cuando lo hace él: se trata de tener una privilegiada sensibilidad, se trata de saber cómo embalarla entera dentro de las palabras, se trata de que los demás podamos hacer algo más, mucho más que comprenderlas. Vivirlas. Arabia nos hace vivir las palabras que encierra su poemario.

Además, no es un poeta que se interese en la moda, sino que está ubicado por encima de ella. No le interesa ser parecido a este o aquella, sino ser Arabia. Por eso es que sus versos no se gastan. La poesía es el género de relectura por excelencia y es la relectura lo que pone a prueba la palabra poética. Abordamos “El enemigo de los thirties” y hacemos el viaje, como si la flor de la bauhinia nos hubiese regalado, como a los colibríes que beben de ella, su intenso poder alucinógeno; dejamos una semana, dos, el libro en su reposo. Volvemos a él, nuevo viaje. Pasan meses, releemos y sucede nuevamente. Si teníamos alguna duda, nos debemos entonces rendir ante la evidencia. Ya nos pasó con otros autores, pero no fueron tantos.

Yo me quedo con esos, y me quedo con Juan Arabia:

 

…..En la rama más baja de bauhinia
Descansa el negro azul color marino…
El colibrí inadaptable… Púrpura,
Como el placer del límite, sediento
Como la destructora raíz del sauce:

 

…..Néctar, Licor, Hachís: como el origen
…..Del fuego. En América las flores
…..Alimentan legiones… Brota el alga
…..Del renacuajo, el grillo sacude banderas.

 

…..Ermitaño es el sol —como el maíz—
Y el lugar donde el ave del silencio
Canta. Inadaptable antes que el hierro,
El carbón, y el vapor de los corsarios,
En la rama más baja de bauhinia:

 

…..La esclavitud occidental, las ratas.
…..Acá mueren enfermos los sonidos
…..De cacería… Brota el húmedo aire
…..De la brisa en los círculos de rebelión.

 

…..En la rama más baja de bauhinia
Descansa el negro azul color marino…
El colibrí inadaptable… Púrpura,
Como el placer del límite, sediento
Como la destructora raíz del sauce.

 

 

 

 

También puedes leer