Charles d’Orleans estuvo cautivo en Inglaterra por veinticuatro años. Tiempo después de su liberación, organizó en su Palacio de la localidad francesa de Blois, un concurso de baladas poéticas cuya condición era que los autores escribieran el poema usando un verso de la que él mismo compuso durante su largo cautiverio inglés: «Je meurs de soif auprès de la fontaine» [Yo muero de sed junto a la fuente]. De las diez baladas que presentaron diversos poetas en el concurso de Blois, la tercera pertenece a François Villon (1431). Hoy la publicamos en la traducción de Jose Miguel Moreno.
BALADA DEL CONSURSO DE BLOIS.
BALADA DE LAS CONTRADICCIONES
Yo muero de sed junto a la fuente
Ardo como el fuego y tirito
En mi país me hallo en tierra extraña
Junto al brasero ardo en escalofrío
Desnudo cual gusano, visto como presidente
Río en llanto y espero desesperanzado
Mi confort se torna en triste aflicción
Me regocijo sin placer ninguno
Potentado soy sin fuerza ni poder
Bienamado y por todos desechado
Lo seguro nada es salvo lo incierto
Lo oscuro, nada salvo lo más evidente
La duda no cabe, salvo en lo más cierto
Por ciencia tengo al súbito azar
Gano todo y sigo de perdedor
Con la aurora digo: ¡Dios les dé buenas noches!
Tumbado, tengo gran pavor a caer
Tengo con qué y ando sin blanca
Espero fortuna y no hay de quien heredar
Bienamado y por todos desechado
De nada me cuido, aunque mi empeño pongo todo
En adquirir bienes que ni siquiera ambiciono
Quien mejor me habla es quien más me hiere
Y quien con más verdad, quien más me miente
Mi amigo es aquel que me hace entender
Que un cisne blanco es un cuervo negro
Quien más me daña es quien más me ayuda
Mentira, verdad, ambas son hoy una
Todo recuerdo y nada comprendo
Bienamado y por todos desechado
Príncipe clemente, quizá quiera saber
Lo mucho que sé sin juicio ni saber
Parcial soy mas común a toda ley
¿Qué más sé? ¿Qué? Mi fianza recobrar
Bienamado y por todos desechado