Presentamos la poesía de Ángel Collado Ruíz (La Habana, Cuba. 1956). Profesor de Dibujo. Tiene publicados los libros, “letras esquivas” 2009. “Tríada” 2011 Editorial el Taller del Poeta, España. “Amordasílabos” 2012. “Amaradentro” Editorial El Taller del Poeta, España. “El Sentido de la Luz”. Editorial El Taller del Poeta, España. Parte de su obra ha sido traducida al portugués. Perteneció al Taller Literario del Museo Nacional de la Máscara de San Luis Potosí (México). Es Coordinador de la iniciativa 100 Mil Poetas por el Cambio San Luis Potosí y miembro del Movimiento Poetas del Mundo.
I
La bestia abrevará en los vados
estando el capullo dormido
donde no espera muerte
en noches inevitables
Traduce voces que no entiende
pide esperanza sobre deseo
La Palabra seguirá el curso del campo perfumado
arrollará en su impronta manos que se elevan ciegas
monte creado para equivocar
Los árboles serán olas y barcos de luciérnagas que zarpan
en visión de viento sinfonía de semillas hacía otra tierra
Mas brazos negados pedimento en vano serán al huérfano
Tormenta nunca vista sembrará de restos la llanura
pasado el tiempo de los huesos
nuevo pasto crecerá
Ni sol, nubes, agua, día, manantial de estirpe
beso nuevo, solo manto de miedo y soledad espera
crepúsculo de nuevas dimensiones
Hombre cegado de cuajo
en luz que brota de la nada hasta morder su rabia
otra vez rumia falsa expectativa
tasa rumbos en peregrinar desierto
No cesa de ofrecer pobres visiones
ni alcanza copas moribundas
el reto de besar los alcatraces
II
La noche es trampa que susurra
escalofrío sediento de augurio
pesadumbre por el día transcurrido
bola de miedo que cae por la escalera
sinfín de poemas pegados en el techo
trueno lluvia
gatos que aman en gran orgía
marea de fibra que amenaza tragarlos
No puedo centrar la vista
todo se vuelve opaco
no encuentro brújula que indique el baño
deambulo a ciegas
Entre sábanas que vuelan
ella me atrapa antes que caiga
Me dice algo al oído
se posa deslumbrante en el marco de mi vista
anuda la insistencia
se muda dentro
muerde
asfixia
Pone trono a mi impaciencia
agota ruidos
aquieta mareas que navegan mi mente
ordena segundos que son vitales
sujeta mis hombros acerca su boca
desciende
besa
sonríe
Me habita
.
III
Eras un poco aquello prohibido
en mil cuentos contados antes de dormir
extravagante manía de seducir inciertos
un poco solamente de lo que decías ser
Soñaba caminarte entre líneas
de anteriores andantes
sin preocuparme cuanto de pies marcados
tenía tu piel
beber despacio tus cicatrices
Imaginaba verte desandar calles en penumbra
de nuestro barrio dormido
Un poco lo que absorbe el tiempo
cuando se va por el sendero
y la luna abreva en vasos cristalinos
y devuelve la mente recuerdos gastados
que las manos de todos han hecho suyos
IV
En busca de la luz se puede ir toda la vida
mas el ciego pregunta si valdrá la pena
Conozco ciegos que aman la luz de la memoria
el lustre profundo de sus días
rabia suprema del deseo
No impide la luz amar ni ser feliz
Temo al miedo de no poder romper el cerco
luchar por ello
Hay luces al otro lado del abismo
V
Para que sea amor
no basta
fundirse en un abrazo
juntar los cuerpos por un tiempo
compartir besos
Se requiere intercambiar silencios
solucionar pendientes
crecer hacía el otro que nos busca
Pagar la abundante cuenta
de los años
haber juntado soles de distintos lugares
Por supuesto haber reído
Para que sea amor
no hay nada mejor que conocer
la herida virtud de la meta
el gozo infinito una vez alcanzado
VI
Cuánto de amor, amor, hay en la tierra
y en la sangre que adsorbe la tierra
cuánto de amor desperdiciado
Por amor se destrozan alas incipientes
descienden del vuelo primoroso
que ilumina los más hondos sentidos
cosas que ven los que sueñan
en lejanas estrellas
para que adornen madrugadas
sábanas frías recién dispuestas
preámbulo de nupcias que nunca llega
pies cubiertos de barro
trazo profundo entre suspiros
sirven de guía sinuosas brechas
desinhibidas hacen ocurrentes
horas que robadas al sueño
dibujan hacedores de fantasías
Desde el último árbol amarillo
llueven plumas de sus alas
refugio de miríadas descomponen,
amor, el triste destino del que parte
VII
Algo parecido a un poema
me mira desde una hoja amarillenta
Se nota desde lejos saltar el mar que lleva
La furia de sus ojos
el terso margen del instinto
Es un poema disfrazado
con tan buen tino que hasta tiene
ese olor a usado de los viejos libros
y el aroma a mar de las mujeres que saben a mar
como los eternos poemas
que no pasan de moda
aunque se vuelvan amarillos y el otoño los ofrezca
en mesas repletas de libros
que pueden ser comprados
por unas pocas monedas
Muchos que pasan desean llevar algo
Una novela, algo de cuentos
Te encontré sin estar buscando
como se encuentra el amor al doblar una esquina
con tu piel no tan fresca
y tu olor a mares de mi tierra
Te encontré porque sin saber cuándo
sabía que te hallaría
Como el raro poema que en su día no pude alcanzar
y hoy es algo parecido a un poema