En el marco de nuestro dossier de poesía francófona reciente organizado por Gustavo Osorio de Ita y Sergio Eduardo Cruz, presentamos tres poemas del escritor francés de ascendencia rumana Zéno Bianu (París, 1950), poeta, ensayista, dramaturgo y traductor. Siendo una de las plumas más importantes de lengua francesa, Bianu se hizo acreedor al Premio Internacional de Poesía Ivan Goll en el año 2003. Entre sus poemarios más recientes se encuentran Infiniment proche (2000) y Le désespoir n’existe pas (2010). De éste presentamos los poemas “Langue sur langue” y “À contre-nuit”; de aquel, “Invocation”.
Las traducciones son de Arturo Velasco.
Invocación
Enfurécete, enfurécete ante la muerte de la luz.
Dylan Thomas
el cielo se apaga
los ojos se iluminan
no nos perdones nada
cuando la muerte
no acaba
de expulsar la vida
cuando el cuchillo
de la noche fría
rebana el arcoíris
no perdones nada
a los hombres consumidos
de crepúsculo
ven
a descarnar la herida culminante
la ardiente inquietud
de soledad
la imantación
entre la herida y la cura
entre la ceniza errante
y la lengua de los ángeles
por la gracia de un corazón
al fin despedazado
séanos posible agrandar
el abismo que duerme en ti
no nos perdones nada
Invocation
Rager, s’enrager contre la morte de la lumière.
Dylan Thomas
le ciel s’éteint
les yeux s’éclairent
ne nous pardonne rien
quand la mort
n’en finit pas
de chasser la vie
quand le couteau
de la nuit froide
tranche l’arc-en-ciel
ne pardonne rien
aux hommes consumés
de crépuscule
viens
dénuder la haute blessure
l’ardent souci
de solitude
l’aimantation
entre la plaie et le baume
entre la cendre errante
et la langue des anges
par la grâce d’un cœur
enfin broyé
puissions-nous agrandir
l’abîme endormi en toi
ne nous pardonne rien
A contrasombra
A Bernard Noel
a contrasombra
tú escuchas
la voz sin voz
la voz viva
de una corteza viviente
entre los taludes del ser
hacia la falla del amor
a contrasombra
para tallar
el virus de la vida
franquear
la linde de los comas
aferrarse
a la nuca del mundo
a contrasombra
acuérdate
de pintar todo el cielo
acuérdate
de recitar las estrellas
acuérdate
de dejar brillar la lluvia
a contrasombra
la palabra sopla
el soplo habla
yo quiero
unir el cielo a tus párpados
yo quiero
explorar el alfabeto de tu vida
a contrasombra
mi día se posa sobre tu noche
tu noche se posa sobre mi día
yo escribo
en el fin del mundo
con un cuerpo esparcido
que el soplo reúne
a contrasombra
acuérdate
de devorar mi somnolencia
acuérdate
de plantar mis ojos en la tierra
acuérdate
de enseñarme a morir
a contrasombra
una sola palabra
una sola palabra
en la punta de tu lengua
la palabra del fin de todo
una fuga
para habitar lo inagotable
a contrasombra
intensamente
devastado de silencio
para no ser jamás colmado
hasta la piel
hasta el polvo
repetir cada nombre del mundo
À contre-nuit
Pour Bernard Noël
à contre-nuit
tu écoutes
la voix sans voix
la voix vive
d’une écorce vivante
parmi les éboulis de l’être
vers la fracture d’amour
à contre-nuit
pour ciseler
le virus de la vie
franchir
la ligne des comas
s’agripper
à la nuque du monde
à contre-nuit
souviens-toi
de peindre tout le ciel
souviens-toi
de réciter les étoiles
souviens-toi
de laisser briller la pluie
à contre-nuit
la parole souffle
le souffle parle
je veux
mêler le ciel à tes paupières
je veux
explorer l’alphabet de ta vie
à contre-nuit
mon jour vient sur ta nuit
ta nuit vient sur mon jour
j’écris
au bord du monde
avec un corps éparpillé
que le souffle rassemble
à contre-nuit
souviens-toi
de dévorer mon sommeil
souviens toi
de planter mes yeux sur la terre
souviens-toi
de m’apprendre à mourir
à contre-nuit
un seul mot
un seul mot
sur le bout de ta langue
le mot de la fin de tout
une fugue
pour habiter l’inépuisable
à contre-nuit
intensément
ravagé de silence
pour n’être jamais comblé
jusqu’à la peau
jusqu’à la poussière
marteler tous les noms du monde
Lengua sobre lengua
(sobre las “epifanías” de Claudine Bertrand)
abandona
el crepúsculo
deja que se hunda tu voz
lejos de los dioses celosos
bríndame tu penumbra
la muerte
nunca viene de fuera
tú la guardas en ti
como un continente sepultado
tú buscas la pátina
no el brillo
infatigable eternidad
el espacio de un nacimiento infinito
una verdadera respiración
Dios es un bebé que duerme
confianza
confianza ilimitada
en el instante
el mañana
es siempre la muerte
dejémonos habitar
seamos atravesados
tornémonos al fin porosos
las tumbas están siempre vacías
para los niños de los ángeles
prefiere el mundo
es un diamante febril
allá
donde todo es verdadero vértigo
allá
donde sólo tú lees el universo
yo camino
al margen de tus palabras
es aquel bosque de inspiraciones
lo reconozco
donde uno viene a vestirse de voz
para sostener el mundo
donde tú buscas
tu núcleo de rebeldía
para temblar justo
resonar cortante
luminoso doloroso
luminoso doloroso
llega la noche
tú dices
la garra de la palabra
el sexo de la voz
te deslizas
al interior de un vocablo
ves
el nacimiento del mundo
hay una brecha
en tu rostro
una presencia tangible
lejos de los simulacros
una brecha
que me revela
yo tomo tu cielo
como una mano tendida
pongo fin a tu ceguera
detengo tu cuenta regresiva
te veo
encuentras tu apoyo
sobre la tierra
con tus manos de noche
tus palabras vienen a mi boca
Langue sur langue
(Sur les « épiphanies » de Claudine Bertrand)
abandonne
le crépuscule
laisse sombrer ta voix
loin des dieux jaloux
offre-moi ta pénombre
la mort
ne vient jamais du dehors
tu la gardes en toi
comme un continent englouti
tu cherches la patine
pas la brillance
infatigable éternité
l’espace d’une naissance infinie
une vraie respiration
Dieu est un bébé qui dort
confiance
confiance illimitée
dans l’instant
demain
c’est toujours la mort
laissons-nous habiter
soyons traversés
devenons enfin poreux
les tombeaux sont toujours vides
pour les enfants des anges
préfère le monde
c’est un diamant fiévreux
là
où tout est vrai vertige
là
où tu es la seule à lire l’univers
je marche
en lisière de tes mots
c’est bien le bois des souffles
je le reconnais
où l’on vient s’habiller de voix
pour tenir le monde
où tu cherches
ton noyau de révolte
pour frémir juste
retentir tranchant
lumineux douloureux
lumineux douloureux
la nuit se lève
tu dis
la griffe de la parole
le sexe de la voix
tu glisses
à l’intérieur d’un mot
tu vois
la naissance du monde
il y a une brèche
dans ton visage
une présence tangible
loin des simulacres
une brèche
qui me révèle
je prends ton ciel
comme une main tendue
je te désaveugle
j’arrête ton compte à rebours
je te vois
tu prends appui
sur la terre
avec tes mains de nuit
tes mots viennent à ma bouche